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    • Repercusiones del huracán Panamá Papers

      Posteado a las 6:57 pm por Erick Simpson Aguilera, el 5 abril, 2016

      Por: Erick Simpson Aguilera

      PORTADAS

      Tratando de asimilar el duro golpe de los Panamá Papers que tienen al país entero en estado de shock, y al mundo revuelto y mirándonos a los panameños con un dejo de desprecio cual si fuéramos una suerte de parias, me dispongo a explorar las posibles consecuencias del huracán denominado Panamá Papers.

      En primera instancia quiero hacer el intento de dimensionar el daño causado a nuestro país, para poner en contexto de manera pragmática el tema, y así explorar algunas posibles soluciones en virtud de que, de nada nos servirá echarnos a llorar, ni gritar a los 4 vientos que no somos un paraíso fiscal, que esto es un montaje y una campaña en nuestra contra. El daño está hecho y ahora toca como en toda guerra contabilizar nuestras bajas, y recuperar nuestros muertos y heridos.

      De hecho el aluvión de información perniciosa en todos los medios de comunicación del mundo, en los que Panamá es portada negativa en los diarios y tema de conversación en debates televisivos que pisotean nuestro nombre -y todos sabemos el daño severo que la mala publicidad causa- ha impactado y calado tan fuertemente en la psique del planeta entero que para el mundo somos un paraíso fiscal y punto; somos una suerte de guarida fiscal para esconder fortunas y evadir impuestos, y les tiene sin cuidado a los habitantes del planeta que 4 millones de panameños opinemos lo contrario. Ese es el desastroso escenario mundial por más que nos duela. Panamá se ha convertido en sinónimo de ilegalidad; en una palabra sucia como me dijo un amigo; y de nada nos servirá entrar en negación ni llorar, lo cual no cambiará la realidad, ergo toca ser realistas, pragmáticos, prácticos y creativos para superar ésta dura prueba.

      Así las cosas, ya poco importa si Los Panamá Papers son un ataque de la OCDE en contubernio con los medios de comunicación, o si los periodistas que realizaron la investigación con los 11.5 millones de documentos hackeados al bufete panameño Mossack Fonseca fueron utilizados por un titiritero de la OCDE que les filtró la base de datos hackeada, comoquiera que ya el daño está hecho y tenemos que lidiar con las consecuencias negativas que han afectado severamente la imagen y el nombre de nuestro país, lo cual va mucho más allá de la actividad económica generada por las offshore y los paraísos fiscales y trasciende hasta impactar negativamente muchos rubros que son pilares de nuestra economía como por ejemplo la inversión extranjera directa (IED) que pudiera verse disminuida si empresas serias dejan de vernos como un destino potable para invertir su dinero, toda vez que quizás prefieran evitar a un país con tan mala reputación, y qué decir del sector turismo que es una de nuestras principales industrias y puede verse afectado por una publicidad negativa que pinte a Panamá como una cueva de ladrones, lavandería de dinero sucio y una nación sin ley.

      Les doy algunos ejemplos concretos, un amigo me comentaba hoy que un allegado suyo de nacionalidad española estaba planificando invertir en Panamá en el sector agro para la exportación, pero después del tsunami de los Panamá Papers reconsideró su intención porque prefiere no invertir en un país con tan mala reputación. Ese es un caso entre muchos más que se están dando, pero hay otros de menor escala que también reflejan el daño que una mala publicidad puede causarnos, como el caso de una pareja de jubilados de USA que estaba planificando mudarse a Panamá pero ahora temen transferir sus ahorros a nuestra banca que está en el ojo de la tormenta, y una larga lista de etcéteras por el estilo de gran o menor magnitud, pero que todas reflejan el daño a la imagen y competitividad de la nación istmeña, ocasionado por éste desafortunado suceso.

      Muchas aristas tenemos que evaluar y ojalá que el gobierno con su equipo de trabajo, asesores, consultores, gurús, botellas y demás burócratas, dimensionen bien el escenario al que nos enfrentamos, toda vez que este odioso suceso denominado para nuestra vergüenza: Panamá Papers, marcará un punto de inflexión, un antes y un después en la historia patria, querámoslo o no.

      En cuanto a los hipócritas países de la OCDE, sabemos cómo se maneja ese cartel mafioso que pretende dictar cátedra de moral y embaucarnos con el cuento de que persiguen y quieren erradicar a los paraísos fiscales cuando todos sabemos muy bien que USA, Reino Unido, Alemania, etcétera, son los principales paraísos fiscales del planeta, simplemente que no aceptan competencia en su mercado de ocultar fortunas para evadir impuestos, negocio del que debemos comenzar a cuestionarnos los panameños si en verdad el país depende de dicha actividad para sobrevivir; cuál es el peso exacto en el PIB nacional de las actividades relacionadas con las empresas offshore y los paraísos fiscales; y si vale la pena por éste negocio del que se benefician unos pocos, afectar a todo un país y a cualquier cantidad de rubros que sí tienen un peso significativo en nuestro PIB.

      Como mencioné en mi artículo de ayer en donde abordé en detalle el tema que nos ocupa, que se prepare el gobierno panameño para lo que se nos viene encima, porque ésta guerra de desgaste apenas comienza y ya veremos a Colombia a pesar de ser un país sin moral para señalar a nadie por afectar al planeta entero con sus flagelos, ninguneándonos otra vez con su lista negra de paraísos fiscales y ahora con el apoyo de todo el mundo que les dará la razón –pero para ellos tenemos la ley de retorsión para ver quién pierde más- y a los países líderes del cartel mafioso llamado OCDE, enfilar sus cañones en contra nuestra para darnos el jaque mate.

      Veremos a Francia que desde que fracasó en su aventura canalera se traumó con nosotros; a Alemania que tuvo la desfachatez de comprar la base de datos hackeada al bufete Mossack y Fonseca, sin que nuestro gobierno diga ni esta boca es mía ante tamaño atentado en contra de nuestro país; a USA que es la verdadera guarida del dinero asqueroso del mundo, léase, del producto del trafico de drogas, armas, personas, y demás bellezas por el estilo; al Reino Unido que es la estrella del lavado mundial con su famosa City de Londres y sus 24 jurisdicciones opacas; y al resto de mercenarios de la OCDE, pidiendo sanciones y mano dura para Panamá y dándonos el tiro de gracia, porque ésta es una guerra entre mafias que se disputan el negocio y solo ellos tienen derecho a ocultar dinero, es decir, quiénes son los panameños para atreverse a disputarle el mercado y territorios a las grandes potencias que son las verdaderas guaridas fiscales.

