Por: Erick Simpson Aguilera
En ocasión de la próxima contienda electoral que se avecina, los invito a explorar conmigo la situación político/social actual de Panamá, con la finalidad de que votemos por la opción que más se acerque a la visión de construir un país funcional, y no por aquellas opciones rancias y trilladas que se aferran al fallido, agotado y corrupto sistema que hoy por hoy ni siquiera constituye un estancamiento como solía ser con los conocidos gobiernos politiqueros que no avanzan, pero sí, un franco retroceso a las épocas más oscuras de la patria.
En primera instancia, quisiera abordar el tema desde una visión libre de demagogia comoquiera que, el ideal o proyecto de construir una nación funcional, sustentable, y sostenible, en la cual se alcance el pleno desarrollo humano, la equidad social, y el crecimiento económico constante, no es una tarea tan fácil que digamos como para lograrlo de la noche a la mañana saltándonos el proceso de primero gatear, para luego caminar, y por último correr con pasos firmes. De modo que, no se trata de vender soluciones mágicas ni pócimas esotéricas como hacen los estafadores políticos en cada campaña electoral, pero sí de cambiar de rumbo, toda vez que, el país camina hoy en día, por caminos escabrosos que conducen al fracaso.
De hecho, si tomamos en cuenta la edad de nuestra nación panameña con relación a otras naciones del mundo cuya existencia es tan antigua que hasta en la Biblia son mencionadas, Panamá se encuentra en plena infancia, habida cuenta que, una vez independizados de España, caímos bajo la orbita de La Gran Colombia; después bajo el control de Colombia (Nueva Granada), y por último nos convertimos en una suerte de colonia estadounidense. De modo que, hablando en estricto apego a los hechos históricos, Panamá comenzó a gatear con su proyecto de nación “soberana” desde el 31 de diciembre de 1999, cuando las tropas estadounidenses abandonaron el istmo y todo el territorio nacional comenzó a estar bajo jurisdicción panameña.
De manera que, la tarea que tenemos por delante para construir una identidad nacional y un proyecto de nación exitoso, es titánica. Tomemos por ejemplo como marco de referencia, a la Madre Patria, España:
En la península ibérica, los habitantes originarios eran los Tartessos (la famosa Tarsis que menciona la biblia), los iberos y los celtas. A estos se unieron colonizadores griegos que traficaban con Tarsis (Iberia), y fenicios (cuyo origen era cananeo, a saber: Líbano, Tiro, Sidón y también colonizaron en África del norte a Cartago). Se puede decir que esos pueblos constituyen en cierta forma el primer Estado organizado de la península ibérica. Posteriormente, los romanos dominaron la península ibérica a la cual bautizaron como Hispania (“el escritor y poeta latino Quinto Ennio, que vivió entre los años 239 y 169 A.C, es el primero que llama Hispania a Iberia en su Historia Romana”).
Después de la caída del imperio romano, por España pasaron como conquistadores los visigodos (invasores germánicos), y estos cedieron el dominio sobre la península ibérica, a los musulmanes del Califato Omeya, al sucumbir luego de 15 largos años de guerra. Como todos sabemos, en 1492 los reinos cristianos de la península ibérica, reconquistaron el territorio hasta entonces en poder de los musulmanes, y en el mismo año “descubrieron” Las Américas y se convirtieron en un imperio de talla mundial del cual Panamá formó parte vital por su privilegiada posición geográfica que fue utilizada por el Reino de España para mover las riquezas de su imperio a la península.
Así las cosas, me pregunto el por qué teniendo el Reino de España una historia tan antigua, su proyecto de nación no está consolidado al día de hoy, y más bien son presa de separatismos / independentismos, que rozan el fanatismo y la xenofobia; el por qué sus instituciones son débiles (caso Rajoy); el por qué sufren en demasía de corrupción gubernamental / empresarial (son expertos en sobrecostos y adendas); el por qué el paro y la precariedad laboral campean a sus anchas en la nación en cuestión; y el por qué España padece de una serie de flagelos que son más propios de Hispanoamérica, que de Europa?
Dicho eso destaco que, el camino que tiene Panamá por delante para construir las bases y consolidar un proyecto de nación exitoso, no es nada fácil, como demuestra el citado ejemplo de nuestra Madre Patria España.
De modo que, el transitar de Panamá hasta ahora, ha sido corto, está en ciernes, y nos resta largo camino por delante. Ergo, hay esperanza de hacer las cosas mejor como se amerita para cambiar el ritmo trepidante hacia el despeñadero político, debacle social, y crisis económica, en que nos han sumido un pequeño grupo de politiqueros corruptos en contubernio con cierto sector empresarial que ostentan el poder político/económico en Panamá, los cuales son muy dados a las más bajas pasiones y malas artes que corroen el sistema, léase, a la corrupción, tráfico de influencias, negociados, saqueos de las arcas públicas, impunidad, justicia torcida, nepotismo, clientelismo político, populismo, mediocridad administrativa, instituciones débiles (los tres poderes del Estado están en una crisis profunda y coquetean con descarrilar el sistema al traste), y demás flagelos que son creadores de pobreza, desigualdad y crisis sociales que amenazan con detonar más temprano que tarde.
