PANAMÁ BLOG

Erick Simpson Aguilera
PANAMÁ BLOG
  • About
  • Apología de Sócrates
  • Cómo Ganar Amigos
  • EL HOMBRE MEDIOCRE
  • EL PRÍNCIPE
  • La Mafiocracia en Panamá
  • Las Fuerzas Morales
  • POLÍTICA – ARISTÓTELES
  • Por qué el agua es un servicio público:
  • 4000 Años de Controles de Precios
  • Manual de Carreño
  • LISTADO DE TRÁNSFUGAS
  • ANTEPPROYECTO CONSTITUCIONAL
  • GOBERNAR PARA LAS ÉLITES
  • Etiqueta: Órgano Ejecutivo

    • Marcha por la justicia y contra la impunidad

      Posteado a las 5:08 pm por Erick Simpson Aguilera, el 10 septiembre, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      ¿Por qué es necesario que el pueblo panameño marche de frontera a frontera incluyendo islas y comarcas?

      Bien; veamos:

      1- En primer lugar, porque el país fue víctima de un saqueo sin parangón que se presume ronda los miles de millones de dólares y no estamos conformes con la forma como el sistema de “justicia” está abordando éste tema.

      2- Porque la Corte Suprema de Justicia, compuesta por 9 magistrados que son empleados de todos los ciudadanos panameños que somos sus jefes, por ser contratados dichos funcionarios con nuestros impuestos para impartir justicia, se niega a investigar como corresponde a algunos diputados nacionales y del Parlacen sobre los cuales pesan denuncias muy graves, a saber: uso injustificado de partidas circuitales por el orden de $416,678,206.00 millones de dólares, además de los múltiples casos por supuesta corrupción de ribetes no solo nacional pero también internacional, que pesan sobre un diputado del Parlacen sin que la Corte muestre interés alguno en deslindar éstos temas en justicia, buena lid, y con prontitud, lo que no implicaría si lo hicieran que dicho diputado del Parlacen sea culpable de los muchos casos por supuesta corrupción en que se le señala, pero sí que debe rendir cuentas y ser investigado como cualquier panameño mortal, cosa que la Corte no está haciendo.

      A propósito ¿cuántos siglos o milenios le tomará a la Corte fallar respecto a la inconstitucionalidad de la nefasta ley 55 conocida como ley blindaje, la cual constituye una ruta de escape para no pocos infractores?

      No sé, quizás yo estoy equivocado, pero en mi opinión, si un empleado o funcionario público no cumple con sus obligaciones (por las cuales devenga un salario) en el tiempo oportuno -no cuando le da la gana- debe ser destituido e investigado por obstruir la  justicia por la que debiera velar.

      La pregunta es ¿contemplan las leyes panameñas algún instrumento para destituir a un magistrado de la corte si éste en lugar de impartir justicia se constituye en un obstáculo a la misma promoviendo la impunidad, o dichos funcionarios tienen licencia para no cumplir con sus funciones y tenemos que aguantárnoslos 10 años sí o sí aunque su accionar u omisiones afecten gravemente a la patria?

      Si la respuesta es que no existe un instrumento legal para medir el desempeño de los magistrados y destituirlos si no cumplen con sus funciones afectando así a toda la nación, entonces reconozcamos que damos pena como país, que nuestras leyes son un chiste, y que somos una vulgar aldea estilo banana republic diseñada para que la impunidad florezca y prosperen las malas artes de la politiquería y la corrupción. Si por el contrario, la respuesta es que sí existen los mecanismos legales para destituirlos, pues a quién le corresponde aplicar dicha destitución, comoquiera que, no veo que nadie les exija a los magistrados cumplir con sus funciones por las cuales les pagamos.

      3- En cuanto a la Asamblea Nacional de diputados, razones no nos faltan para marchar tomándonos las calles como hicieron nuestros hermanos guatemaltecos, toda vez que, los 71 diputados que componen el Órgano Legislativo insisten en burlarse de 4 millones de panameños aprobando leyes para blindarse no solo por sus funciones parlamentarias, pero en general, aún cuando la Constitución prohíbe los fueros y privilegios.

