Por: Erick Simpson Aguilera
Siempre salgo (jaja) con estos temas controversiales que ofenden desde el mismo título a más de cuatro patrioteros hipersensibles que confunden el amor a la patria con el chovinismo y la negación. Si hay alguien que ama a Panamá, ese soy yo, pero no por eso voy a negar lo evidente ni a inventar una película de ciencia ficción como las que nos venden los políticos en sus discursos fantasiosos en los cuales pintan a Panamá como un país que roza la perfección cuando en mi opinión más bien rozamos el descalabro, gracias precisamente a las vacas sagradas de la fauna politiquera criolla que secuestraron a la nación desde su nacimiento hasta la fecha, explotándola a más no poder, abusando del caduco y corrupto sistema, y preocupándoles absolutamente nada el desarrollo del país.
A propósito, aclaro que no es obligación opinar igual que su servidor por la sencilla razón de que no poseo el patrimonio de la verdad; ergo lea, analice y saque sus propias conclusiones sin creer ciegamente ni a pie juntillas en mis escritos que aunque honestos, controversiales y enérgicos, no pretenden ser la verdad única y mucho menos absoluta.
Lo anterior lo menciono por alguna gente acomplejada que en las redes sociales me acusan gratuitamente de arrogante o de creerme el dueño de la verdad simplemente por atreverme a tener mi propia opinión fuera de la matrix, la cual expreso públicamente de manera escrita. Opinión que la mayoría de las veces choca con el statu quo impuesto por las vacas sagradas al rebaño de borregos matrix que los adoran cual dioses no obstante ser estos sus opresores y explotadores, y esa misma manada de borregos matrix es la que suele ofenderse cuando alguien no adora a sus falsos dioses politiqueros que tienen secuestrada a la nación panameña.
Me explico: Si yo escribo un articulo y alguien dice no estar de acuerdo con el mismo por X o Y motivo, respeto su opinión, pero si alguien ataca mi persona gratuitamente atribuyéndome arrogancia sin señalar en qué está errado mi escrito ni argumentar nada a favor de su supuesta tesis contraria a la mía, pues ¿de qué estamos hablando? De borregos matrix defendiendo a sus amos y al corrupto sistema que critico.
Es tiempo de que superemos esa mentalidad de calle arriba y calle abajo según la cual si alguien critica las acciones o inacciones del gobierno en turno es porque pertenece a los partidos de la oposición y viceversa, llegando al absurdo de reaccionar con disgusto cuando alguien no encaja en sus pequeños esquemas mentales porque uno critica por igual a los partidos oficialistas y a los de la oposición por considerarlos la misma cosa, y entonces no les queda de otra a los acólitos adoradores de las vacas sagradas que satanizar y tildar de arrogante a toda opinión independiente que no se pliegue a la mentalidad de pandereta, comparsa, y republiqueta bananera con la que muchos comulgan aunque lo nieguen.
Dicho eso, reitero la pregunta que titula el presente artículo: ¿Es Panamá un país corrupto?
Bueno, luego del escándalo mundial por los denominados “Panamá Papers”, del escándalo Lava Jato (Odebrecht), y de analizar cómo reaccionaron ante tamaños escándalos nuestras autoridades y la misma población que se resigna cómodamente sin tomar medidas drásticas como sí han hecho naciones hermanas, si planteamos la pregunta en cuestión afuera del país, el consenso mundial es que Panamá es una cueva de ladrones, un paraíso de la corrupción, y un país sin institucionalidad en donde reina la impunidad y las leyes solo aplican para los pobres, mientras los ricos y politiqueros gozan de licencia para delinquir.
Sí, yo sé que no faltarán quienes digan que los panameños somos buena gente -lo cual secundo-, que tenemos un bonito canal, que somos un país pujante que crece económicamente, que tenemos bellos paisajes naturales, etcétera, y todo eso es cierto y está muy bien, pero no obstante ello, también es cierto que en un mundo globalizado en el que ningún país puede sobrevivir solo cual isla desconectada del resto de naciones, y en el cual Panamá se desempeña como una plataforma mundial de servicios, nuestra nación no puede darse el lujo de seguir teniendo una reputación de guarida de la corrupción mundial, lo cual nos pasará una factura muy pesada.