      Dicho eso, toca ser pragmáticos, realistas, prácticos y creativos, para no desgastarnos en guerras que no podemos ganar, y con cabeza fría medir los pasos que debemos de dar como país, evaluando y pesando todas las variables en una balanza que nos ayude a determinar el cómo reinventarnos como nación; el cómo levantarnos del hueco en el qué estamos hoy día a la faz del mundo que nos mira con malos ojos y sospecha de nosotros como si ser panameño fuera sinónimo de bandido por haber sido irrespetuosamente utilizado el nombre de nuestro país para una trama negativa de impacto mundial (Panamá Papers), ocasionando dicho atentado que el nombre Panamá equivalga a ilegalidad para muchas personas en todo el mundo.

      En fin, revisemos nuestro modelo de negocios; rescatemos la imagen del país; renunciemos a la corrupción y a las malas prácticas; reinventémonos con una reingeniería que explote todo el potencial del que goza Panamá que gracias a Dios es mucho; apostemos por una educación de calidad que nos permita producir bienes con valor agregado; por el turismo que es una industria en franco crecimiento y que promete mucho; por nuestro canal ampliado y todas las actividades conexas que giran en torno a nuestra privilegiada posición geográfica, construyendo mega puertos, etcétera; y venguémonos de los que buscan nuestro mal levantándonos de las cenizas de la ignominia y la mala fama mundial, y triunfando porque a Panamá y a los panameños no nos pará nadie y menos con Dios de nuestro lado que siempre nos bendice y favorece para envidia de muchos.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

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      | 9 comentarios Etiquetado como Erick Simpson, Erick Simpson Aguilera, escandalo, evasión fiscal, los paepeles de Panamá, Panamá, Panamá Papers, paraísos fiscales, sociedades offshore
    • Un tsunami llamado The Panamá Papers

      Posteado a las 8:41 pm por Erick Simpson Aguilera, el 4 abril, 2016

      Por: Erick Simpson Aguilera

      PANAMA PAPERS

      Después de recuperarme parcialmente del aluvión de información en todos los medios de comunicación del mundo por el sonado escándalo denominado “The Panama Papers” (Los papeles de Panamá), que cual tsunami de largo alcance impactó negativamente la imagen de nuestro país por todo el orbe, procedo con cabeza fría y más calmado, a compartir con ustedes estimados lectores, mis apreciaciones sobre el particular.

      1- ¿Qué es exactamente el escándalo que ha sacudido al mundo denominado The Panama Papers (Los papeles de Panamá)?

      Según El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el diario alemán Süddeutsche Zeitung, y otros socios de los medios de comunicación (376 periodistas que trabajaron en 25 idiomas en 80 países) los cuales realizaron en conjunto la pesquisa que nos ocupa, “The Panamá Papers es una investigación sin precedentes que revela los vínculos offshore de algunas de las figuras más prominentes del globo”.

      2- ¿Cómo se llevó a cabo la investigación?

      Éste grupo de investigadores trabajó un año analizando 11,5 millones de archivos filtrados (en comparación los famosos Wikileaks de Julian Assange solo suman 1,2 millones de documentos) de la firma de abogados con sede en Panamá de nombre Mossack Fonseca, los cuales representan 2,6 terabytes de datos filtrados que exponen según los investigadores en mención, “el uso de empresas offshore por parte de líderes políticos mundiales, enlaces a escándalos globales, y los detalles de los tratos financieros ocultos de estafadores, traficantes de droga, billonarios, celebridades, estrellas del deporte y más, para ocultar fortunas y evadir impuestos”.

      Dicho eso, podemos dimensionar los panameños el alcance y la clase de trabajo investigativo del que estamos hablando, el cual no es el reportaje de un periodista, pero sí un trabajo titánico de tal magnitud que no bastará con la descalificación y satanización a priori para aminorar el gran impacto mundial del mensaje en cuestión, a saber, que nuestro país es una guarida mundial clave para ocultar fortunas bien y mal habidas y así lograr evadir impuestos. Es decir, asistimos los panameños a una suerte de película de terror que amenaza con golpear severamente la credibilidad de Panamá, y muchos logros en materia financiera que nos costó décadas de esfuerzo posicionar, pueden verse afectados.

      Sigue explicando El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que por la cantidad de documentos es probable que esta sea la mayor filtración de información privilegiada en la historia. Añade el consorcio en mención que, “Los 2,6 terabytes de datos que componen los archivos de The Panamá Papers fueron obtenidos por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidos con ICIJ y más de 100 socios de los medios”.

       “El análisis de los registros filtrados reveló información sobre más de 214.000 empresas offshore conectadas a personas en más de 200 países y territorios, entre las cuales destacan el rey saudita Salman bin Abdulaziz, el presidente de Ucrania Petro Poroshenko, el líder sirio Bashar al Assad, el futbolista Lionel Messi, Michel Platini, el ex presidente de la UEFA, el presidente de Argentina Mauricio Macri, Sigmundur David Gunnlaugsson, primer ministro de Islandia, el director de cine Pedro Almodóvar, la hermana mayor del rey Don Juan Carlos I, Doña Pilar de Borbón, el presidente ruso Vladimir Putin, Iván Zamorano, exdelantero de la selección de Chile, Jackie Chan, actor, etcétera. Los datos incluyen mensajes de correo electrónico, hojas de cálculo financieras, pasaportes, los registros corporativos que revelan los secretos de los propietarios de las cuentas bancarias y empresas en 21 jurisdicciones offshore, incluyendo Nevada, Hong Kong y las Islas Vírgenes Británicas”.

      3- ¿Qué es El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación?

      Es importante destacar que, según el sitio web de ICIJ , El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación es una red global de más de 190 periodistas de investigación que abarca a más de 65 países que colaboran en un análisis profundo de reportajes de investigación, la cual fue fundada en 1997 por el respetado periodista estadounidense Chuck Lewis. ICIJ inició como un proyecto del Centro para la Integridad Pública para extender el estilo de periodismo de vigilancia del Centro, centrándose en temas que trascienden las fronteras nacionales como son: la delincuencia transfronteriza, la corrupción, y la rendición de cuentas del poder. Respaldados por el Centro y sus especialistas de información asistida por ordenador, expertos en registros públicos, verificadores y abogados, los periodistas y editores de ICIJ proporcionan recursos en tiempo real y herramientas con tecnología de última generación y técnicas para periodistas de todo el mundo.

      4- ¿Cómo debe reaccionar Panamá ante éste escándalo de talla mundial?

      Así las cosas, las autoridades panameñas deben medir muy bien los pasos a seguir para salvar al país del desastre financiero que se nos avecina, comoquiera que, si bien es cierto la firma Mossack Fonseca, a la cual dicho sea de paso, no juzgo ni eximo en virtud que carezco de pruebas para endilgarles delito alguno, y no me toca por otra parte defenderlos (ellos son expertos y sabrán defenderse solos); como decía, si bien es cierto dicha firma no es Panamá, el hecho de que se haya nombrado al escándalo en cuestión The Panamá Papers (Los Papeles de Panamá), nos indica que el golpe lo recibirá nuestro país entero comenzando por su centro financiero y siguiendo con el efecto dómino que dicho golpe ocasionará si no manejamos éste tema con la sabiduría y prudencia que amerita.