      Además, algunos diputados se niegan a darle trámite a las graves denuncias que pesan sobre ciertos magistrados de la Corte demostrando con ello una suerte de pacto de no agresión donde los magistrados no investigan a los diputados nacionales por el uso sin justificar de millonarias partidas circuitales, ni a los del Parlacen por los casos de supuesta corrupción que afrontan, mientras los diputados no investigan las serias denuncias que pesan sobre algunos magistrados de la Corte, reinando así la impunidad que corroe todo el sistema político.

      Dicho esto, resulta obvio que el sistema de supuestos pesos y contrapesos entre los poderes del Estado no está funcionando en Panamá, que se está cayendo a pedazos ante nuestros ojos por su propio peso de inoperancia, y que mejor dicho: colapsó hace rato por el contubernio entre los Órganos del Estado para violar impunemente la ley sin rendirle cuentas a los 4 millones de panameños que somos sus jefes y quienes pagamos sus salarios, demostrando ésta situación que una constituyente para adecentar a nuestra nación es impostergable.

      4- Con relación al Órgano Ejecutivo, no es que desee su destitución en pleno; a propósito, si en mis manos estuviera, sí evaluaría a los 9 magistrados de la Corte y los destituiría si hubiera meritos legales para hacerlo, y me daría lo mismo si los 71 diputados de la Asamblea -blindados inconstitucionalmente- se quedan sin su curul, toda vez que no veo el beneficio real de su pobre aporte al quehacer político nacional; todo lo contrario, considero que dejan mucho que desear, que no legislan nada favorable al pueblo, pero sí a favor de ellos, de la elite, y de sus partidos, ni tampoco los veo fiscalizar absolutamente nada como se supone es su deber hacerlo. Sin embargo, en cuanto al Presidente Juan Carlos Varela se refiere, reitero, no considero que haya meritos para pedir su destitución como sí aconteció en Guatemala con Otto Pérez Molina, pero sí es necesario que marchemos para hacerle saber al Órgano Ejecutivo lo siguiente:

      • Que no estamos conformes con su extraña relación con la desprestigiada empresa brasileña Odebrecht, cuyo dueño se encuentra preso en Brasil por supuestos actos de corrupción y no obstante eso, el actual gobierno panameño le ha concedido a dicha empresa contratos que suman $2,394 millones de dólares (Línea 2 del Metro y Renovación de Colón).
      • Que no aprobamos ni entendemos los $ 7 millones de dólares pagados a la empresa Cobranzas del Istmo cuyo dueño está detenido preventivamente (casa por cárcel) por supuestos actos de corrupción.
      • Que rechazamos la adenda por $3.7 millones de dólares a favor de la empresa Hidalgo & Hidalgo cuyos directivos se encuentran detenidos en Panamá por supuestos actos de corrupción en el proyecto Riegos de Tonosí.
      • Que despreciamos el nepotismo, amiguismo, y partidismo que utilizan como regla para nombrar a altos funcionarios en puestos claves afectando con estas malas prácticas a industrias tan importantes como el turismo.
      • Que nos preocupa la forma lenta, improvisada, y errática en que están manejando la economía nacional que cada día se resiente más.
      • Que exigimos un cambio de gabinete en aquellas carteras en las cuales resulta obvia la inoperancia de sus ministros, lo cual afecta el buen desenvolvimiento del país que es impactado negativamente por tanta ineficacia.
      • Y que no estamos de acuerdo con los recortes presupuestarios sufridos por el Ministerio Publico que más bien requiere de mayores recursos financieros para crear nuevas fiscalías y no de recortes que impidan el desempeño de sus funciones y entorpezcan las muchas  investigaciones de alto perfil que realizan.

