Por: Erick Simpson Aguilera
Muy buen día apreciados lectores de Panamá Blog.
A continuación mi análisis de la situación actual de la economía panameña; sobre todo en lo concerniente a la deuda pública:
I- Condición:
La administración del presidente Juan Carlos Varela heredó una deuda pública del gobierno pasado por el orden de $17,639.4 millones de dólares, correspondiente al saldo de junio 30 de 2014.
En cuanto a los pasivos por concepto de proyectos llave en mano y por los compromisos de las empresas excluidas del Sector Público No Financiero (SPNF), léase: Tocumen, S.A., Empresa Nacional de Autopistas, S.A. (ENA) y Empresa de Transmisión Eléctrica S.A. (ETA), cuya contabilidad no se refleja en la deuda pública por maromas del gobierno pasado con el fin de maquillar el verdadero endeudamiento estatal que es terrible, no hay un informe oficial de sus saldos publicado en la página web de la Dirección de Crédito Público -al menos que yo lo sepa- por lo que me veo en la necesidad de tomar como ciertas las cifras dadas por los medios de comunicación, a saber:
- Deuda por pagar por proyectos llave en mano = $4,000 millones de dólares.
- Deuda por pagar por las empresas excluidas del Sector Publico No Financiero = $ 2,000 millones de dólares.
De manera que, la deuda pública real heredada por la administración actual rondaría los $23,639.4 millones de dólares a junio de 2014.
No obstante el gran endeudamiento heredado del gobierno pasado, la actual administración ha incrementado aun más la deuda pública hasta alcanzar ésta un saldo a febrero de 2015 del orden de los $18,240.7 millones de dólares, a los cuales si les sumamos los compromisos por concepto de proyectos llave en mano y de las empresas excluidas del SPNF, reflejaría un saldo de deuda pública real del orden de los $24,240.7 millones de dólares, que representan un endeudamiento per cápita (lo que adeuda cada panameño) de $6,717.80 dólares.
Es importante mencionar que, el ritmo de endeudamiento durante los ocho primeros meses de la Administración Martinelli, fue mucho menor ($385.1 millones de dólares menos) que el nivel de endeudamiento de los primeros ocho meses de la Administración Varela, comoquiera que, la deuda creció de junio 30 de 2009 a febrero 28 de 2010 por el orden de $216.2 millones de dólares, mientras que de junio 30 de 2014 a febrero 28 de 2015, se ha incrementado el saldo de la deuda pública por el orden de $601.3 millones de dólares.
II- Causas:
La preocupante situación del endeudamiento público en que se encuentra el Estado panameño obedece a la gula por finanzas publicas y la irresponsabilidad en el manejo de las mismas de que hizo gala el gobierno pasado que hipotecó el presente y futuro del país en una danza de millones sin parangón en la historia patria –y lo más triste es ver la corrupción conque administró gran parte de estos dineros el gobierno en cuestión, según demuestran las investigaciones por casos de corrupción un día sí y otro también–, cuyas secuelas ahora enfrenta el gobierno en turno que no debe copiar este fracasado modelo de endeudamiento sin frenos de su antecesor.
III- Criterio:
La ruta hacia una economía saludable, estable y sostenible en su crecimiento pasa por la responsabilidad y transparencia en el manejo de las finanzas públicas, por la productividad mediante actividades de valor agregado, en el uso y dominio de la tecnología de punta, y en la educación de alto nivel que mejore la productividad y por ende los salarios. Por el contrario, pretender basar una economía en el endeudamiento estatal excesivo y en el gasto público como principal y cuasi único motor de la economía como acontece en Panamá, es un modelo engañoso de burbuja económica que ya ha hecho estragos en economías allende nuestras fronteras como son España, Grecia, etcétera
IV- Efectos:
Como consecuencias de la borrachera y danza de millones en las finanzas publicas de que hizo gala el gobierno pasado que nos endeudó de una manera temeraria mientras el país era sometido a un saqueo que haría sonrojarse a los mismos Henry Morgan y Francis Drake, nos encontramos con el actual gobierno maniatado tratando de cumplir sus promesas de campaña, programas y proyectos sociales, mientras le hace frente al peso de una deuda pública temible que limita su capacidad de maniobra, a un déficit fiscal del orden de $1,880 millones de dólares, y a un déficit primario de $1,037 millones de dólares.
Así las cosas, resultaba obvio que algún día tendríamos que pagar el precio de este frenesí de endeudamiento irresponsable sin límite. De hecho, lo pronostiqué en unos cinco artículos previos sobre el particular que nos ocupa en plena fiesta económica del nefasto gobierno pasado.
De igual forma advierto ahora que, si el gobierno actual sigue con el mismo librito y receta de su antecesor endeudando al país alegremente y con un gasto publico desenfrenado que recaliente la economía, los efectos adversos de este tipo de economía ficticia y temporal, basada en una burbuja e ilusión, saltarán a la vista y no se precisa ser un economista nivel gurú para vaticinarlos.
Así mismo como una persona que se endeuda más allá de sus límites y capacidad de pago camina en una cuerda floja rumbo al desastre y la quiebra, si un país basa su economía solo en el endeudamiento desenfrenado, llegará el día en que esa deuda se torne impagable y tendremos que aceptar las demandas de los acreedores que exigirán los recursos y activos claves de nuestro hipotecado país en pago de la deuda pública. Si no me creen, pregúntenles a España y Grecia cómo les va con sus acreedores y si les simpatizan las odiosas recetas económicas que Alemania les impone.
V- Recomendación:
En primera instancia en menester recuperar los miles de millones de dólares que se presume fueron saqueados del erario público; en segundo lugar se precisa minimizar los gastos del sector público por concepto de planillas abultadas que hoy por hoy son una fuente de clientelismo para nombrar cual agencia de empleo a familiares, allegados, copartidarios, amigos y demás gente afín a los gobiernos de turno; eliminar cualquier gasto superfluo por concepto de viajes, viáticos, dietas y demás; mejorar el sistema de recaudación fiscal sin caer tampoco en los excesos y persecución del gobierno pasado que se dio a la tarea de perseguir fiscal y selectivamente a algunos empresarios; mejorar el sistema educativo para ir fundando las bases sobre las cuales se sostendrá nuestra economía a futuro, formando un recurso humano altamente calificado y productivo -no como hoy en día que el 39.1% de la población laboral trabaja en el sector informal-; erradicar el clientelismo y populismo que drenan con partidas circuitales, bonos, y subsidios de todo tipo las arcas del Estado; combatir la corrupción para que no se den más saqueos al patrimonio del Estado; todo lo que se les ocurra a los expertos gurús economistas del gobierno en turno para que justifiquen sus grandes salarios, siempre y cuando sus iniciativas sean más creativas que subirnos los impuestos a la clase media como suelen hacer para tomar la ruta más fácil; etcétera.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
El primer semestre del año 2009 corresponde a la administración Torrijos.