      Por otra parte, hablar de una conspiración internacional orquestada por países competidores para destruir el centro financiero panameño, y hacerse con su mercado, me resulta muy temerario en virtud que estaríamos asegurando que semejante cantidad de periodistas de distintos países, lenguajes, y medios de comunicación del orbe, dedicaron un año de trabajo para hacer de mercenarios y sicarios financieros de otros paraísos fiscales que compiten con nosotros y así sacarnos de circulación, lo cual me parece una falta de respeto enorme y una acusación que tendría que sustentarse con pruebas y no con fanatismo, emociones, patrioterismos baratos, ni falsos nacionalismos.

      Es que cuesta tanto creer en tamaña conspiración en la cual también habrían caído prácticamente todos los medios de comunicación del planeta que han publicado en sus portadas de hoy el caso que nos ocupa dándole credibilidad al trabajo realizado por los periodistas autores del The Panamá Papers. Mencione cualquier diario importante del planeta, y verá la cobertura que le han dado al caso en cuestión cuya repercusión ha sido de talla mundial. Amar a Panamá no implica negar la realidad ni tergiversar lo hechos. Estamos ante un hecho inédito de proporciones y consecuencias insospechadas, toda vez que, son 11.5 millones de documentos de los cuales falta mucha información por salir a la luz pública, pero una vez que sean publicados seguirán haciendo añicos la imagen de Panamá por el continuo goteo de dosis en dosis de ignominia y mala fama para el país.

      Ahora bien, de que nuestros competidores capitalizarán este escándalo a su favor y en nuestra contra, de eso no hay duda. Ya veremos a los países hipócritas de la OCDE que son grandes paraísos fiscales, a saber: USA con su Delaware, Wyoming, y Nevada; el Reino Unido con su City de Londres y sus 24 jurisdicciones opacas; Alemania con su Frankfurt; etcétera; así como a algunos esbirros de la OCDE como Colombia, que alegará que nos merecemos estar en su lista negra de paraísos fiscales si no cedemos a sus demandas, y procederá a gravarnos con aranceles injustificados. Que se prepare el gobierno para ver a todos esos enemigos de la economía panameña haciendo leña del árbol caído y satanizándonos para sacar ventaja alevosamente en nuestra contra, y pidiendo todo tipo de sanciones económicas y presiones políticas contra Panamá para darnos el jaque mate.

      En fin, ahora sabremos si el presidente Juan Carlos Varela y su equipo de trabajo tienen la estatura de estadistas que se requiere para salvar éste golpe certero en contra de nuestro país, porque nos duela o no, lo aceptemos o neguemos, al abogado Ramón Fonseca lo relacionan con el gobierno por haber sido hasta hace poco asesor del presidente Varela y dirigente de su partido. De modo que, el enfoque mundial sobre el tema que nos ocupa desde luego que tiene como protagonistas al bufete Mossack y Fonseca que reitero, lo relacionan con el gobierno de turno, pero trasciende al bufete per se y al gobierno hasta alcanzar a Panamá como país, enfocándolo mundialmente a raíz de este reportaje como una guarida para esconder fortunas, una lavandería de dinero sucio, y un país facilitador de mecanismos de evasión en otras jurisdicciones cual sede y centro neurálgico de las operaciones para ocultar dinero en otras guaridas fiscales también.

      Ese es el enfoque mundial, y por eso el nombre tan odioso que se escogió para la investigación (The Panamá Papers). A eso nos enfrentamos; esa es la guerra; esa es la amenaza que se cierne sobre nosotros. Ergo, actuemos con inteligencia y a la altura de las circunstancias, porque entrar en negación y lloriqueos, no cambiará la realidad objetiva que debemos afrontar con sapiencia, ciencia y cabeza fría.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      A continuación algunos videos que aclaran el tema en cuestión, y las explicaciones del abogado Ramón Fonseca que es justo que las escuchemos también para hacer un balance entre todas las partes, a saber, entre lo dicho por los acusadores y por los acusados.

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    • Ecocidio en Panamá

      Posteado a las 1:50 am por Erick Simpson Aguilera, el 16 septiembre, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      ecocide

      El planeta tierra agoniza por mano del hombre que cual ecocida en serie comete suicidio masivo destruyendo el propio hábitat en donde reside. Panamá no es la excepción a ésta locura colectiva planetaria que tiene como meta violentar toda la creación para que se desate el Apocalipsis.

      Calentamiento global; polución en los mares y ríos que son impactados por la intervención humana; chemtrails envenenando los aires; agroquímicos (pesticidas), desechos industriales, mala disposición de aguas residuales y lixiviados (minería) contaminando la tierra y las aguas subterráneas; transgénicos colonizando las tierras de cultivo y desplazando a las semillas naturales; mala disposición de los desechos; destrucción y relleno de manglares y humedales para realizar de$arrollo$ urbanístico$ en detrimento del frágil ecosistema que nos protege contra las inundaciones; tala indiscriminada por ánimo de lucro desmedido; etcétera; son los medios a través de los cuales el “ser humano” está cavando su propia tumba al destruir el planeta que le sustenta.

      ¿Cómo se explica tanta locura, avaricia, maldad, gula, e insensatez al punto de llamarle “desarrollo” a la destrucción del planeta que nos cobija contaminando el aire que respiramos, envenenando el agua que bebemos, dañando la tierra que produce los alimentos que comemos, y destruyendo los arboles, arrecifes, manglares y humedales que nos dan vida y protegen?

      En verdad que, lo que ridículamente llamamos “civilización” demuestra como dijo Albert Einstein que “La estupidez humana es infinita”, toda vez que consideramos muy “civilizado” acabar con la naturaleza que sustenta nuestra existencia. Es oportuno destacar que, éste ecocidio del que somos víctimas o cómplices, es el cumplimiento de las profecías bíblicas cuyos efectos nos impactan -independientemente si creemos en ellas o no- cual principio de dolores de una tierra que gime por la maldad del hombre que la habita.

      En cuanto a Panamá se refiere, no escapamos de ésta desgracia mundial que se ensaña a una contra el planeta, su flora y su fauna, depredando a toda la creación por el ánimo de lucro desmedido de unos psicópatas con poder que se congratulan destruyendo el planeta (envenenando ríos y océanos, talando bosques, destruyendo manglares y humedales, etcétera) y arrastrarán a toda la humanidad en su locura ecocida.

