Por: Erick Simpson Aguilera
El vinculo de los dueños de la firma de abogados Mossack & Fonseca, a saber, Jürgen Mossack, y Ramón Fonseca, con el actual gobierno panameño es evidente e innegable. De hecho, hasta hace poco ambos fungían como asesores del gobierno, Fonseca como ministro consejero del presidente, y Mossack como directivo en el Consejo Nacional de Relaciones Exteriores (Conarex).
Ahora bien, dichos vínculos no tienen nada de pecaminosos en el sentido de que como panameños y miembros o simpatizantes del partido panameñista, ambos tienen derecho a brindar sus servicios al Estado, lo cual no significa que el presidente Juan Carlos Varela sea responsable ni su gobierno tampoco, de las actividades privadas de los ex asesores gubernamentales en mención.
Dicho eso, pasamos al análisis de la participación de la firma Mossack & Fonseca en el denominado para vergüenza nuestra, Panamá Papers, y en el por qué no pocos medios involucran al gobierno panameño en el escándalo no obstante el carácter privado de la mencionada firma.
Es preciso dejar en claro que, la constitución de empresas offshore es legítima y no constituye delito alguno, aunque algunos medios de comunicación internacionales que se dicen serios pero son mainstream media puro y duro y por ende obedecen a agendas nada koshers, insistan en satanizar a dicha actividad como si per se fuera una operación delictiva.
Sin embargo, el tamaño del escándalo de los denominados Panamá Papers que es literalmente de escala mundial, los delitos de los que acusan al bufete Mossack & Fonseca allende nuestras fronteras, a saber, de facilitarle a una red delincuencial de alto perfil constituida por toda suerte de criminales, dictadores, narcos, etcétera, instrumentos legales para esconder sus fortunas mal habidas y lavar dinero, ameritan que las autoridades panameñas realicen las investigaciones pertinentes; pero hasta la fecha se muestran indolentes y poco importa ante tamaño escándalo, lo cual manda un mensaje al mundo de que somos un país sin institucionalidad, sin justicia, y cómplice de actividades ilícitas.
Me explico con claridad para evitar malos entendidos porque luego hay gente que todo lo entiende al revés y le atribuyen a uno palabras o ideas que nunca he dicho. No he dicho que lo que aseguran algunos medios internacionales como el alemán Deutsche Welle sobre la supuesta participación de la firma Mossack & Fonseca en casos comprometedores, sea cierto.
Lo que estoy diciendo es que, es el deber de todo panameño rendir cuentas de sus actos, y más si se es una figura pública, y si las actividades que uno realiza ponen en peligro la imagen del país como nunca antes lo habíamos vivido. Es decir, un caso de ésta magnitud, con semejantes acusaciones, de tamaño impacto mundial, no puede ser que sea tratado por las autoridades panameñas como una simple anécdota que no merece la pena investigar seriamente. El mundo nos mira con ganas de lincharnos y si demostramos una justicia paupérrima en este caso mundial, motivos les daremos para que le pasen una factura bien cara al país.
De hecho, muchos tienen la impresión en Panamá y el mundo de que el gobierno del presidente Juan Carlos Varela protege al bufete Mossack & Fonseca por los vínculos políticos con sus dueños que hasta hace poco formaban parte de su gobierno, y de que es por dicha razón que, el Ministerio Público no se ha mostrado enérgico en éste caso como si ha sucedido en El Salvador y Perú, y aunque en lo particular no me consta que así sea, razones no les faltan a los que sí creen en dicha supuesta protección, comoquiera que en Panamá no existe la separación de poderes y el presidencialismo es extremo.
De modo que, si el Ministerio Publico no actúa con la diligencia que el caso amerita, el daño que sufrirá el gobierno lo debilitará y desacreditará a la faz del mundo, afectando la defensa de Panamá por la vía diplomática por la que ha optado el presidente Varela.
Lo diré claramente. Si el gobierno de Panamá cree que podrá por la vía diplomática convencer a Francia, Alemania y a la OCDE en pleno, de las buenas intenciones de Panamá, de que no somos un refugio fiscal, etcétera, pero ni siquiera ha procedido a empujar (sí, a empujar) al Ministerio Público para que tome cartas en el asunto, está perdiendo su tiempo y equivocando su estrategia de defensa, toda vez que, no creo que las potencias europeas están formando todo éste escándalo y rasgándose las vestiduras, para ceder así de fácil ante las explicaciones panameñas, y menos si el gobierno va en desventaja por sus vínculos con la firma Mossack & Fonseca, los cuales todavía no está claro si llegan hasta el ámbito de la protección e impunidad como muchos sospechan pero en lo particular no lo afirmo ni lo niego.
En fin, si quienes han tenido acceso a la información hackeada al bufete Mossack & Fonseca afirman que esos 11.5 millones de documentos demuestran que la firma en cuestión tenía conocimiento de las prendas que eran los usuarios finales de las empresas offshore por ellos creadas, y el bufete en mención afirma lo contrario al asegurar que no tenían ni idea de la cantidad de fichas de alto calibre que eran los usuarios finales de las empresas que crearon, entonces alguien miente y por eso es preciso que las autoridades panameñas tengan acceso a la misma información para realizar las pesquisas y determinar si existe un ilícito o si por el contrario los medios de comunicación están difamando a la firma Mossack & Fonseca, lo cual limpiaría el nombre de dicha firma.
De lo contrario, si no se realizan las investigaciones pertinentes, les daremos la razón a quienes hablan de protección y de encubrimiento de actos dolosos, lo cual será una certera puñalada en la yugular para nuestro centro financiero que hoy por hoy se encuentra en el punto de mira del mundo entero que está con ansias de lincharnos y darle el jaque mate a Panamá y a su sector de servicios.
Es mucho lo que está en juego y los intereses de Panamá están por encima de los intereses de cualquier ciudadano o empresa. De manera que, hay que investigar como manda la ley para enviar un mensaje al mundo de transparencia y compromiso con la justicia. Es hora de que las autoridades actúen como estadistas que velan por el bien de la patria, y no como politiqueros que velan por sus copartidarios y allegados en detrimento del país.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
A continuación un documental estremecedor de la televisión alemana Deutsche Welle que deja al bufete Mossack & Fonseca muy mal parado:
2 pensamientos en “Mossack Fonseca y el gobierno panameño”
Franklin Jose Guinard Jurado
ERICK
LO PEOR ES EL SILENCIO DEL PRESIDENTE, EL QUE CALLA OTORGA….
erick507
Su silencio habla muy fuerte.