Por: Erick Simpson Aguilera
En apenas un año y tres meses de la Administración Cortizo, la deuda publica panameña cuyo saldo acumulado a junio de 2019 (final de la Administración Varela), ascendía a $26,612.4 MM, mientras que, a septiembre del presente año asciende a la exorbitante cifra de $36,107.2 MM, se ha incrementado por el orden de $9,494.8 MM (36%); incremento que rebasa en escaso año y tres meses de gobierno, a las deudas adquiridas por todas las administraciones anteriores, en sus cinco años de gestiones.
Resulta alarmante, por decir lo menos, pero espeluznante sería un termino más atinado, que la administración de turno esté endeudando a la nación a un ritmo trepidante nunca visto; y eso que ya estábamos asustados cuando la Administración Martinelli, inauguró la danza de los millones en deuda pública, la cual fue rebasada por la Administración Varela en dichos menesteres; recurriendo ambas al endeudamiento público en demasía, e hipotecando así, el futuro de la nación panameña, al comprometer las finanzas del Estado.
Es oportuno reiterar que, el ritmo vertiginoso de endeudamiento de las Administraciones Martinelli y Varela, se dio en el periodo de cinco años de gestión de cada una, mientras que, el gobierno de turno (Administración Cortizo) en solo un año y tres meses ya rebasó en deuda pública a ambas administraciones en mención, lo cual resulta escalofriante, por decir lo menos. A dicho ritmo de endeudamiento tan galopante, en cinco años, nuestro país, Panamá, estará hipotecado, léase, empeñado a las instituciones crediticias internacionales y locales, toda vez que, el 2021 la pandemia pasará factura a la economía mundial, ergo, el panorama no se pinta nada halagador de cara al futuro.
Sí, yo sé que el 2020 ha sido un año irregular en todo el planeta y que los ingresos fiscales han caído en el mundo entero; no obstante esa realidad, me pregunto si la “Dubái de América”, no dispone de fondos y ahorros propios, y pretende vivir del crédito, refinanciando deuda para pagar más deuda hasta que los acreedores nos embarguen el país con sus principales activos. Si no hay fondos locales para sobrevivir a la pandemia, cabe preguntarse a dónde fueron a dar los ingresos producidos en todos los años de bonanza y crecimiento económico que vivió Panamá, del que tanto se jactaban los políticos panameños. Dicho eso, considero que, practicar un sinnúmero de auditorías y rendición de cuentas es lo que procede para explicar el por qué estamos a merced de los mercados crediticios y no podemos sobrevivir a la crisis mundial sin recurrir al crédito, ahora que queda al desnudo la realidad de la economía panameña.
Así las cosas, es preciso exigir al gobierno en funciones una rendición de cuentas del uso dado a los $9,494.8 millones de dólares de deuda pública que ha adquirido en apenas un año y tres meses de gestión, toda vez que, tamaño monto que dobla a la ampliación del canal de Panamá, ni siquiera la pandemia lo puede justificar completamente (al menos que hayan construido mega hospitales en cada provincia), según mi humilde opinión que puede estar errada siendo que no manejo la información del verdadero destino dado a dichos fondos, pero invito al gobierno a corregirnos a los panameños que dudamos y exigimos cuentas con el derecho ciudadano que nos asiste, publicando un informe a la nación que justifique el uso dado a cada real adquirido mediante una deuda temible que rebasa todos los limites conocidos, en apenas, reitero, un año y tres meses de gestión, y que reporte la situación actual verdadera de las finanzas del Estado y de la economía panameña per se.
Saludos cordiales,
Erick Simpson Aguilera.
Un pensamiento en “Administración Cortizo rompe récord en deuda pública”
Anónimo
Tiene toda la razón señor Aguilera se debe rendir cuenta de todo lo adquirido debemos ser fiscalizadores