      En fin, asistimos a la debacle del sistema político panameño que se cae a pedazos y está hecho añicos por tantos años de abusos que alcanzaron su cenit en el pasado quinquenio que dejó al país en estado de coma y con respiración artificial, ergo, no es asunto de curitas. O componemos el sistema de raíz, o se caerá sin que nadie pueda impedirlo, comoquiera que la inercia, la dinámica de rompimiento, y la caída libre, ya están dadas, y si no controlamos dicha caída para que sea ordenada (constituyente), los efectos de la hecatombe política sin control, serán devastadores para todos los panameños que sufriremos las consecuencias sin discriminación por no actuar oportunamente cuando debimos hacerlo.

      Finalizo exhortando a todas las fuerzas vivas del país, a saber: a los trabajadores, empresarios, ciudadanos de a pie, gremios (maestros, profesores, padres de familia, médicos, enfermeras, etcétera), sindicatos, campesinos, indígenas, organizaciones de la sociedad civil, tuiteros, estudiantes, medios de comunicación, y demás, a organizarnos para marchar exigiendo justicia y cero impunidad, no una vez, sino muchas, hasta que logremos evitar el rompimiento del orden constitucional al que nos dirigimos inexorablemente y en caída libre, gracias a unos funcionarios que no respetan la Constitución ni las leyes a las que pisotean un día sí y otro también, desafiando con sus malas prácticas -como la impunidad; por mencionar una- a 4 millones de panameños.

      O tomamos cartas en el asunto imitando el buen ejemplo de nuestros hermanos guatemaltecos, u optamos por cruzarnos de brazos debido a la indolencia, pereza, comodidad que ofrece una falsa zona de confort que constituye una cuerda floja y un auto-robo (subsidios, dadivas y demás prebendas clientelistas), cobardía, falta de patriotismo, agendas ocultas, afiliación político partidista, e intereses creados, mientras se hunde el país y terminamos convirtiéndonos más temprano que tarde -con todo respeto- en el nuevo México, Venezuela, o Colombia; y después que nadie llore cuando eso acontezca sumiéndose Panamá en el caos, la violencia, la crisis económica (deuda pública abismal, saqueos multimillonarios, cero transparencia, ni rendición de cuentas), y la ingobernabilidad que nos impulsen a emigrar a otros lares cuando podríamos vivir prospera y equitativamente en nuestro propio suelo patrio. Un país petrolero y rico como Venezuela nunca pensó en convertirse en una nación de emigrantes, pero cometieron los mismos errores políticos, sociales y económicos que nosotros cometemos hoy día y lo demás es historia.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Despierta Panamá.

      Compartir:

      • Facebook
      • Twitter
      • Reddit
      • Pinterest
      • Imprimir
      • LinkedIn
      • Correo electrónico
      • Pocket
      • Tumblr
      | 2 comentarios Etiquetado como Asamblea Nacional de Diputados, Órgano Ejecutivo, ciudadanos, constituyente, corte suprema de justicia, Diputados, Erick Simpson Aguilera, impunidad, justicia, ley blindaje, magistrados, Marcha, Odebrecht, Otto Pérez Molina, Panamá, Presidente Juan Carlos Varela
    • ¿Separación de poderes o pacto de no agresión?

      Posteado a las 7:31 pm por Erick Simpson Aguilera, el 14 agosto, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      injusticia

      En teoría el Estado panameño está «organizado y funciona» en base a la denominada «trias política», léase, separación o división de poderes. No obstante, «todos sabemos» que eso es una farsa comoquiera que en la práctica los poderes del Estado panameño no están organizados, no funcionan, y mucho menos son independientes. De hecho, si fueran independientes dispondrían de autonomía presupuestaria para funcionar con suficientes recursos financieros como para ser verdaderamente operativos y eficaces en igualdad de condiciones -en cuanto a autonomía, no en tamaño del presupuesto, claro está- que el Órgano Ejecutivo.

      Así las cosas, asistimos al colapso del sistema político panameño, toda vez que dada la debacle institucional que sufrimos el pasado quinquenio, en el cual se hizo añicos la separación de los poderes del Estado que fueron concentrados bajo el puño del Órgano Ejecutivo más que nunca, gracias al transfuguismo masivo de diputados, y al servilismo del Órgano Judicial, Ministerio Publico, y Contraloría que brillaban por su ausencia, permitiendo ésta «omisión de funciones» -por no decir complicidad- el mayor latrocinio que ha sufrido la patria, cuya magnitud es tal que ha trascendido allende nuestras fronteras hasta ser motivo de investigaciones en Italia (Finmeccanica), Brasil (Odebrecht) y Estados Unidos (SAP).