      Las recientes inundaciones acaecidas en Juan Díaz y San Miguelito demuestran que estamos fracasando en el tema de la protección medioambiental, toda vez que, todos tenemos nuestra cuota de culpa en la factura que la naturaleza nos está pasando, comoquiera que, contaminamos los ríos con basura, no reciclamos, disponemos los desechos donde nos dé la gana, y no nos activamos como ciudadanos serios para hacerle frente a los principales responsables de la contaminación medioambiental que sufrimos y cuyos efectos hoy día nos inundan, a saber: a los constructores, y desarrolladores inmobiliarios que depredan nuestro frágil ecosistema violando todas las leyes y violentado a nuestros manglares y humedales que constituyen una barrera natural contra las inundaciones, rellenando por encima del nivel de los techos de las casas inundadas, y haciendo canales que ni un estudiante los hace de esa manera tan mediocre que en lugar de canalizar las aguas provocan que éstas regresen y aneguen las casas, mientras los gobiernos nacionales y municipales en contubernio con éstas empresas ecocidas, les aprueban todos los permisos y EIA’s habidos y por haber aunque ello implique construir sobre manglares y otros crímenes medioambientales por el estilo.inundación

      De manera que, todos somos responsables por acción u omisión en la degradación de nuestro ecosistema al punto de vulneración actual que roza la crisis siendo que, lastimosamente faltan muchas inundaciones más, dado que la temporada de lluvia aun no ha arreciado a su máximo nivel. Reitero, todos somos responsables, a saber: los ciudadanos en menos medida pero responsables al fin y al cabo por nuestros malos hábitos –por no decir nuestra cultura de suciedad-, y por nuestra indolencia que nos mantiene callados ante los atentados contra el ambiente que sufre el país, y en mayor medida los constructores ecocidas con sus socios de los gobiernos nacionales y locales que les aprueban todos sus desmanes y atentado$ contra la naturaleza. inundación2

      En fin, termino exhortándolos apreciados lectores, a que todos tomemos conciencia de la situación medioambiental frágil cual cuerda floja en la que estamos, y que tomemos las medidas pertinentes para detener la tendencia hacia la destrucción del ecosistema en la que vamos actualmente en picada hacia el desastre, aunque ello implique paralizar el país para que el gobierno entienda que debe velar por todos los panameños y por la protección de nuestro territorio, y no por los bolsillos de ciertos constructores depredadores del ecosistema que todo lo valorizan en dólares sin importarles que para hacer caja tengan que acabar con el Darién, los manglares, los humedales, la cuenca del canal, los ríos, mares, montañas, y tierras de todo el país. Si toca paralizar Panamá para que se legisle en materia ambiental de manera más estricta, y para que se cumplan las leyes castigando con vehemencia a los infractores, pues tocará hacerlo, porque la opción de no hacer nada, nos saldrá muy cara y terminaremos todos anegados por un lado, y desérticos por otro.

      inundación 5

      Aclaro como siempre, para no darle ventaja alguna a los malintencionados tergiversadores que nunca faltan que, no estoy proponiendo acabar con la industria de la construcción la cual es importantísima para nuestra economía y aporta mucho al PIB nacional. De lo que hablo es de evitar la destrucción de nuestro ecosistema, lo cual es factible y no riñe con un desarrollo inmobiliario sustentable que respete e incorpore a la naturaleza en sus construcciones, en lugar de destruirla. Panamá es un país favorecido por Dios con toda suerte de recursos naturales cual si de un paraíso se tratara; cuidémoslo y maduremos de una vez por todas.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      inundación4

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    • De estadísticas y percepciones

      Posteado a las 6:39 pm por Erick Simpson Aguilera, el 15 julio, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      inseguridad

      Justo en el medio entre las frías estadísticas y la percepción ciudadana yace la realidad objetiva que ninguna de las dos partes que alegan tener la razón reconocen.

      Así las cosas, el ministro de seguridad Rodolfo Aguilera señala que las estadísticas de inseguridad muestran un declive de los crímenes y demás delitos que se cometen en el país. Mientras la ciudadanía siente que el crimen y el hampa campean cada día más en Panamá.

      Ahora bien, sin tratar de desmeritar las estadísticas oficiales, debemos reconocer que las mismas no son omnipresentes ni infalibles, comoquiera que quienes llevan estos registros no pueden estar en cada rincón del país registrando, y quienes sufren los delitos no siempre los reportan por miedo a las represalias de las pandillas y demás razones.

      De manera que, el margen entre lo que dicen las estadísticas de crímenes y delitos y la realidad es muy amplio como para darle una contundencia a las estadísticas para medir con exactitud el tema de la inseguridad que científicamente no la tiene cuando sacamos de la ecuación la variable de los delitos no reportados.

      Razón por la cual, la percepción ciudadana no puede minimizarse tildándose de espuria, apócrifa, poco científica, alarmista y fantasiosa, toda vez que, son los ciudadanos quienes sufren los embates de la delincuencia un día sí y otro también y saben de la fuerza que están tomando las pandillas que se apoderan de los barrios del país con AK-47 (mientras el gobierno sigue hablándonos de estadísticas frías), de los robos, asaltos, violaciones, de las nuevas modalidades de crímenes importados gracias a la irresponsable y permisiva política migratoria, de los secuestros, asesinatos de sus vecinos, familiares, conocidos, etcétera, que suceden cada día con mayor frecuencia (vivo en Juan Díaz y sé de lo que hablo).

      Ahora bien, debemos tener cuidado para no caer en el pánico ciudadano provocado por gente malintencionada que por interés político de dejar mal al gobierno y sacar ventaja inundan las redes sociales con toda suerte de testimonios anónimos de presuntas víctimas de delitos con el propósito de espantar a la ciudadanía y vender una imagen falsa de un país que no obstante la innegable inseguridad que sufre -con todo respeto- no es Venezuela, México, Centroamérica, ni Colombia como algunos alarmistas politiqueros quieren hacernos creer por demagogia y oportunismo.

      Dicho esto, es preciso que pesemos los audios de supuestos testimonios que nos envían por whatsapp, y las historias de Facebook, Twitter, etcétera, para no caer en el engaño y el pánico provocado sin fundamento creíble. Lo que no implica que todos los casos publicados por estos medios sean falsos, comoquiera que algunos si están documentados y las victimas se identifican plenamente.

      Finalizo señalando que, es menester que el gobierno tome el control del país como corresponde, entiéndase, desarticulando desde los cabecillas hasta sus bases a las pandillas, organizaciones criminales y demás, -que solo las autoridades «no conocen» dónde y quiénes las operan- y haciéndose presentes 24/7 en los sitios más poblados del país cual si hubiera una Cumbre de las Américas, eventos en los cuales sí se ponen las pilas los estamentos de seguridad nacional custodiando y controlando toda la nación  -de frontera a frontera- hasta reducir el delito a su mínima expresión, para acto seguido dormirse en los laureles nuevamente y cederle terreno al crimen tan pronto se van los invitados.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

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    • ¿Por qué necesitan blindaje?

      Posteado a las 2:33 pm por Erick Simpson Aguilera, el 29 abril, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      IMPUNIDAD

      Los diputados panameños tendrán mil argumentos para defender su necesidad de blindarse y que la justicia no los alcance como al resto de los mortales ciudadanos panameños, y «se respetan» sus alegatos. Sin embargo, opino que «quien no la debe, no la teme», y me da mala espina la fijación que tienen no pocos diputados con los fueros que promueven la impunidad, los cuales ahora avalan la nefasta ley 55 aprobada en el infame quinquenio pasado, al dejar vigentes varios vicios de la misma.