Así las cosas, resulta demasiado infantil creer ilusamente que, cuando desde afuera se tomen medidas duras en contra de Panamá, contentaremos a las otras naciones diciéndoles románticamente que tenemos un bonito canal, que somos buena gente y que nuestras playas son prístinas. Aterricemos que el mundo no está creyendo en nuestros mitos ni le impresiona nuestros complejos chovinistas, pero sí nos tienen en la mira por el coqueteo constante de nuestro país con las malas prácticas y por ser Panamá protagonista en cuanto escándalo mundial de corrupción estalle.
Pueblo panameño, jovenes, viejos, trabajadores, empresarios, profesionales, miembros decentes de los partidos políticos (que los hay), sociedad civil, gremialistas, sindicalistas, campesinos e indígenas, si de veras les molesta, incomoda y afecta que nos tilden de país corrupto, entonces tomemos cartas en el asunto para rescatar a Panamá de las garras de la corrupción que tiene a la patria secuestrada.
Abandonemos nuestra zona de confort y desprendidos de todo protagonismo y agendas mezquinas organicémonos para movilizar al país entero en aras de un mismo cometido, a saber: que el presidente de la republica, el Ing. Juan Carlos Varela, haga las gestiones necesarias ante la ONU con la finalidad de que se cree una Comisión Internacional Contra la Impunidad que investigue a cabalidad el Caso Odebrecht –prioritariamente pero sin excluir otros casos- desde el momento que la empresa llegó a Panamá hasta la fecha.
Precisamos saber si se pagaron coimas por los $9 mil millones de dólares -integros- en contratos adjudicados a la empresa en mención desde su llegada a Panamá hasta la fecha de hoy, de los cuales $2,600 millones de dólares corresponden a contratos realizados por el actual gobierno, acerca de los cuales dificulto que el Ministerio Publico, Órgano Judicial, Asamblea Legislativa, y Contraloría, que carecen de independencia judicial -hecho notorio hasta en el Foro Económico Mundial y su Índice de Competitividad Global-, se atrevan a investigar hasta las últimas consecuencias. Me explico: Dudo mucho que se investiguen y auditen los $2,600 millones de dólares contratados por el actual gobierno a Odebrecht; de hecho la Contraloría ya le sacó el cuerpo al asunto una vez alegando que no tiene la capacidad para auditar el tema Odebrecht.
Aclaro que, no se trata de ningunear a personas en particular, comoquiera que, es el propio sistema político panameño el que está diseñado para que impere el presidencialismo extremo y para que las instituciones no funcionen y sean dependientes del Órgano Ejecutivo, de tal manera que, independientemente de quienes ocupen los cargos en las instituciones de justicia y fiscalización, los resultados serán paupérrimos y reinará la impunidad toda vez que, sin independencia presupuestaria y sin recursos humanos suficientes, no existe quien pueda realizar el milagro de investigar y auditar un caso tan complejo, técnico y de talla mundial que rebasó a nuestra anémica y maltrecha institucionalidad como es el Caso Odebrecht, el cual es del orden de los $9 mil millones de dólares y trasciende nuestras fronteras, léase, éste caso constituye tremendo desafío para cualquier sistema judicial del mundo y más para uno como el nuestro que no puede ni siquiera con los casos domésticos de alto perfil como demuestran los extraño$ fallo$ de alguno$ celebre$ juece$.
De modo que, si el Órgano Ejecutivo no quiere pecar de demagogia ni insultar nuestra inteligencia, si es cierto que promueve la transparencia y desea deslindar hasta las últimas consecuencias el Caso Odebrecht que tanto daño le hace a la imagen y patrimonio del país, pues que lo demuestre con hechos y no con palabras, solicitando a la ONU la creación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad.
