Por: Erick Simpson Aguilera
Buen día apreciados lectores.
En ocasión de la semana santa me dispongo a compartir con ustedes la siguiente reflexión respecto de la persona de Jesús de Nazareth.
Sí, ya sé que algunos se sorprenderán de que aborde éste tema en virtud de que por lo regular escribo acerca de temas sociales, políticos, económicos, ambientales, etcétera, pero la ocasión es propicia para pasar de dichos temas y aprovechar el espíritu de recogimiento y meditación que impera en ésta fecha, para tocar el tema que más me apasiona, a saber, Jesús el Hijo del Dios Vivo.
Dicho eso, entramos en materia.
Mateo 16: 13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Han pasado 2 mil años y la persona de Jesús sigue siendo tan enigmática para la humanidad como lo fue en el tiempo de los apóstoles que respondieron a la pregunta que les planteó Jesús respecto a su identidad con opiniones de terceros, pero cuando la pregunta les fue formulada directamente a ellos solo Pedro supo responder por revelación del Padre Celestial: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Para la gente de aquellos días Jesús no pasaba desapercibido, y muchos lo catalogaban como uno más de las profetas, otros creían que era Elías que había vuelto a la tierra después de haber sido llevado vivo al cielo, etcétera. Pero no faltaban quienes lo catalogaban como un charlatán, impostor, blasfemador, malhechor, etcétera, como era el caso de los escribas, fariseos, saduceos, herodianos, el sacerdocio y el sanedrín mayoritariamente, con algunas excepciones como es el caso de Nicodemo.
Será que las cosas han cambiado después de 2 mil años y la gente común, los “seguidores de Jesús” (creyentes), y los líderes religiosos ya están claros respecto de la persona de Jesús, o sigue la confusión hasta hoy en día respecto a la identidad de tan enigmático e interesante personaje que por más que algunos pretendan infructuosamente minimizar su figura su impacto ha sido de tal magnitud que si les preguntas a esos mismos detractores en qué año estamos, tendrán que tragarse su orgullo y reconocer que estamos en el año 2016 después de Cristo, de modo que un personaje que dividió la historia en antes y después de él no es para nada uno más del montón, ni uno más de los profetas.
Desde mi humilde punto de vista, la confusión acerca de la figura de Jesús sigue vigente hasta nuestros días a todos los niveles, a saber, de la gente común, de los que dicen ser sus seguidores, a nivel eclesiástico, etcétera.
Por ejemplo, en las iglesias cristianas de todas las denominaciones y confesiones, es sorprendente la cantidad de fieles que jamás han leído la biblia en su vida, o la han leído de forma devocional y muy superficial, pero se dicen cristianos sin conocer la definición bíblica del evangelio, y lo que implica ser un seguidor de Jesús de acuerdo a las enseñanzas del propio Cristo y la doctrina de los apóstoles plasmada en el Nuevo Testamento.
La gran mayoría de los que se dicen cristianos hoy en día se conforman con lo que les enseñan sus “apóstoles”, pastores, maestros, curas, etcétera. Es como si yo afirmara que soy un científico porque vi unos programas de ciencia en Discovery Channel. Lo más probable es que el grueso de la “cristiandad” de hoy día desconozca que los cristianos de la iglesia primitiva eran martirizados por los romanos por no negar el nombre ni la fe en Jesús, en circos en donde eran quemados cual antorchas vivientes o lanzados a los leones, y la mayoría de los que lo saben no estarían dispuestos a pagar tamaño precio por la cristiandad liviana facilista y sin cruz que profesan.
De esta ignorancia viene la gran confusión respecto a Jesús que sigue vigente hasta nuestros días, toda vez que, si tu conocimiento acerca de Cristo se basa en información que escuchas de los mercaderes del templo, de los traficantes de la fe, de los “apóstoles actuales”, pastores, curas y demás que te enseñan que Jesús y su evangelio tienen que ver con prosperidad, materia, riquezas, sensacionalismo, fanatismo, gritadera, saltadera, idolatría, vírgenes, estatuas, y mil herejías por el estilo, tendrás una imagen distorsionada de la persona de Jesús y de su evangelio.