En fin, hermanos panameños de todas las clases sociales, gremios, asociaciones, partidos políticos, independientes, campesinos, indígenas, provincianos, capitalinos e isleños, ya todos sabemos de lo que son capaces los politiqueros del patio; de su gran habilidad para malograr un país con todas las ventajas para triunfar hasta tornarlo en un proyecto inviable que bordea el despeñadero en el cual las instituciones de los tres Órganos del Estado tambalean actualmente, mientras la deuda publica crece cada día más, la educación hace agua, la inseguridad campea, el desempleo crece, el costo de la vida se dispara, la pobreza se mantiene, la precariedad laboral y el empleo informal proliferan, y la desigualdad es una de las más temibles y pronunciadas del planeta. Ese es el proyecto de nación de la elite que desgobierna Panamá desde 1903 hasta la fecha, y cada día están más cerca de lograr su cometido de desestabilizar a la nación hasta hundirla en el fango de la ingobernabilidad y la crisis social.
Así las cosas, hermanos panameños, llegó la hora de madurar y ponernos serios; dejemos el relajo, el juega vivo, el poco importa, y la mentalidad bananera de eterno carnaval; pongámonos la camiseta de Panamá y enrumbemos de una vez por todas a nuestra nación por derroteros de éxito, equidad, desarrollo y progreso; y ubiquemos en su lugar al hampa politiquera no votando por los más insignes parásitos de la patria, personajes oscuros a los cuales ya conocemos hasta la saciedad por más caretas que usen en época electoral para tratar de embaucarnos una vez más con sus falsas promesas, cantos de sirena, y supuestos buenos deseos que nunca aterrizan porque no es su verdadera intención el bienestar de la patria, y ni siquiera son capaces de sustentar un proyecto de país con coherencia y mucho menos de llevarlo a cabo cuando acceden al poder.
Ahora bien, si tú, hermano panameño, eres conformista, toleras la corrupción, consideras el juega vivo tu hábitat natural, y la politiquería como parte del ADN y cultura panameña, y te importa poco quién gobierne siempre y cuando comparta contigo y tus allegados las migajas de sus despojos a la patria en forma de subsidios, bolsas de comida, donaciones, materiales de construcción, becas, nombramientos, botellas, y demás dadivas clientelistas, pues después no te quejes cuando te golpea el incesante aumento del costo de la vida, la inseguridad, el sistema educativo paupérrimo, el sistema de salud colapsado, la desigualdad y la pobreza, porque no eres victima de los politiqueros, pero lo que sí eres es cómplice de esos rufianes que destruyen la institucionalidad democrática, la calidad de vida, el clima de inversiones por la mala fama de país bananero y corrupto que mundialmente nos dan, y la sana convivencia de Panamá.
Sinceramente, me preocupa mucho la situación actual de Panamá, porque no es solo la clase de politiqueros que nos desgobiernan que son de la más baja ralea, pero también la clase de ciudadanos que está deformando el corrupto sistema basado en antivalores y que desprecia el mérito, el esfuerzo, la honradez y el sacrificio, mientras aúpan a todo aquel que tenga dotes para ser un juega vivista politiquero corrupto. Hoy por hoy, no son pocos los panameños habituados a las malas artes, a la corrupción, a los atajos, y demás artimañas, los cuales muchas veces critican a los políticos, pero si ellos estuvieran en el poder, se les nota el talante y potencial para superar con creces al más maleante de los especímenes de la fauna politiquera criolla. Y en un estado mucho más deplorable están aquellos ciudadanos que son defensores acérrimos de unos personajes oscuros que encarnan lo peor de la politiquería corrupta panameña. Si esos son sus líderes, me imagino que comparten sus bajas maneras y se identifican con sus antivalores.
Da miedo lo que está pasando en Panamá; desanima; frustra; agota; desgasta; y por eso mientras antes escribía hasta tres artículos por semana, ahora si acaso escribo uno cada 2 o 3 meses, porque siento que Panamá es un caso perdido; que esto no tiene arreglo; y que cuando abramos los ojos, seremos como Venezuela o Nicaragua; o quizá hasta peor; nadie conoce la clase de hueco en que podemos hundir al país por más inmunes que nos creamos; nadie se imaginó ver por ejemplo a un país petrolero como Venezuela, en la triste situación en que se encuentra; no juguemos con nuestra suerte.
Dios quiera que los panameños entendamos a tiempo y no tengamos que pasar por una guerra en la que todos perdamos; y mediante un dialogo nacional de todos los sectores del país, digamos a una voz: ¿Saben qué? “Basta ya de tanta maleantería política, saqueo, impunidad, mediocridad gubernamental y despropósito”. De modo que, de forma pacífica, ciudadanos, políticos, empresarios, trabajadores, agremiados, estudiantes, iglesias, asociaciones, etcétera, nos decidamos a enseriarnos para adecentar y desarrollar a un país con todas las ventajas a su favor para triunfar, las cuales estamos desperdiciando por nuestra falta de visión, desidia, egoísmo, y apego a las malas prácticas que corroen a la nación.