      Ahora bien, siendo que se presume que la lesión sufrida por el patrimonio estatal es del orden de los miles de millones de dólares, es menester preguntarnos si un sistema político tan maltrecho como es el panameño, tendrá la capacidad para deslindar y juzgar en derecho tamaña cantidad de casos de los más variopintos que cada día salen a la luz pública.

      En lo que a mí concierne, lo dudo mucho, toda vez que la única institución que observo cumpliendo sus funciones con prontitud y prestancia no obstante sus limitados recursos es el Ministerio Publico. Sin embargo, el desempeño del Órgano Judicial deja mucho que desear y es frustrante por decir lo menos, comoquiera que parece empantanado con los casos que le corresponde investigar, y al ritmo que opera pasaran milenios para que pueda fallar alguno de los casos de alto perfil que debe deslindar.

      Por ejemplo: ¿cuántos siglos le tomará a la Corte Suprema pronunciarse respecto a la nefasta y corrupta ley 55, también conocida como Ley Blindaje?

      Tal parece que existiera un pacto de no agresión entre los diferentes Órganos del Estado toda vez que la Corte no muestra interés en darle curso expedito a las denuncias contra los diputados nacionales y del Parlacen, mientras el Órgano Legislativo tampoco le da curso expedito a las serias denuncias que pesan contra algunos magistrados de la Corte, como si los panameños tenemos que contentarnos y conformarnos con los dos exmagistrados que sí investigaron.

      Puede que los tiempos de la justicia no sean los nuestros, que los funcionarios se cuiden de elaborar bien los casos para que no se caigan por tecnicismos y demás aristas que no manejamos los ciudadanos comunes y corrientes, lo cual se entiende, pero también entendemos cuando quieren vernos las caras de tontos y dilatan los procesos siglos y eternidades.

      Ni siquiera el Órgano Ejecutivo se salva de las suspicacias y sospechas de sesgo, selectividad, favoritismo, e impunidad, toda vez que, mientras ha demostrado dicho Órgano la voluntad -y lo reconocemos- para presentar las denuncias, realizar auditorías, y someter a las autoridades judiciales competentes, gran cantidad de casos de corrupción como nunca antes lo habíamos visto, se hacen de la vista gorda con ciertas instituciones que manejaron proyectos multimillonarios con supuestos sobrecostos, como es el caso del Ministerio de Obras Publicas, cuyos proyectos millonarios no vemos sean auditados e investigados con lujo de detalles y hasta la saciedad para determinar el buen o mal manejo de los mismos como la rendición de cuentas exige a todo funcionario e institución.

      En cuanto al Metro, se ratificó en sus cargos a los directivos del mismo, sin que se realice una auditoría forense sobre dicho proyecto, mientras se sigue adjudicando la línea 2 del Metro y otros proyectos como la renovación de la Ciudad de Colón a una empresa como Odebrecht que no necesito explicar por qué debió ser investigada e inhabilitada en Panamá como sí sucedió en otros países serios, decentes, y sin complejo de república circense, de pandereta, y bananera como la nuestra.

      Todas las obras realizadas por el MOP y otros ministerios, y todos los proyectos que administró el pasado gobierno, deben ser investigadas, auditadas, y verificado hasta el último centavo invertido, lo que no implica culpabilidad de nadie, ni violación de la presunción de inocencia, pero sí, rendición de cuentas y transparencia.

      En fin, el país no puede darse el lujo que la debacle institucional y patrimonial de la que somos testigos un día sí y otro también, termine en nada, y los infractores con medidas cautelares de casa, palacio, mansión, finca, país, y planeta por cárcel.