El que no la debe no la teme. Caiga quien caiga. No más impunidad. No más corrupción.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
4 pensamientos en “¿Es Panamá un país corrupto?”
pjgomezg
Buenas.. ante todo mis respetos al escritor y a los foristas.
quizás mis comentarios hoy estén un tanto fuera de contexto (y pido disculpas de antemano por tomar este atrevimiento)
Hoy les escribo porque en tus tus líneas veo el reflejo de una sociedad, una tribuna abierta tanto para los que están de acuerdo con los puntos de vista del escritor como para sus detractores (acá hay para todos)
Yo soy venezolano y vivo en Venezuela.. Hoy sin ánimos de hacer comparaciones te expongo mi visión. PANAMÁ NO ES UN PAÍS CORRUPTO (por lo menos no mas que el promedio mundial -cosa que tampoco es de enorgullecerse-).. En el poco tiempo que he ido a visitar esa hermosa tierra he visto grandes obras de infraestructura (desde la óptica de una persona que vive en un país plagado por la corrupción).
Quizás Panamá tenga que mejorar Muchas cosas, PERO ESTOY SEGURO QUE LOS PANAMENOS ESTÁN CAPACITADOS PARA HACERLO Y ESTOY SEGURO QUÉ LO LOGRARÁ CON EL TRABAJO DE TODOS LOS PANAMENOS Y LOS EXTRANJEROS RESIDENTES.. lo que veo con tristeza es que intereses económicos creen una matriz de opinión negativa y se generalice un Gentilicio de manera negativa. Todo esto basándose en ciertas debilidades que tiene el sistema de gestión pública y el financiero.
a mi ver, Panamá es un país DINÁMICO que todavía está en crecimiento. . Y en ese mismo crecimiento y desarrollo irá «ajustando» las debilidades que los mismos panameños consigan.
saludos.
Erick Simpson Aguilera
Gracias por tu opinión muy válida y respetable por cierto, pero como tú mismo mencionas, tu vienes ocasionalmente a Panamá, más no vives acá, razón por la cual te llevas una impresión positiva basada en nuestra pujante economía, la cual es engañosa toda vez que, las instituciones son abstractas y por ello cuesta diagnosticar si son robustas o no, y la única manera de determinarlo es analizando los síntomas que en el caso panameño indican que nuestras instituciones están enfermas y corroídas por la corrupción.
Entiendo que, comparada con la crítica situación venezolana que es muy complicada, la corrupción panameña parece un juego de niños, pero los que vivimos acá y lidiamos con los efectos nefastos de la corrupción sabemos que debido a dicho flagelo se ha postergado el desarrollo de nuestra patria, la cual tiene todo el potencial y ventajas para alcanzar el pleno desarrollo, pero sometida al constante saqueo de los políticos corruptos, se va al traste el proyecto país.
En conclusión, no se puede medir si un país está enfermo por la corrupción y sus instituciones permeadas por la misma o no, en base al movimiento económico, comoquiera que hay otros indicadores más reales que el PIB, para medir el desarrollo humano y la fortaleza institucional.
Te invito a que analices en detalle el Índice de Competitividad Global y que veas en cuáles indicadores Panamá cojea de acuerdo al Foro Económico Mundial.
Un cordial saludo.
Erick Simpson Aguilera.
Pedro
Totalmente de acuerdo.. una cosa es ir de turista o negocios y otra es vivir el día a dia..
Pero tengo Fe que los panameños sabrán solventar y fortalecer sus instituciones. Y este foro tuyo.. PONE SU GRANO DE ARENA con una crítica constructiva en pro de que lleguen a ser u. Mejor país … claro, el dinero es importabte.. pero gracias a Dios, en tu país existirá siempre la opción al voto (y ese pueblo pujante e inteligente les pasará factura a sus gobernantes)
No queda más que despedirme y felicitarte por tu block.
Erick Simpson Aguilera
Saludos Pedro.