Por: Erick Simpson Aguilera
En ocasión de la marcha en contra de la corrupción a celebrarse el día de los mártires en la Cinta Costera, me dispongo a comentar lo siguiente:
Entiendo la importancia y lo que representa para la nación panameña tan magna fecha habida cuenta que, para nosotros la sangre de los mártires del 9 de enero de 1964 que fue vertida cual ofrenda en pro de lograr nuestra soberanía en todo el territorio nacional, la cual “era” pisoteada por el imperio yankee, es sagrada.
Ahora bien, lo que no entiendo es por qué determinados grupos reclaman dicho patrimonio de lucha y espíritu heroico de los mártires, como exclusividad de ellos y descalifican a otros grupos o ciudadanos panameños que, inspirados en dicha gesta, se levantan en una nueva lucha para rescatar a la patria, pero en esta ocasión de las garras del imperio de la corrupción, cuyos tentáculos se extienden hasta una empresa brasileña corrupta y sus secuaces nacionales que operan desde el sector público, privado, bancario, etcétera.
Para ser más preciso, me refiero a la ola de descalificaciones de que ha sido objeto el productor de televisión Ubaldo Davis, por cometer “el pecado” de atreverse a levantar su voz de protesta, desagrado y malestar, en contra de la corrupción que carcome a las instituciones panameñas y saquea nuestro patrimonio, y por proceder a convocar la mencionada protesta en la Cinta Costera.
Respeto los argumentos de todos, aunque no los comparta, y en lo que a mi concierne, considero que, el hecho de producir cierto tipo de programación televisiva de corte controversial, no te despoja de tus derechos ciudadanos, ni constituye una prohibición que te prive de exigir rendición de cuentas en el manejo de las finanzas publicas que son alimentadas con tus impuestos.
Además, considero que, es más grave saquear miles de millones de dólares del erario público, y repartirse impunemente el país con la infame empresa Odebrecht, como han hecho algunos politiqueros que todos sabemos quiénes son, dado que, las abrumadoras pruebas, delaciones, acciones u omisiones, los acusan a más no poder, que producir un programa de televisión que algunos catalogan como poco potable, pero pueden solucionarlo desde su control remoto cambiando de canal, mientras me pregunto ¿cómo nos recuperamos del saqueo multimillonario de nuestras finanzas públicas?
De manera que, sorprende que no se vea en algunos la misma vehemencia, rigor, ímpetu, intensidad y denuedo, para exigir justicia, cero impunidad y cárcel para los corruptos, que sí le dedican a un productor televisivo que se atrevió a dar la cara y decir basta ya de tanta corrupción y abuso en contra de nuestras finanzas públicas.
En cuanto a mi concierne, aplaudo y le doy la bienvenida a toda iniciativa encaminada a recuperar nuestras maltrechas instituciones, y a exigir justicia, cero impunidad, y rendición de cuentas. De eso se trata hacer patria y ejercer ciudadanía. Solo un dictador o aprendiz de tirano no lo entendería, cuestionaría el derecho ciudadano a levantar la voz en contra de la corrupción, y amagaría con despojar a los panameños de dicho derecho.
Con relación a si el ciudadano Ubaldo Davis no tiene la moral para protestar en contra del saqueo del Estado panameño como algunos alegan; a si cometió equis exabrupto o mandó un mensaje inadecuado a la sociedad desde su programa, y por eso algunos lo descalifican; no me toca a mí juzgarlo habida cuenta que, no soy Dios y más bien soy un ser humano débil, lleno de errores, y pecador asiduo que vive de la gracia y la misericordia de Dios. De modo que, sigan lanzando la primera piedra los que nunca han pecado y están revestidos de santidad, que yo no califico para lanzar piedras desde el ámbito moral.
Lo que sí es mi deber como ciudadano es, levantar mi voz en contra del latrocinio sistemático del que han sido objeto nuestras finanzas públicas y patrimonio patrio. Saqueo éste que ha sido y sigue siendo perpetrado por una clase política corrupta en contubernio con empresas foráneas y nacionales, los cuales constituyen en su conjunto (politiqueros y empresarios corruptos) los nuevos zonians a derrotar por aquellos panameños que, inspirados por los mártires de enero, digamos basta ya.
En fin, Panamá es de todos sus hijos independientemente de su ideología política, ergo, debemos unirnos para recuperar a nuestra patria de las garras de los corruptos, y dejar de lado los feudalismos, caciquismos, egoísmos, y divisiones que nos debilitan e imposibilitan alcanzar dicho cometido.
Saludos cordiales y nos vemos el 9 de enero en la Cinta Costera.
Erick Simpson Aguilera.
Un pensamiento en “Panamá es de todos sus hijos”
Bred
Gracias Respetable Escritor. Si esta palabras tan atinadas, expresadas por un persona que demuestra mucha inteligencia y no redondea es decir que estamos siendo mal ciudadanos, pues entonces no se, que tipo de ciudadanos somos.