Finalizo exhortándolos hermanos panameños a que votemos por Panamá; a que votemos por el Proyecto Patria, el cual se basa en el bien común de todos los panameños y no solo en el de los politiqueros y sus donantes de campaña que explotan a la nación cual si de su finca privada se tratara; a que impulsemos en el momento justo -que no es en pleno año electoral y mucho menos liderada por un gobierno mediocre y desgastado que carece de liderazgo y credibilidad como es el gobierno actual- una constituyente originaria que nos ayude a diseñar el país desde cero con instituciones fuertes e independientes, porque el corrupto sistema vigente caducó hace años y solo es capaz de mutar a una dictadura nefasta, bananera, de pandereta y tropical, como las que abundan en la región.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
10 pensamientos en “Proyecto Patria”
Luis Alberto Villarreal Marcucci
Atinado y certero análisis de nuestra situación. Y qué resolver la crisis vía pacífica haciendo aporte y refundar nueva República es nuestro ideal.
Dejar pasar esta oportunidad con sistema político hará la crisis más profunda.
Esperar ponernos de acuerdo por el bienestar de los ciudadanos y de Panamá 🇵🇦
Miguel Antonio Bernal
Muy atinado!
Aldo Espinosa
Excelente artículo que llama la atención del pensamiento sobre que Nación le vamos a dejar a Nuestros descendientes!! Bendiciones hermano Erick
Erick Simpson Aguilera
Amén Aldo. Saludos.
James Quintero Sucre
Claro, corto y conciso. Mejor se daña. Comparto tu preocupación y llevar este mensaje sin distorsionar el concepto en toda su extensión a sectores acostumbrados al clientelismo nos llama a participar, a poner atención.
yexeniablogeducativo
Excelente escrito, como los anteriores! Tengo que aportar que para lograr quitarnos la preocupación que nos aqueja a muchos, tenemos que entrar a las contiendas electorales los que tenemos este sentir porque de no hacerlo seguirán los buitres que tenemos en los partidos políticos actuales, con su actividad destructiva y saqueadora. A mí me gustaría escuchar sobre esas alternativas que nos puedan ayudar a salir de esta situación, y participar en conjunto para lograrlo. Saludos
Lionel Ivan Isaacs A.
Excelente aporte !!!
Análisis a reproducir para que llegue el mensaje a la mayoría de los que realmente amamos la patria.
Frente a eso no puedo considerar a ningún candidato que represente un partido politico.
Eduardo S. CARRASQUILLA LOZANO
Excelente artículo que refleja la triste realidad de nuestro país.
NO A LA REELECION.
Luis Carlos Flores M.
Hermano y amigo, muchos nos identificamos con tu preocupación. Como todos los anteriores, este excelente escrito – aparece en momentos en que se pretende coartar y frenar el derecho a la no a la reelección de esta generación corrupta y torcida de politiqueros camaleónicos. Basta el ejemplo de la “diputada” que espera que él TE atienda su deseo ególatra. Quienes así piensan –por señal patológica de controlar los medios- olvidan que al sol de hoy, los pueblos a través de las redes sociales han derribado gobiernos, lo cual es indicativo de su falta de lectura.
Este análisis del proyecto para construir la patria funcional, tomará velocidad en la proporción que la educación (aspecto en donde creo está el boquete más grande de Panamá) transforme la mentalidad de la sociedad. La razón te asiste amigo al apuntar que no es tarea fácil, tomando en cuenta que por muchos años no identificamos nuestra propia identidad; demoramos en deshacernos del manto de dependencia hasta a finalizar el siglo pasado, y le añadimos la alternabilidad de los corruptos que se camuflan en los partidos tradicionales, que se ha traducido en la ingobernabilidad y actual crisis social. El futuro de Panamá se oscurece aún más de manera imprecisa si tomamos la regla bíblica de que Dios tuvo que esperar 40 años para trabajar con una nueva generación que no tenía mentalidad de esclavo.
¿Cómo transformar un país si no existe el amor por Panamá ni la unidad necesaria? ¿Cómo cambiar el estado de la ingobernabilidad y la pésima justicia, si los protagonistas son gobernados por el egoísmo y disputa por el poder sin importarles los más necesitados? ¿Cómo sacar de la ecuación el juega vivo, sin mejorar la educación ni tener claro concepto de lo que son los principios, honestidad y honorabilidad?
Un artículo claro y atinado del estado actual nacional. Estoy contento de tener tu amistad apreciado Erick, al vivir estas páginas históricas de nuestro país que se escriben cada día. ¡Dos pulgares arriba!
Erick Simpson Aguilera
Saludos Luis.