Por: Erick Simpson Aguilera
El Caso Odebrecht al ser un escándalo de alcance mundial, nos permite a los panameños medir a nuestra nación con las reacciones y acciones tomadas por otras naciones.
Dicho eso señalo que, así como nos gusta a los panameños comparar a nuestro país con otros países en temas de crecimiento económico, y algunos hasta se atreven fantasiosamente a mitificar a Panamá catalogándolo como el Dubái y Singapur de Las Américas, también debemos aprovechar la ocasión para comparar y medir el desempeño de nuestras instituciones versus las de otras naciones.
En ese sentido debo mencionar que, Colombia allanó las oficinas de Odebrecht en Bogotá y el gobierno colombiano se pronunció en los siguientes términos:
“En el momento en que se demuestre de manera clara que hubo el pago de sobornos el Estado colombiano no dudará de ninguna manera en tomar las decisiones necesarias para terminar de manera unilateral sus contratos y para evitar que Odebrecht siga teniendo negocios” en el país. Camilo Enciso, secretario de Transparencia de la Presidencia.
En el caso de Ecuador, La Fiscalía General del Estado allanó el 23 del presente mes, las oficinas de la empresa Odebrecht ubicadas en Guayaquil.
En cuanto a medidas más enérgicas se refiere, en Brasil, Estados Unidos y Suiza la empresa Odebrecht ha sido duramente sancionada con una multa de $2,600 millones de dólares de los cuales según medios internacionales, el 80% se quedará en Brasil, 10% se pagarán a USA, y 10% a Suiza.
Lo interesante de éste asunto es que, la multa fijada inicialmente ascendía a $4,500 millones de dólares, pero según el Departamento de Justicia de Estados Unidos se demostró mediante análisis financiero que la empresa Odebrecht solo tenía capacidad para pagar hasta $2,600 millones de dólares.
De modo que, ya sabemos hermanos panameños en manos de qué empresa están las principales mega obras nacionales, las cuales suman $ 9 mil millones de dólares, a saber: en manos de una empresa corrupta cuyo dueño Marcelo Odebrecht está preso en Brasil y condenado a 19 años de cárcel por los crímenes de corrupción, lavado de dinero y por integración de una banda criminal; en manos de una empresa que se declaró culpable de conspiración y soborno ante las autoridades de Estados Unidos; en manos de una empresa que aceptó ante las autoridades brasileñas, estadounidenses y suizas, haber pagado coimas por el orden de $59 millones de dólares a funcionarios panameños; y en manos de una empresa con serios problemas financieros como quedó evidenciado en el análisis que demostró la incapacidad de pago para hacerle frente a la multa original.
Pero calma pueblo panameño, que “lo importante” según el gobierno del presidente Juan Carlos Varela son las obras y empleos, y si la empresa Odebrecht afronta problemas de liquidez para eso está el bondadoso Estado panameño que alimentará su flujo de caja con los $9 mil millones de dólares en contratos no auditados -porque ese es un territorio prohibido para las nada independientes y de pacotilla autoridades judiciales panameñas-, para que la empresa pueda disponer de dinero suficiente para pagar otras multas que les aplique Colombia, Ecuador, etc.
Para eso son los amigos; para ayudarse en las malas; y en Panamá hay suficiente plata con la cual podemos ayudar a Odebrecht a pagar sus multas, y de pronto hasta le adjudicamos nuevos contratos mega millonarios con la ayuda de los politiqueros criollos que se han asegurado en mantener las puertas abiertas a la corrupción mundial con una ley de contrataciones públicas permisible que no inhabilita a las empresas internacionales corruptas.
Retomando el tema tenemos que, en Colombia, Ecuador, USA y Suiza, se están tomando medidas duras y enérgicas contra la empresa Odebrecht, las cuales van desde allanamientos, amenazas de cancelación unilateral de contratos, y multas multimillonarias, mientras las autoridades panameñas están en estado catatónico, y el presidente dilata su pronunciamiento oficial hasta el martes en la tarde.
¿Será que soy yo el que estoy mal y saco las cosas de contexto, o en realidad ésta actitud poco importa del gobierno panameño versus las acciones contundentes de otros países menos afectados que Panamá cuyo patrimonio ha sido vulnerado y lesionado por una empresa a la que las autoridades panameñas se niegan a investigar y auditar, nos dice que hay algo demasiado de turbio en el matrimonio Odebrecht/Gobierno de Panamá?
A propósito, las operaciones por las que USA y Suiza multaron a la empresa Odebrecht son operaciones bancarias, es decir, por utilizar el sistema bancario de los mencionados países para el pago de sobornos, mientras que en Panamá la empresa confiesa haber pagado parte de dichas coimas para hacerse ilegalmente de contrataciones públicas, lo cual es mucho más grave (ojalá no demanden al Estado panameño las empresas que se vieron afectadas por esos actos públicos amañados) y sin embargo, no hemos escuchado a autoridad alguna hablar de investigaciones, auditos, allanamientos, cancelación de contratos por vicios de corrupción, inhabilitación de la empresa en cuestión, ni mucho menos de multas millonarias, pero sí nos hablan de historietas de niños dizque lo importante son las obras y empleos como si la corrupción debiéramos ignorarla y tolerarla.