      Que el gobierno pasado haya promovido la impunidad y el retroceso en materia de justicia no sorprende a nadie, pero, que la bancada del PRD insista en perpetuar la impunidad manteniendo la prueba sumaria e idónea, es un hecho que no podemos pasar por alto y del cual debemos tomar nota los ciudadanos para medir sus verdaderas intenciones.

      Palabras más, palabras menos, el requisito de acompañar a la denuncia ciudadana contra algún diputado la prueba sumaria e idónea implica que el ciudadano denunciante debe realizar por sus propios medios la investigación y entregar prácticamente un expediente documentado con toda suerte de pruebas fuera de su alcance, para que sea admitida alguna denuncia contra los protegidos diputados.

      De forma tal que, resulta prácticamente inviable e imposible que un ciudadano que sospecha de algún ilícito cometido por estos «seres superiores» (diputados) que gozan de fueros y privilegios que la Constitución no les otorga, y se sienten por encima de la ley, del bien y del mal, pueda presentar alguna denuncia para que sean investigados los «honorables» diputados.

      Dicho lo cual, los ciudadanos que sumamos millones de panameños, tenemos que cuestionarnos si permitiremos que unos cuantos diputados que son nuestros supuestos representantes en la Asamblea, se representen a sí mismos en detrimento de la justicia equitativa que exigimos.

      En fin, yo no me siento representado y estoy seguro que la mayoría de panameños tampoco, por los diputados, quienes en mi opinión defienden sus propios intereses particulares y los de sus partidos políticos, en detrimento de los intereses de las mayorías y del país que son vulnerados por las leyes lesivas que aprueban.

      Razón por la cual, y ante la insistencia de los diputados de burlarse de los panameños y promover la impunidad, no obstante el gran saqueo sufrido por la nación que precisa de marcos legales transparentes para que las investigaciones se realicen sin obstáculos ni fueros exagerados, debemos entender los ciudadanos de qué lado están los diputados en cuestión, y proceder en consecuencia. Es decir que, debemos organizarnos y barrer esa Asamblea que no está en sintonía con los intereses del país, mediante una constituyente que adecente de veras y sanee a Panamá de toda esta podredumbre e impunidad que carcome el sistema político que colapsó por tanto abuso, excesos, corrupción e impunidad.

      A ver si el presidente Juan Carlos Varela quien prometió en campaña encabezar el movimiento pro constituyente cumple su compromiso como está haciendo la presidenta chilena Michelle Bachelet quien prometió lo mismo en su campaña, pero a diferencia de Varela, ya anunció este martes lo siguiente: «Daremos inicio al Proceso Constituyente abierto a la ciudadanía, a través de diálogos, debates, consultas y cabildos, que deberá desembocar en la Nueva Carta Fundamental, plenamente democrática y ciudadana, que todos nos merecemos»

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Leer artículo: BBC Mundo – Chile: Bachelet anuncia nueva Constitución y reformas contra la corrupción.

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      | 1 comentario Etiquetado como asamblea nacional, Blindaje, corrupción, Diputados, Erick Simpson, impunidad, Juan Carlos Varela, Ley 55, ley antiblindaje, Panamá, partidas circuitales
    • Acerca de la infame ley 55

      Posteado a las 9:00 pm por Erick Simpson Aguilera, el 13 marzo, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      impunidad

      «Si hubiera esa norma realmente sería una situación escandalosa que en plazo de dos meses sea el plazo que impida que luego haya una investigación». Opinión del jurista peruano José Ugaz respecto a la infame e inmoral ley 55 que blinda cual escudo de impunidad a los diputados panameños al establecer un plazo de dos meses para que la Corte Suprema de Justicia realice y finalice las investigaciones a diputados y de no ser así, culminaría la investigación extinguiéndose la acción.

      Que una ley de blindaje tan escandalosa -como la calificó el jurista en mención- haya sido engendrada por el nefasto gobierno pasado que hoy en día está quedando de relieve como el más corrupto de la historia patria a tenor de las investigaciones que un día sí y otro también nos abruman por el nivel de corrupción al que fue sometido el país en el pasado quinquenio, no sorprende a nadie. Lo que sí llama la atención es que la nueva administración gubernamental que se rasga las vestiduras como adalides de la transparencia, no agilice el proyecto de ley para derogar el esperpento jurídico en cuestión a sabiendas que la ley 55 fue creada con alevosía y constituye una ruta de escape para cualquier cantidad de corruptos.

      En realidad estoy pecando de iluso al mostrarme sorprendido por la renuencia de la actual Asamblea a derogar la inmoral ley 55, comoquiera que muchos de los diputados de todos los partidos administraron partidas circuitales por el orden de 416 millones de dólares sin que sepamos al sol de hoy el uso dado a tal cantidad astronómica de dinero, y la ley en cuestión les viene como anillo al dedo para efectos de cualquier investigación como demostró la Corte Suprema al no admitir la denuncia contra 34 diputados reelectos por el uso dado a $403.4 millones en partidas circuitales asignadas en el gobierno anterior invocando como sustento legal de su rechazo a investigar a los diputados reelectos, la nefasta ley 55.

      Es preciso aclarar que, no estoy acusando a diputado alguno de nada; solo exijo que rindan cuentas porque 416 millones de dólares no son dos reales y los panameños tenemos derecho a saber cómo se usan nuestros impuestos. Razón por la cual exigimos a la Contraloría auditar el uso dado a las partidas circuitales y someter a la Corte los hallazgos de lesión al patrimonio del Estado en caso que se detectara algún uso doloso de estos fondos para ver con qué otra excusa barata nos sale la Corte que debió investigar este caso y realizar su propia auditoría sin pretender que los ciudadanos seamos quienes investiguemos y auditemos para luego ellos fallar.

      Así las cosas, es menester que adecentemos nuestro país antes que toquemos fondo llegando al punto de no retorno, directo al despeñadero de un Estado fallido como ha acontecido con otros países hermanos del área que comenzaron como nosotros y hoy se lamentan de no haber reaccionado a tiempo.

      No más pactos de no agresión entre los Órganos del Estado. Exigimos transparencia, justicia, y rendición de cuentas en lo que respecta al uso dado a las partidas circuitales y a las denuncias contra magistrados de la Corte que reposan en la Asamblea sin que los diputados procedan a darles curso.

      De lo contrario llegaremos a la conclusión que los Órganos del Estado no funcionan, lo que implicaría la necesidad de revocar de sus cargos a sus miembros, toda vez  que, ningún país puede caminar con sus poderes estatales paralizados e inoperantes. Además, el poder público emana del pueblo; lo que significa que magistrados y diputados son nuestros empleados y como tales se les exige resultados, y si no cumplen con sus deberes y responsabilidades deben ser destituidos como cualquier mortal empleado que responde a un jefe, léase, a los ciudadanos panameños que somos los jefes de todos los funcionarios que administran nuestro patrimonio patrio.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Proverbios 31:8 Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. 
      31:9 Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso. 