      Dicho eso, 4 millones de panameños tenemos que preguntarnos si seguiremos permitiendo que 9 magistrados de la Corte, 71 diputados de la Asamblea Nacional, y quienes componen el Órgano Ejecutivo, manejen nuestro patrimonio estatal a su antojo y como les dé la gana -como siempre ha sido desde 1903 hasta la fecha-, sin transparencia, sin rendición de cuentas, con impunidad, favoritismo, selectividad, etcétera, y si nos cruzaremos de brazos mientras se frustran el hambre y sed de justicia que tenemos y demandamos sean satisfechas.

      Si el sistema colapsó y tocamos fondo, pues, procede transformarlo vía una constituyente que nos permita cambiar a las autoridades de los Órganos del Estado que se resistan a cumplir con las funciones por las cuales les pagamos los ciudadanos que somos sus jefes –no sus esclavos, ni sus súbditos- y si toca reemplazarlos, pues hagámoslo.

      Es preciso que nos organicemos de frontera a frontera todos los ciudadanos para exigir rendición de cuentas total -no parcial ni selectiva-, para presionar a las autoridades por medio de marchas y demás medidas que impidan que el gran daño hecho a la patria quede impune; daño éste que no solo lesiona nuestro patrimonio, pero también nuestra imagen como país que hoy por hoy está por el suelo a nivel mundial, al ser objeto Panamá de investigaciones del FBI y demás organismos internacionales cuyas pesquisas demuestran que somos un antro para lavar dinero y un centro mundial de la corrupción donde se refugian las empresas más corruptas del planeta. Ponemos orden, o permitimos que un grupo de politiqueros que tienen el país secuestrado y estancado, lleven a Panamá directo al despeñadero, y después que nadie llore.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Compartir:

      • Facebook
      • Twitter
      • Reddit
      • Pinterest
      • Imprimir
      • LinkedIn
      • Correo electrónico
      • Pocket
      • Tumblr
      | 0 Comentarios Etiquetado como Órgano Ejecutivo, Corte Suprema, Erick Simpson Aguilera, Estado, rendición de cuentas
    • Análisis de la crisis política panameña

      Posteado a las 11:10 pm por Erick Simpson Aguilera, el 3 mayo, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      CRISIS 4

      Introducción:

      Que en Panamá existe una crisis política e institucional no es ningún secreto. Que el sistema político panameño parece haber colapsado hace rato, es notorio. Que el desgaste de las instituciones políticas panameñas es incuestionable, salta a la vista.

      Así las cosas, es preciso realizar un análisis que nos ayude a superar la crisis que afrontamos comoquiera que, en Panamá que dicho sea de paso, no es el único país del mundo que afronta una crisis política e institucional, de hecho, pareciera que ningún país se salva de esta debacle política, incluyendo las democracias más antiguas y las potencias mundiales, reitero, en Panamá todavía estamos a tiempo de enmendar y corregir el rumbo que nos está dirigiendo hacia el despeñadero, a diferencia de otros países que coquetean peligrosamente con el punto de no retorno de un Estado Fallido.

      En primera instancia, es importante poner en contexto la crisis política reconociendo que si bien cierto en la administración pasada dirigida por el expresidente Ricardo Martinelli, se acrecentó la crisis de una manera más pronunciada y evidente, dados los atentados que sufrió la institucionalidad democrática, a saber: concentración de poderes, transfuguismo, clientelismo político sin parangón, endeudamiento terrible para realizar obras -con supuestos sobrecostos- muchas de las cuales eran innecesarias, gravísimos actos de corrupción (caso PAN, etc.), populismo, demagogia, persecución política, etcétera, también es cierto y justo reconocer que, el gobierno pasado no fue el gestor de la crisis política que sufre Panamá, que ésta viene de arrastre, y que todos los partidos políticos tienen su cuota de responsabilidad en la debacle de las instituciones políticas panameñas por ser los verdaderos artífices de las malas artes que potenció el CD.

      Dicho lo cual, debemos realizar que, no por haber elegido los votantes a otro partido para administrar a la nación, la crisis política que afronta Panamá se solucionará por arte de magia, ni sus efectos nocivos se desvanecerán milagrosamente. Pensar eso sería pecar de ilusos.