El gobierno (los tres Órganos del Estado) que cumpla con la ley y la Constitución o que renuncie en pleno (los tres Órganos del Estado) para que otro gobierno serio investigue, audite, juzgue a los implicados, y termine las obras con otras empresas si fuese necesario. Si al actual gobierno le quedan grandes sus deberes constitucionales, que renuncien y no afecten más a la patria por miedo o amor a una empresa extranjera corrupta, la cual pareciera tener secuestrada a Panamá que todavía no reacciona ante tamaño escándalo de escala mundial, mientras otros países menos afectados que nosotros tienen a la empresa Odebrecht sentada en el banquillo de los acusados y sometida a medidas drásticas como debe de ser.
A propósito, ¿dónde están los pronunciamientos de los partidos de oposición respecto al Caso Odebrecht?
Qué pregunta más tonta la mía, si en nuestro simulacro de país no existe oposición y la empresa Odebrecht pe$a dema$iado en los tres principales partidos politiqueros (Panameñismo, CD y PRD), así como en sus partidos satélites que son parásitos cual rémoras, ergo no aportan peso alguno al sistema de contrapesos.
Así las cosas, podemos concluir que el sistema político panameño se fue al traste, caducó, colapsó y no hay pesos ni contrapesos; no hay oposición; no existe una Asamblea que fiscalice la extraña relación del Ejecutivo con Odebrecht; no hay Contraloría que audite los contratos de la empresa confesa de corrupción; no hay Ministerio Publico que investigue la confesión del pago de coimas millonarias a funcionarios panameños; ni tampoco hay un Órgano Judicial que actué de oficio ante tanta corrupción confesa. Y después nos quejamos de encabezar cuantas listas negras existan en la tierra.
Llegó la hora de ponerle un fin a ésta corrupción que carcome los cimientos de nuestro país que ya colapsó institucionalmente y el mundo lo sabe muy bien, razón por la cual nos tratan como nos tratan, léase como un país corrupto, nada serio, anémico judicialmente, y maltrecho institucionalmente. Despierta pueblo panameño, abre los ojos y reacciona ya, que nos están estafando y saqueando sin que hagamos nada por evitarlo.
Espero sinceramente que las organizaciones de la sociedad civil, gremios, empresarios, trabajadores, profesionales, médicos, enfermeras, profesores, maestros, estudiantes, campesinos, indígenas, sindicatos, iglesias, y ciudadanos de a pie, estemos a la altura de las circunstancias históricas que estamos viviendo y nos organicemos para rescatar a Panamá de las garras de la corrupción, de lo contrario no lloremos luego, ni nos quejemos cuando demos el último paso definitivo hacia el abismo de un Estado Fallido, el cual se encuentra más cerca de lo que creemos, toda vez que, un país cuyas instituciones están secuestradas por la delincuencia nacional e internacional, coquetea con el desastre y el punto de no retorno.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
6 pensamientos en “¿Por qué otros sí y Panamá no?”
mercedes
Señor lo felicito esbozo en forma clara el caso Odebrecht.se q este presidente no realizara ninguna accion drastica para cortar la cabeza de esa empresa q hay q sacar de nuestro pais
Fallando en su labor de administrar el Estado como buen padre de familia.
erick507
Gracias Mercedes.
Saludos.
Sandra Garcia Lopez
Oposición? Si desde Martín Torrijos empezo el matrimonio con Odebretch, continuo con Martinelli y ahora con Varela, ha untado las manos de los tres grandes partidos políticos. Silenciado al SUNTraCs, es una verguenza actual nuestro sistema. Pero cada pueblo merece al gobierno que escoge. Hasta cuando seremos partícipes de la basura y guardar silencio.
Beto31
Los 3 gobiernos deberían ser investigados por tanta corrupción q ha habido en este tema un presidente q era partícipe de gobierno anterior y actualmente es l presidente de Panamá debería renunciar y así no entorpecer en un momento las investigaciones cosa q no va a ocurrir se necesita tener dignidad cosa q en nuestro país carece JCV es conocedor de todas las corrupciones q se han dado donde el ha sido vice y ahora presidente. Sr Ugaz debería ser más cónsono cuando vocifera a los 4vientos la corrupción de gobierno CD pero los varlistas los deja por fuera, hasta en él existe la parcialidad, amanecerá y veremos.
Luis
Me parecio muy acertado todo lo escrito y son las mismas preguntas que yo me hago, seguimos en lo mismo. Felicidades
Beny Wilson Altamiranda
Muy atinado y contundente tu cuestionamiento.
Entre el jamon de 8 dolares y la zarta de programas de TV estupidizantes, nos hemos aletargado y vueltos insensibles ante las injusticias!
Por suerte hay gente como tu, Erick, para sacudirnos y ponernos a actuar!