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    • Acerca del juicio a Moncada

      Posteado a las 1:09 am por Erick Simpson Aguilera, el 9 marzo, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      moncada

      Es cierto que en un país donde la justicia es una leyenda urbana y la elite político-económica goza de impunidad y licencia para delinquir, una dosis de justicia por pequeña que esta sea constituye una bocanada de aire fresco y nos llena de esperanzas de que el sistema de justicia por fin funcione y alcance a ricos y pobres, a encumbrados políticamente y a ciudadanos del común por igual.

      Razón por la cual aplaudo en cierta medida (no del todo; luego me explico) el accionar de la «Asamblea Nacional» -más bien del fiscal y las juezas- en el caso que nos ocupa, y del Ministerio Público -dicho sea de paso- que se ha dado a la tarea de investigar a políticos y empresarios de alto perfil de una manera que nunca antes habíamos visto en Panamá. Enhorabuena por ello, pero seguimos a la espera de que el brazo de la justicia alcance también a los políticos nivel tiburón, y a los empresarios categoría alfa, «caiga quien caiga«.

      Todavía falta mucho por hacer en materia de justicia y aún persiste la sensación más que justificada de que se actúa selectivamente, comoquiera que empresarios del circulo cero y políticos categoría alfa siguen fuera del alcance de la ley y gozando de impunidad, pero reconozco que al menos ahora hay más esperanza de que sus días de impunidad terminarán pronto.

      No obstante la sensación de satisfacción en mención, no debemos los ciudadanos obnubilarnos, ni pasarnos de eufóricos lanzando fuegos artificiales, sin analizar a profundidad lo que realmente aconteció con el caso Moncada, del cual es menester hacer una lectura propicia para aprender las lecciones que del mismo se desprenden y no caer en los mismos errores en casos similares que afrontemos eventualmente.

      Sobre dicho particular opino que el acuerdo mediante el cual se juzgó al exmagistrado Alejandro Moncada Luna, el cual estipuló una condena de 60 meses (5 años) de prisión por aceptar la comisión de los delitos de enriquecimiento injustificado y falsedad de documentos, mientras se libraba de ser juzgado por los cargos de corrupción de funcionarios y blanqueo de capitales que son mucho más graves que los anteriores, es un acuerdo lesivo para los intereses del país.

      Sí, ya sé que quienes aplauden el acuerdo en cuestión señalan que de no haberse realizado el mismo corríamos el riesgo de que el Sr. Moncada saliera libre por el matiz político conque el caso sería tratado por los «honorables» diputados de la patria, muchos de los cuales se escucha que, ya se frotaban las manos maquinando el usufructo que podían capitalizar votando de una forma u otra en el caso en mención.

      Sin embargo, considero que hubiera sido mucho mejor poner a prueba el sistema para que el mismo quedara en evidencia, toda vez que el ciudadano Moncada ya había confesado sus delitos y si la Asamblea lo absolvía de culpa no obstante su confesión, la misma se caería cual castillo de naipes al quedar de relieve la inoperancia de un sistema corrupto, vendido al mejor postor, y entredicho.

      Así las cosas, considero que nos estamos entreteniendo con los efectos del problema sin erradicar las causas del mismo, toda vez que no es un argumento sólido alegar que el acuerdo era necesario porque no confiamos en el accionar de los diputados, que no es lo mismo que promover un acuerdo beneficioso para el país por basarse éste en la cooperación del implicado con la finalidad de desmantelar toda la red de corrupción entretejida en el caso que nos ocupa, a saber: la identificación de los corruptores, la participación de los bancos, explicar a quiénes se benefició o perjudicó con equis fallos, y determinar si otros magistrados que siguen administrando justicia o funcionarios de otros órganos del Estado, están implicados en esta trama de corrupción.

      Alejandro Moncada Luna no actuó solo, y si era necesario darle concesiones de rebaja de pena, debía haber sido a cambio de su cooperación para capturar a los corruptores y cómplices, y no para salvar a algunos diputados corruptos de la debacle política que se avecinaba y de quedar en evidencia ante la faz del país como mercaderes que transan votos al mejor postor pisoteando la justicia y las leyes.

      Así entiende su servidor la razón de ser de los acuerdos judiciales, a saber: rebaja de penas para el implicado a cambio de su cooperación para capturar la mayor cantidad de implicados posibles, no como un vil trueque político para salvar un sistema corroído desde sus bases (órganos judicial y legislativo), el cual es mejor que se caiga para reconstruirlo con cimientos nuevos, y no ignorarlo para que persista la enfermad terminal que padece este corrupto sistema político panameño. De manera que, por enfocarnos en los efectos, las causas y vicios del sistema subsisten.

      En fin, considero que el acuerdo en mención nos priva a los panameños de deslindar con mayor propiedad la participación de funcionarios, empresarios y banqueros de alto perfil en el caso que nos ocupa por no lograr como condición para cristalizar el mismo la cooperación del hoy condenado para desmantelar la red de corrupción, y de paso le hizo un favor enorme a una desprestigiada Asamblea Nacional que asistía a la prueba de fuego de su historia cuyas consecuencias podían dar al traste con muchas curules ante la ira de un pueblo que se sentiría estafado y actuaría en consecuencia, independientemente del voto secreto porque el historial manchado de muchos diputados es del dominio público y hacia ellos se canalizaría el malestar nacional por un posible fallo torcido.

      Esa es mi lectura del caso Moncada, la cual se resume en una sola frase, a saber: Nos distrajimos con los efectos, sin erradicar las causas del problema político panameño las cuales persisten. No nos engañemos; la severa crisis institucional que sufren los órganos judicial y legislativo sigue vigente.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Constituyente soberana ya.

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      | 1 comentario Etiquetado como Alejandro Moncada Luna, corrupción de funcionarios, Erick Simpson, moncada, Moncada Luna, Sr. Moncada
    • No al impuesto al combustible

      Posteado a las 7:47 pm por Erick Simpson Aguilera, el 5 febrero, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

      combustible

      El plan de gobierno de la alianza «El Pueblo Primero», la cual se alzó con el triunfo y hoy gobierna el país, en el eje denominado «Política fiscal sostenible con equidad «, señala lo siguiente:

      3.2.3 Poner fin a la política de sobrecargar a la clase media con impuestos excesivos. Nos comprometemos a no aumentar las tasas ni a crear nuevos impuestos y a simplificar el sistema de pago de impuestos de manera que deje de ser una experiencia negativa para a los contribuyentes.

      Siendo ello así, no entiendo la iniciativa de aumentar 20 cts. por galón el impuesto al combustible para costear el aumento a los jubilados y pensionados de la Caja de Seguro Social, cuyo proyecto fue aprobado el martes por el Consejo de Gabinete y presentado hoy a la Asamblea Nacional por el ministro encargado de Salud, Miguel Mayo.