Motivo por el cual, debemos estudiar la biblia nosotros mismos para descubrir la verdad como lo recomienda Jesús:
Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
Así las cosas, comencemos por definir qué es el evangelio de acuerdo a la biblia, y que dicen Jesús y sus apóstoles respecto de su propia persona, de modo que puedas responder con certeza a la principal pregunta que tendrás que resolver en tu vida y de la cual dependerá tu eternidad y destino final, a saber: ¿Quién dicen los hombres y tú que es el Hijo del Hombre?
Evangelio: («buena noticia», del griego εὐ, «bien» y αγγέλιον, «mensaje»). De manera que, el evangelio es la buena noticia de que Dios se hizo hombre en la persona de Jesús; que murió en la cruz para pagar el precio de la redención de nuestros pecados; que el que acepta su sacrificio expiatorio y su señorío confesando con su boca que Jesús es el Señor y Redentor de la humanidad es salvo y nace de nuevo por el Espíritu Santo y viene a ser parte de la familia de Dios como hijo y por tanto heredero de la vida eterna; que se levantó de entre los muertos y por tanto los que creen en su nombre también resucitarán; que ascendió a los cielos en un cuerpo glorificado en donde fue exaltado con un nombre sobre todo nombre y se sentó a la diestra del Padre donde intercede por su pueblo como abogado propicio; que regresará pronto a la tierra después de la gran tribulación a establecer su reinado milenial universal; que toda rodilla se doblará ante él, toda lengua confesará que Jesús es el Señor, y los que les traspasaron y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él como quien llora por hijo primogénito; y que después de su reinado milenial vendrá el fin, léase, la eternidad en la cual los que aceptaron a Jesús como Señor y Redentor recibirán su recompensa y quienes le negaron y aborrecieron su nombre recibirán su castigo eterno.
Esa es la definición bíblica de evangelio, de manera que, si tu pastor, “apóstol”, sacerdote, cura, obispo, “profeta”, “evangelista”, papa, etcétera, no te habla, enseña, ni predica conforme a esta definición bíblica de evangelio, entonces caen en la categoría de anatemas que predican “otro evangelio”.
Gálatas 1:7-10 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Así las cosas, si en lugar del evangelio bíblico solo escuchas a tus líderes religiosos predicándote acerca de plata, materia, riquezas, dinero, tesoros terrenales, lujos, placeres, “éxito”, una vida y una fe fáciles sin sacrificio cual camino ancho y espacioso, adoración de estatuas, ídolos, vírgenes, “santos”, etcétera, entonces debes confrontar lo que te enseñan tus líderes religiosos versus lo que enseñan Jesús y los apóstoles en la biblia que es el evangelio y tomar la decisión de a quiénes les va a creer y dar más fe cuando una doctrina, enseñanza, confesión de fe, etcétera, riñan con lo que enseñan las escrituras bíblicas que es la definición del verdadero evangelio.
En cuanto a la persona de Jesús, esto es lo que dijeron él mismo y los apóstoles acerca de su persona.
Marcos 14:62 Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Juan 4:26-25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: YO SOY, el que habla contigo.
Juan 6:35 Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY.
Juan 10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: YO SOY la puerta de las ovejas.
Juan 10:9 YO SOY la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Juan 10:11 YO SOY el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Juan 10:14 YO SOY el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Juan 11:25 Le dijo Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Juan 14:6 Jesús le dijo: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 15:1 YO SOY la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Juan 15:5 YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Apocalipsis 1:8 YO SOY el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Colosenses 1:13-16 Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13. el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,14. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. 15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e Invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Juan 1:1-4 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.2. Este era en el principio con Dios.3. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.4. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Mateo 16:15-16 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Si de aquí en adelante alguien o el mismo Jesús te preguntan ¿quién dices tú que es el Hijo del Hombre, y qué es el evangelio? ya sabes qué responder de acuerdo a la revelación del Padre plasmada en la biblia.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Juan 6: 66-69 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.