      De hecho, si le damos un vistazo al ambiente político actual, realizaremos que el país sigue inmerso en una suerte de vorágine política que, aunque el termino no le resulte simpático a muchos, es una crisis política severa. A saber:

      I- Órgano Judicial: Un exmagistrado que fue presidente de dicho Órgano del Estado, fue condenado y encarcelado, quedando en la ciudadanía una sensación de duda acerca de los fallos en los que participó cuando realizaba los delitos que aceptó haber cometido. Otros magistrados de la Corte Suprema están siendo señalados con una lluvia de denuncias por la supuesta comisión de delitos de los más variopintos que incluyen la venta de fallos y otras bellezas. Reconocemos la presunción de inocencia de los magistrados denunciados, pero el daño hecho a la imagen del Órgano Judicial que es el poder del Estado llamado a impartir justicia, constituye una crisis muy grave.

      II- Órgano Legislativo: B/. 416,678,206.00 millones de dólares en concepto de partidas circuitales fueron manejados en el pasado quinquenio por los diputados de los cuales no pocos fueron reelectos, sin que al sol de hoy rindan cuentas por el uso dado a tamaña suma millonaria de dineros públicos.

      Gran cantidad de diputados de la actualidad son tránsfugas que por razones nada kosher en el pasado quinquenio traicionaron a sus electores cambiándose al partido CD.

      Muchos diputados fueron reelectos gracias al uso indebido de recursos del Estado durante la campaña política, regalando línea blanca, materiales de construcción, bolsas de comida, etcétera, los cuales fueron comprados con fondos públicos que son patrimonio de todos los panameños. Y los que fueron denunciados y el Tribunal Electoral (enfermo crónico de nepotismo también) les demostró el uso indebido de recursos del Estado para hacer proselitismo político, se les permitió participar en una nueva elección en la que algunos volvieron a triunfar demostrando que la corrupción no es patrimonio exclusivo de los políticos toda vez que, muchos ciudadanos son participes de la misma cual clientes políticos que transan sus votos al mejor postor.

      Dado el historial manchado de la Asamblea Nacional de Diputados, la mayoría de los panameños tienen mala opinión de dicho Órgano del Estado, no le dan credibilidad alguna, no se sienten representados por los diputados, y consideran al poder legislativo como una entidad no legitima y extremadamente corrupta.

      Como si todo esto fuera poca cosa, la Asamblea fracasó otra vez más ante la opinión pública panameña, en lo concerniente al blindaje ilegal que les otorga la inconstitucional ley 55 cual si fueran una suerte de reyes privilegiados por encima del resto de los ciudadanos, a los cuales no se les puede juzgar por crímenes comunes que nada tienen que ver con el ejercicio de sus funciones políticas, lo cual entorpece los procesos que se llevan a cabo por supuestos actos de corrupción cometidos en el gobierno pasado por actuales diputados que están blindados por ese fuero inconstitucional que frustra el hambre y sed de justicia de la ciudadanía, acumulándose la ira del pueblo con el peligro de una explosión social que ello implica.

      Si la Asamblea sigue divorciada del clamor popular, no discierne los tiempos que estamos viviendo, y se constituye en un estorbo a la justicia, y en una suerte de escudo humano para defender a presuntos infractores facilitándoles impunidad con el blindaje que la ley 55 ofrece, con experimentos de doble blindaje, y demás artimañas, deberán afrontar las consecuencias de sus actos al darle la espalda a un país entero que exige justicia, al preferir promover la impunidad, y al inmolarse en nombre de la corrupción.

      Sí esto no es una crisis política extremadamente grave y peligrosa, díganme qué lo es.

      III- Órgano Ejecutivo: Una crisis per se, no la percibo en este poder del Estado, comoquiera que, el Presidente Juan Carlos Varela todavía tiene el apoyo de la ciudadanía, goza de buena opinión de los panameños, y está tratando de cumplir con los temas sociales que prometió; aunque de manera muy lenta y errática para mi gusto.

