Por: Erick Simpson Aguilera
Como si no fuera suficiente con el mal manejo de los fondos públicos, los cuales son despilfarrados en aumentos constantes de la planilla estatal para cubrir la demanda clientelar de copartidarios, familiares y allegados al gobierno nombrados en el sector público con jugosos salarios; sumado a la proliferación de planillas brujas llenas de botellas de las que nos enteramos un día sí y otro también; aunado a las millonarias partidas discrecionales secretas; sumado al turismo gubernamental continuo, practicado por los funcionarios públicos de más altos rangos y sus grandes comitivas de acompañantes; más el incesante aumento del costo de la vida que agobia a los panameños en general y ubica a la capital panameña como la ciudad más cara de América Latina; ahora pretende el gobierno nacional (ETESA/ ASEP), golpear la ya de por sí disminuida economía de los panameños; aumentado al 8.3% la tarifa eléctrica a los clientes que consuman 301 kilovatios hora al mes en adelante, es decir, a 274,554 clientes de Edemet, Edechi y ENSA (25% de los usuarios).
Muchas gracias gobierno panameño por disminuir aún más nuestro poder adquisitivo, y por malograr todavía más nuestra economía; en eso ustedes son los mejores; en vivir como reyes con nuestros impuestos, mientras desmejoran nuestra calidad de vida.
Según entiendo del enredado caso que nos ocupa, el cual no lo tengo del todo claro, el aumento en mención obedece a:
1- El retraso de la puesta en ejecución del proyecto de la Tercera Línea de Transmisión Eléctrica, cuyo objetivo es aumentar la capacidad de transmisión de energía para beneficio de más de un millón de ciudadanos, por medio de una línea de doble circuito con una extensión de 301 km desde Veladero, en Chiriquí, hasta Condado del Rey, en la ciudad capital, con una capacidad para transportar 800 MW. Este proyecto debió culminarse en diciembre de 2014, pero, no culminó hasta septiembre de 2017, supuestamente por problemas en la licitación ocasionados en el gobierno de Ricardo Martinelli, los cuales afectaron el calendario de finalización y entrega del proyecto.
2- El segundo factor con el que pretenden justificar el aumento de la tarifa eléctrica a los usuarios finales es, “los costos adicionales” en que incurrió el proyecto cuyo costo original según contrato, era del orden de $ 233 millones de dólares, que aumentaron debido a 2 adendas a $ 285 millones de dólares, pero con las indemnizaciones a los dueños de fincas en la ruta de la línea -indemnizaciones que estuvieron un tiempo bajo el criterio especulativo de la nefasta empresa Odebrecht- terminó costando $ 345 millones de dólares, más otros $ 135 millones adeudados por concepto de generación por no tener la línea de transmisión a tiempo.
Las cifras en mención las he leído en la prensa local, pero no me consta la veracidad de las mismas por no tener el contrato original ni las adendas a mano. No obstante mi confusión por ser un ciudadano neófito en un tema tan técnico y complejo como es el sector energético, y de no tener certeza de las cifras originales por concepto de costos e intereses por financiamiento, adendas, sobrecostos, indemnizaciones, y demás aristas financieras, lo que no puedo aceptar de ninguna manera es que, los panameños tengamos que hacernos cargo financieramente del enredo, atraso, mala gestión, especulación, e ineficiencia de las autoridades del Estado, asumiendo el golpe e impacto económico que implica pagar un aumento de la energía eléctrica para tapar los huecos de un proyecto mal gestionado.
Así las cosas, tal parece que los culpables de la mala gestión de un proyecto con 3 años de atraso y con los acostumbrados sobrecostos que nunca faltan en los proyectos ejecutados por la infame empresa Odebrecht que confesó aplicar sobrecostos a sus obras para alimentar a la famosa Caja 2 con la cual su Departamento de Coimas sobornaba a funcionarios de muchos países, somos los 4 millones de panameños que tendremos que hacerle frente al aumento de la tarifa de energía eléctrica, y no el gobierno (ETESA / ASEP), ni la empresa ejecutora Odebrecht.
Si el proyecto en cuestión sobrepasó los costos estimados, y sufrió un atraso de 3 años o más en su puesta en operación, eso no es culpa de los panameños que consumimos más de 301 kilovatios hora al mes, ni del 75% de clientes que no sufrirán directamente este aumento -por no decir impuesto o multa- por consumir menos de 301 kilovatios hora al mes, pero que de todas formas sufrirán el impacto indirecto del alza comoquiera que, las industrias y comercios trasladarán los gastos extras por dichos aumentos de la tarifa eléctrica, a los consumidores que, en los supermercados y demás comercios, sentirán también el impacto del aumento tarifario de la luz.
Tras que la economía de la nación no anda tan bien que digamos; de lo cual son testigos desde los panameños de a pie, hasta los pequeños, medianos y grandes empresarios que reducen personal y otros gastos a menudo; ahora nos ayuda el inepto gobierno de turno, distorsionando aún más a la economía y los mercados que serán impactados negativamente por el aumento en mención.