      Si bien es cierto, nadie discute que se les aumenten las pensiones a los jubilados que a duras penas sobreviven con un costo de la vida por las nubes y que continua in crescendo, también es cierto que, el mecanismo de financiamiento escogido fue el más desatinado por no decir descabellado, que se le pudo ocurrir al gobierno, comoquiera que, golpear a la clase media con más impuestos cuando estamos asistiendo un día sí y otro también al saqueo más grande que ha sufrido la patria, el cual se dice que alcanza los miles de millones de dólares, le pasará una factura muy alta al actual gobierno por no haber resuelto todavía el atraco causado a nuestros impuestos y exigirnos sin embargo, más sacrificios fiscales.

      Definitivamente que, el sentido de la oportunidad de los asesores económicos del gobierno está atrofiado. Pareciera que no saben leer los tiempos políticos, ni la coyuntura social efervescente que estamos viviendo. El país está convulsionado e indignado por la mega corrupción que hemos sufrido y no es el momento de meterle las manos en sus bolsillos para nada, por muy noble que sea la causa. A ese ritmo, el desgaste del presidente Varela romperá record al acabar con su popularidad y apoyo ciudadano en menos de un año, provocando marchas y protestas masivas en su contra.

      Por otro lado, eso de argumentar que, porque la gasolina bajó de precio los panameños tenemos que ser solidarios y financiar los aumentos a jubilados, es una bofetada a los ciudadanos, y suena a que no tenemos derecho a un respiro y tan pronto tengamos un alivio económico, el gobierno nos lo quitará y nos asfixiará con más impuestos.

      Además, el otro argumento de que la tendencia del costo del combustible seguirá a la baja por muchos años, es un alegato risible, infantil e iluso, toda vez que, el precio del combustible es volátil y así como baja se dispara por cualquier atentado o evento fortuito que impacte el mercado. De hecho, cuando el costo del barril de petróleo se disparó por las nubes, muchos economistas «expertos» aseguraron que nunca más volvería  a costar menos de $ 100 dólares el barril, y veamos ahora su precio. Ergo, no podemos basarnos en pronósticos de economistas adivinos, ni de pitoniso alguno.

      Esta medida improvisada, populista, y demagógica (que demagógico resulta hacer ver al pueblo como el que no quiere el aumento a los jubilados), asusta, toda vez que, lo lleva a uno a preguntarse ¿en manos de qué improvisados está la economía nacional?

      Es cierto que, las finanzas publicas sufrieron por la danza de millones y endeudamiento temerario de la pasada administración, y ahora se siente la presión por generar ingresos para hacerle frente a compromisos sociales, proyectos, y pago de deuda, pero, se precisa de mente fría, medir bien, creatividad, profesionalismo, y visión de estadista; no recurrir al camino fácil cediendo a la tentación de castigar a la clase media, aumentándole impuestos antojadizos sin calcular sus efectos nocivos en la economía nacional y calidad de vida de los panameños.

      En fin, no estoy de acuerdo con esta iniciativa tan improvisada y antojadiza cuyos efectos nocivos no se han medido bien. Existen miles de fuentes de financiamiento posibles para aumentar a los jubilados, a saber: impuestos al consumo de licor, cigarrillo, casinos, hipódromo, etcétera. También podemos bajar los salarios a los diputados, ministros, directores de entidades autónomas, jefes de departamento, asesores, botellas y demás ; eliminar partidas, reducir dietas, viáticos, alquileres de autos, y demás gastos superfluos que abundan en el Estado; recuperar los miles de millones de dólares saqueados del erario público, etcétera. Si hablan de solidaridad, que comiencen ellos por dar el ejemplo, renunciando a la vida de reyes y despilfarros financiados con nuestros impuestos.

      Este pueblo ya no aguanta más abusos, y si tenemos que salir a las calles para alzar nuestras voces y gritar: No al impuesto al combustible, lo haremos.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      «Constituyente soberana ya».

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    • Jaque mate a la impunidad

      Posteado a las 5:13 pm por Erick Simpson Aguilera, el 30 enero, 2015

      Por: Erick Simpson Aguilera

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      La marcha “por la justicia, la dignidad y contra la impunidad y cárcel para los corruptos”, les mandó un mensaje contundente a los mercaderes que ven al Estado como un botín a ser saqueado cada cinco años sin mayores consecuencias como había sido la usanza hasta ahora. El pueblo panameño dijo basta a la corrupción e impunidad que han rebasado todos los límites hasta asquear a una nación que exige justicia y cárcel para los corruptos.

      La debacle y la podredumbre de la pasada administración ya eran del dominio público pero ahora se confirma por las cuentas millonarias incautadas hasta ahora (quizás sean apenas la punta del iceberg), testimonios de implicados, confesión del modus operandi, y demás hallazgos detectados por las autoridades un día sí y otro también que, la lesión patrimonial causada al Estado es de una magnitud espeluznante y sin parangón en la historia patria.

      Así las cosas, los ciudadanos han decidido abandonar su zona de confort y dejar de ser convidados de piedra para ejercer su ciudadanía de manera activa y vigilante, exigiendo en las calles que se investigue todo lo actuado “caiga quien caiga”, y que se recupere el patrimonio estatal que se compruebe haber sido lesionado.

      De manera que, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y demás autoridades judiciales, afrontan el reto de sus vidas toda vez que, los casos que deberán dilucidar serán analizados vigilantemente y con lupa por todo un país, léase, desde el más humilde trabajador hasta el más acaudalo empresario, comoquiera que, es un país entero el que clama por justicia y contra la impunidad.

      Hasta ahora la CSJ ha seguido los pasos necesarios en apego a la ley. No obstante, entiendan señores magistrados que, dada la poca credibilidad de la que gozan, la cual se han ganado a pulso, y hasta en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial es puesta de relieve la falta de independencia judicial como el lastre que más competitividad nos resta como nación, los panameños tenemos serias dudas sobre su accionar y seguiremos vigilando su proceder de cerca y exigiendo un referendo que los remueva de sus cargos como poder soberano que somos, si las expectativas y hambre de justicia de Panamá se ven frustradas por una justicia torcida.

      Es preciso aclarar que, no estamos amenazando a los magistrados, sino más bien, llevando a la práctica el artículo 2 de la Constitución que señala lo siguiente:

      Artículo 2.- El Poder Público sólo emana del pueblo. Lo ejerce el Estado conforme está Constitución lo establece, por medio de los Órganos Legislativos, Ejecutivos y Judicial, los cuales actúan limitada y separadamente, pero en armónica colaboración.

      De modo que, el poder público es del pueblo, ergo somos sus jefes y si el sistema de justicia no funciona, tenemos todo el derecho a prescindir de sus servicios como empleados nuestros que son, y contratar a otros que cumplan con sus funciones adecuada y satisfactoriamente.