      No obstante lo mencionado, sí percibo una crisis en ciernes en el Órgano Ejecutivo, toda vez que, la luna de miel con la ciudadanía terminó, la paciencia del panameño se agota, y las grandes carencias sociales siguen vigentes sin que se vea un plan de acción coherente y agresivo para solucionar estas deudas sociales que son muy pronunciadas, a saber: pobreza, desigualdad, educación de mala calidad, inseguridad, falta de agua, costo de la vida elevado, etcétera.

      A todo ello súmele el hecho de que el gobierno de turno aunque es más potable que el anterior, no ha renunciado del todo a las malas prácticas de la politiquería panameña, léase, nepotismo, otorgamiento de becas con un sesgo de índole social inverso (becas para nuestros allegados políticos y familiares aunque ellos no las necesiten por estar bien económicamente, y nada de ayuda para los más pobres que sí necesitan auxilio, para que sigan vulnerables y dependientes del clientelista y perverso sistema político), e incumplimiento de varias promesas de campaña como son la consulta ciudadana para realizar nombramientos claves, y convocar a un proceso constituyente del que ahora con el acostumbrado doble discurso reniegan.

      Como si dicho escenario del Órgano Ejecutivo no fuera lo suficientemente preocupante ya, también existe la posibilidad de que el país sea presa de la ingobernabilidad si el denominado «Pacto de Gobernabilidad» -que tiene más de rebuscabilidad o repartibilidad que de otra cosa- se vaya al traste siendo reemplazado por un nuevo pacto entre los partidos CD y PRD, lo cual dificultaría la aprobación de los proyectos del Presidente Varela en la Asamblea.

      1

      22 - copia

      Sin título

      Es importante destacar que, los partidos CD y PRD tienen todo el derecho de aliarse si sienten que tienen una agenda en común, que comparten un proyecto político estratégico para sus intereses conjuntos, y si piensan que existe afinidad entre los valores que profesan ambos partidos.

      Y los panameños también tenemos el derecho de reaccionar si nos percatamos durante el transcurrir de dicha alianza entre los mencionados partidos, de una afectación al normal desenvolvimiento del Estado, de un país trancado, estancado, y maniatado por trabas politiqueras, dificultándose las soluciones a los principales problemas que nos afectan a todos los panameños.

      Conclusión:

      En fin, Panamá sufre una pronunciada crisis política que impacta socialmente a los ciudadanos y puede mutar a crisis económica también (deuda pública, déficit fiscal, impuestos, presupuesto, manejo de la economía nacional, etc.) si le sumamos a la improvisación (impuesto fallido al combustible), lentitud, yerros, y acciones erráticas del Órgano Ejecutivo, la falta de justicia por blindajes y fueros inconstitucionales que promueven la impunidad e impedirían investigar, juzgar, y condenar a los presuntos infractores que pudieran haber saqueado el erario público como se presume, resultando dicha falta de justicia en la no recuperación de esos fondos que son necesarios para inyectar nuestra economía, aunado a la posible ingobernabilidad que impediría el manejo correcto de las finanzas públicas si optara una alianza opositora CD/PRD, por llenar de obstáculos el camino y desempeño del gobierno, y si deciden sabotear además, los proyectos de Estado impulsados por el Ejecutivo, ACP, etcétera, que son beneficiosos para la nación y que el país reclama (puertos y demás).

      Ésta crisis ahora política, y mañana no sabemos si integral puesto que la política, la economía, y lo social, están interconectados, viene de arrastre desde 1903 hasta la fecha de hoy en que la politiquería causante de la misma ha tomado ribetes muy peligrosos. Razón por la cual, es preciso que todos los panameños que amamos este país y velamos por el bienestar de todos sus ciudadanos, promovamos un gran dialogo nacional para subsanar las dolencias que aquejan al enfermo sistema político panameño, antes que éste haga implosión sembrando el caos y la ingobernabilidad de un Estado Fallido que cree las condiciones, y las ruinas sobre las cuales se erija un líder populista pseudo mesiánico que recoja los despojos para establecer un régimen de terror que termine de empeorar las cosas aún más de lo que ya están.