El país no está para esta clase de castigos a la economía personal y empresarial. Hasta el mismo gobierno que está en estrechez lo sabe, y por eso está pidiendo a la Asamblea Nacional, aprobar una dispensa de $ 300 millones de dólares para aumentar aun más la deuda pública y reactivar a la deficitaria economía nacional.
En fin, este caso tan enredado no me cuadra y no acabo de entender si es que, los ciudadanos panameños sufriremos el aumento tarifario de la luz para pagarle los sobrecostos incurridos a la empresa Odebrecht, y la generación no efectuada por el retraso de la línea de transmisión, a las empresas generadoras. Tampoco entiendo si la culpa del atraso, sobrecostos y demás, corresponde al gobierno anterior, al actual, a ambos, a la empresa ETESA, a la ASEP, u Odebrecht, o a todos los anteriores, pero de lo que sí no tengo la menor duda es que, los ciudadanos panameños no somos los culpables y no tenemos por qué pagar los yerros del gobierno y empresas privadas.
Sea como fuere, sugiero que se entienda el gobierno con las empresas generadoras sin afectarnos con impuestos directos a los panameños, para que otro día no se comprometan hasta tener la línea de transmisión en plena operación o con un avance significativo que permita medir su inauguración con mayor precisión y no con un “sorpresivo” margen de atraso tan amplio como son 3 años, y para que se deje de estar dando concesiones a diestra y siniestra hasta represar a todos los ríos de nuestra nación. Demasiada especulación y desorden veo en el tema de las generadoras eléctricas.
En cuanto a la empresa Odebrecht per se, si le adeudamos algo, pues habrá que pagarles como manda la ley, pero, eso no es problema de los ciudadanos panameños para que ahora nos lo cobren directamente a nosotros. De hecho, siento que dicha empresa (Odebrecht) es la que nos debe a todos los panameños y debió ser multada en serio, dado el gran daño confeso que le causó a nuestro país, y no con esos irrisorios simulacros de multa pagaderos a largos plazos que les impusó las autoridades judiciales y el gobierno amigo que no obstante el prontuario delictivo de la mencionada empresa, siguió contratándola en cuanto proyecto licitara, poniendo en riesgo a las finanzas públicas.
Reitero, este caso es de lo más extraño y poco transparente que hay, ergo no tengo claro qué fue lo que pasó en realidad, ni qué es lo que nos están cobrando a los panameños, ni quién es el verdadero culpable de la mala gestión que disparó los costos que nos cobran ahora a nosotros los panameños, ni de las cifras exactas de la obra, pero, eso le toca explicarlo con lujo de detalles a los responsables públicos y privados del proyecto en cuestión, y expliquen lo que expliquen, nada justifica que seamos los ciudadanos panameños los perjudicados económicamente por la inoperancia de otros que ahora pretenden que nos hagamos cargo de sus desatinos e irresponsabilidades.
Termino exhortándolos hermanos panameños, a no dejarnos golear permitiendo que nos impongan un impuesto o multa por la mala gestión y mediocridad gubernamental /empresarial. No tenemos por qué pagar nosotros los platos rotos. Si es necesario, hagámonos sentir en las calles con protestas multitudinarias, pero no sentemos el nefasto precedente de permitir que nuestros bolsillos paguen por los yerros de los gobiernos y las empresas cómplices que contratan.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
A continuación, algunos conceptos e información crucial para entender el tema que nos ocupa.
«El sector eléctrico está constituido por tres principales actividades, mediante las cuales la energía es producida, transportada y entregada al usuario final. Dichas actividades son: Generación, Transmisión y Distribución.
Generación: Es la producción de la energía, que tiene lugar en las plantas generadoras.
En Panamá existen dos tipos de plantas generadoras: las hidroeléctricas y las térmicas.
Las principales plantas hidroeléctricas son: Fortuna, La Estrella, Los Valles (ubicadas en la provincia de Chiriquí) y Bayano, ubicada en la provincia de Panamá. Las principales plantas termoeléctricas son Bahía Las Minas, ubicada en la provincia de Colón y Pan Am, ubicada en la provincia de Panamá.
Transmisión: Una vez que la energía ha sido producida por las plantas generadoras, es inyectada al sistema de transmisión, el cual básicamente consiste en una línea de alto voltaje, que recibe la energía producida por las generadoras y la transporta a los diferentes puntos de entrega.
Distribución: Luego de ser puesta en los puntos de entrega, la energía es distribuida a través de líneas de menor voltaje, a todos los usuarios finales». Fuente: ASEP.
1- Hidroeléctricas en operación: Hidroelectricas_Operacion
2- Concesiones otorgadas: Concesiones_otorgadas_tramite
Un pensamiento en “Golazo eléctrico en tiempo de mundial”
Isabel Damián
Agradezco la importante información documentada. Quisiera que ya fuera 2019 y desaparecer éste desgobierno. Es ultrajante y desesperante como nos transfieren sus errores e incapacidad.