      En cuanto al proceso per se, tampoco estamos sugiriendo que los magistrados deban linchar judicialmente a nadie para contentar a la nación que exige justicia, más bien estamos demandando que se lleven a cabo los procesos en estricto derecho y apego a las leyes, respetando claro está, la presunción de inocencia de los señalados, pero condenándolos sin titubear si existen las pruebas fehacientes que demuestren su culpabilidad. Ni más, ni menos.

      En fin, termino felicitando a todos los panameños que participaron de la marcha y exhortando a los que no asistieron a que participen de las próximas movilizaciones, de manera que comiencen a ejercer sus derechos ciudadanos como un calentamiento previo al proceso constituyente soberano e incluyente que cual onda expansiva tomará fuerza de frontera a frontera hasta que levantemos a nuestro país de la ruina moral, económica y política en que nos han sumido no solo el anterior gobierno que fue el más nefasto y dañino de la historia patria, pero no el inventor de los vicios que padecemos, ni posee el patrimonio de la corrupción, comoquiera que este mal viene de arrastre y precisa ser erradicado o reducido a su mínima expresión -para ser más realista- dándonos los panameños otra oportunidad de hacer las cosas bien mediante un proceso constituyente que adecente la cosa pública y enrumbe a la nación por derroteros de desarrollo, justicia y paz.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      A continuación, fotos de la marcha de ayer:

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      | 0 Comentarios Etiquetado como Erick Simpson, impunidad, la Corrupción, la historia patria, la nación
    • Apaga y vámonos

      Posteado a las 5:07 am por Erick Simpson Aguilera, el 11 agosto, 2014

      Por: Erick Simpson Aguilera

      349_MANOS_ATADAS_IMG_001

      Escuchar a altos funcionarios del nuevo gobierno señalar que, no confían en ciertas autoridades responsables de administrar justicia y fiscalizar el uso dado a los fondos públicos, a saber: Procuradora, Contralora, Magistrados de la Corte, Fiscal Electoral, etcétera, y que debido a dicha desconfianza, se tomarán su tiempo en lo concerniente a someter casos de presuntos actos de corrupción que requieren trámite judicial, o fiscalizador, hasta que las autoridades en cuestión culminen sus periodos y salgan del sistema, es un síntoma de que la institucionalidad democrática panameña tocó fondo y está agonizando, sino es que murió hace rato y nos negamos a reconocerlo.

      Quién sabe, de pronto estamos viviendo una ilusión gracias a un autoengaño colectivo, jurando que vivimos en una democracia funcional, sin percatarnos de que vivimos en una partidocracia, inmunocracia, plutocracia, corruptocracia, bananacracia, o en cualquier otra suerte de régimen ajeno a una verdadera democracia en la cual los poderes del Estado funcionan, y el Órgano Judicial como uno de ellos, está basado en un sistema de justicia, y no de injusticia como lo sufrimos hoy por hoy en Panamá.

      De ninguna manera estoy sugiriendo que este caos institucional que padecemos, es culpa del gobierno en turno que apenas acaba de comenzar, comoquiera que, desde 1903 hasta la fecha, gobierno tras gobierno, han aportado no su granito de arena, sino más bien, sus grandes rocas sólidas, en la destrucción de la institucionalidad democrática panameña, cuyas bellezas históricas, léase, crueldades políticas y demás actos perversos contra la democracia, nos han llevado al estado agonizante al que estamos asistiendo hoy en día.

      De hecho, su servidor tampoco confía en las mencionadas instituciones (ni en la Asamblea Nacional, cabe destacar), y soy de la opinión de que las mismas responden a intereses políticos y de otra índole. No obstante, solo soy un ciudadano más del común y lo que yo opine, no tiene mayor repercusión en el quehacer político nacional, pero, que sean las máximas autoridades las que aseguren desconfiar de magistrados, fiscales, procuradores, contralora, etcétera, debe por lo menos estremecernos a los que aspiramos a vivir en un país medianamente decente, toda vez que, si las instituciones de justicia no funcionan, significa que estamos a merced de personas con mucho poder no aptas moral ni éticamente para ejercer el cargo que ocupan, lo que en la práctica implica que, nadie nos garantiza a los ciudadanos que gozaremos de una justicia no torcida, y que no seremos víctimas de un sistema de injusticia secuestrado por funcionarios con agendas cuestionadas por las máximas autoridades.

      Así las cosas, debemos cuestionarnos todos los ciudadanos, qué pasos debemos seguir para garantizarnos nuestros derechos ciudadanos, sin mendingárselos a político alguno.

      Dicho lo cual, sugiero a los ciudadanos, gremios, asociaciones, etcétera, que nos activemos para impulsar una constituyente originaria que barra con toda esta podredumbre que nos asedia, y establezcamos una democracia seria -no caricaturesca- en la cual los funcionarios públicos rindan cuentas del manejo dado al patrimonio de todos los panameños; en la cual la justicia funcione y politiquero que se enriquezca asaltando las arcas del Estado, pague con cárcel; en donde el sistema electoral responda al bienestar de las mayorías y no a un grupo de partidos políticos huecos, clientelistas, demagogos, populistas, electoreros, y sin ideología alguna que monopolizan el poder; en donde las campañas políticas sean sufragas solo por el Estado; y en la cual se flexibilicen los requisitos para la participación de candidatos independientes.

      Otra opción menos drástica que la anterior sería que, las nuevas autoridades que aseguran sentirse con las manos atadas por la falta de credibilidad de ciertos funcionarios, exploren  la posibilidad de crear fiscalías especiales que investiguen todo los actuado por el exgobierno, en aras de adecentar de una vez por todas, el desgreño institucional que sufre Panamá, y una vez satisfecha el hambre de justicia de los panameños, procedan a cumplir con su compromiso de convocar a una constituyente para refundar la patria. Soñar no cuesta nada.

      Ojalá que no acontezca lo mismo de siempre, es decir, absolutamente nada, y nos quedemos una vez más con las ganas de saber en qué se usó hasta el último centavo, léase, miles de millones de dólares, administrados en el quinquenio pasado, incluidos los 416 millones de dólares en partidas circuitales distribuidos entre todos los partidos de la fauna politiquera criolla.

      En fin, concluyo reiterando que, ya sea por A o por B, los ciudadanos debemos tener nuestra propia agenda para defender nuestros derechos, que es preciso  organizarnos, e impulsar un proyecto de constituyente, para no confiar negligente e ilusamente, nuestro bienestar en manos de políticos profesionales que, desde que Panamá es Republica, han defendido solamente sus exclusivos y mezquinos intereses, sin importarles los de las mayorías.

      Saludos cordiales.

      Erick Simpson Aguilera.

      Democracia: “Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. Régimen político basado en esta doctrina”.

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      | 1 comentario Etiquetado como asamblea nacional, Erick Simpson, Fiscal Electoral, funcionarios públicos, Panamá
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