      Entiéndanlo, estimados panameños de todas las clases sociales, sectores, gremios, asociaciones, y partidos políticos, llegó el momento de convocar a un proceso constituyente para adecentar el país, y enrumbar a Panamá por derroteros de desarrollo humano, equidad social, institucionalidad democrática robusta, y prosperidad. Nosotros los panameños somos un pueblo hábil, bendecido, e inteligente para discernir el peligro que se cierne sobre nuestra nación si no actuamos, y para identificar la solución de la crisis. Ergo, en consenso debemos aplicar los correctivos necesarios para salir de esta crisis política que por peligrosa que sea, también es una oportunidad para crecer, madurar como nación, y triunfar.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Compartir:

      • Facebook
      • Twitter
      • Reddit
      • Pinterest
      • Imprimir
      • LinkedIn
      • Correo electrónico
      • Pocket
      • Tumblr
      | 0 Comentarios Etiquetado como análisis, Órgano Ejecutivo, Órgano Judicial, Órgano Legislativo, Cambio Democrático, CD, crisis política, crisis política panameña, Erick Simpson Aguilera, Panamá, Panameñismo, Partido Panameñista, partido prd, PRD, Presidente Juan Carlos Varela
    • Erick Simpson Aguilera

    • Follow Blog via Email

      Escriba su email para ser notificado de nuevos articulos

      Únete a otros 6.150 suscriptores

    • Social

      • Ver perfil de @Erick_Simpson_A en Twitter
    • Entradas Recientes

      • Administración Cortizo rompe récord en deuda pública
      • ¿Ley de retorsión para Europa, o brazos cruzados?
      • ¿Quieres agua?, “anda al río y búscala”
      • Ese dichoso 3%
      • Panamá, a 30 años de la invasión
      • Y ¿qué se los impide?
      • “Se ilumina la precaria nación”
      • Acerca de la reforma migratoria
      • Análisis de las elecciones 2019
      • Mi plan de gobierno
      • Vota por Panamá
      • Analizando el Pacto Migratorio Mundial
      • Panamá 197 años después
      • ¿Eres panameño? Entonces debes, $7,821.76
      • Proyecto Patria
      • Golazo eléctrico en tiempo de mundial
      • Panamá y Colombia, la misma politiquería
      • Los 10 mandamientos de la politiquería panameña:
      • Alí Babá y sus 40 ladrones magos
      • República Marginal
    • Calendario

      marzo 2021
      L M X J V S D
      1234567
      891011121314
      15161718192021
      22232425262728
      293031  
      « Nov    
    • Twitter

      • Adora a tu Dios youtu.be/KHit3u8Dguc a través de @YouTube 1 month ago
      • @armandomocci Borregos. 1 month ago
      • RT @armandomocci: Nos quitan nuestros derechos, nos encierran, nos ponen bozal obligatorio, no nos dejan trabajar, nos piden que no visitem… 1 month ago
      • 'La odisea del Darién' COMPLETO | En Portada youtu.be/jR1WrhLpLOA a través de @YouTube 1 month ago
      • Adora a tu Dios youtu.be/KHit3u8Dguc a través de @YouTube 1 month ago
      Follow @Erick_Simpson_A
    • Archivo de Entradas

    • Blog Stats

      • 898.637 hits
    • Comentarios recientes

      Anónimo en Administración Cortizo rompe r…
      bertaaliciarodriguez en El mito de la mano de obra ext…
      Erick Simpson Aguile… en ¿Quieres agua?, “anda al río y…
      Rubén Diez en ¿Quieres agua?, “anda al río y…
      Anónimo en ¿Quieres agua?, “anda al río y…

Powered by WordPress.com. Tema: Personal por Obox Themes.

loading Cancelar
La entrada no fue enviada. ¡Comprueba tus direcciones de correo electrónico!
Error en la comprobación del correo electrónico. Por favor, vuelve a intentarlo
Lo sentimos, tu blog no puede compartir entradas por correo electrónico.