Por: Erick Simpson Aguilera
Feliz año 2016, apreciados lectores. Es mi deseo que en éste año que comienza, el éxito corone todos sus esfuerzos y que Dios los favorezca en todo proyecto que emprendan de buena fe.
En cuanto al informe a la nación pronunciado el día de ayer en la Asamblea Nacional por el presidente de la república, Juan Carlos Varela, quisiera con todo el respeto hacer las siguientes acotaciones:
Más allá de la forma del discurso que según no pocos panameños dejó mucho que desear comoquiera que fue notoria la falta de profundidad y coherencia, y evidente el talante politiquero y demagógico (disculpen, pero no encuentro otros términos más adecuados) que tomó el discurso cual campaña política pletórica de promesas cuando lo que procede a ésta altura es pasar de las promesas a la ejecución, lo que en realidad me preocupó fue el contenido toda vez que, se puede disculpar que el presidente carezca de dotes de gran orador, pero la carencia de rumbo y la ausencia de un proyecto país definido, creíble y viable que reflejó su discurso, eso sí es preocupante.
Así las cosas, me dio la impresión que el gobierno de turno no tiene claro qué hacer respecto a la educación, pobreza, desigualdad, economía, seguridad, agro (soberanía y seguridad alimentaria), etcétera. Sí, ya sé que se invocó un dialogo nacional y la conformación de comisiones para abordar varios de los mencionados temas, sin embargo, es preciso que el gobierno ejerza el liderazgo y defina una hoja de ruta con la visión y proyecto de país que ellos proponen, toda vez que, para eso los elegimos creyéndolos capaces de enrumbar el país por derroteros de desarrollo humano y crecimiento económico, pero tal parece que no tienen un plan definido de qué hacer y cómo hacerlo y por eso invocan comisiones que transcurren los años sin que aterricen nada en concreto.
Dicho eso, es preciso que el gobierno de turno identifique los grandes problemas nacionales, detecte las causas que ocasionan los mismos, establezca los efectos producidos por dichos flagelos, y defina qué planes (programa con pasos concretos) debemos ejecutar para erradicarlos. Para lograr con éxito el cometido en mención, es necesario que el presidente Juan Carlos Varela haga cambios en su gabinete, cuerpo de asesores, y directores de entidades autónomas y semiautónomas comoquiera que, visto el pobre desempeño y la triste ejecución de los mismos, dificulto que con ese equipo pueda llevar a cabo cambios substanciales que impacten positivamente al país.
Además de realizar cambios en su equipo, también es preciso que el presidente realice cambios en la gestión de gobierno per se, la cual no tiene nada de innovadora -ergo ya conocemos cuáles serán los nefastos resultados al final si no renuncian a esas malas prácticas- siendo que se ha gobernado con el mismo librito de la politiquería criolla, léase, nepotismo, favoritismo, amiguismo, sectarismo partidario, clientelismo político, populismo, poca transparencia, nula rendición de cuentas, descalificación a las voces críticas, cambio de nombre al FIS/FES/PAN/DAS, licitaciones extrañas en las que siempre triunfa ODEBRECHT, y una larga lista de etcéteras poco kosher.
En fin, el informe de gestión del presidente Juan Carlos Varela me resultó desalentador por su pobre contenido programático, por su huérfana visión estadista de país, y por estar desconectado de la realidad nacional toda vez que según el discurso en cuestión Panamá marcha muy bien, mientras el panameño sufre limitaciones económicas, afronta los mismos problemas sociales de siempre, y no goza del país de crecimiento y abundancia del que tanto alardean nuestros gobernantes pasados y actuales.
Finalizo esperando que las autoridades de todos los Órganos del Estado cambien el rumbo hacia el despeñadero al que dirigen el país. Aunque, no creo que nuestra nación pueda dar el salto definitivo hacia la madurez y el desarrollo integral con semejantes autoridades, a saber: con ese gabinete ejecutivo que no ejecuta; con esos diputados que van a la Asamblea a chatear, echar cuentos, hablar por celular, y dormir faltándole el respeto no solo al presidente Varela que disertaba, pero también a todos los ciudadanos que pagamos sus grandes salarios para que produzcan, no para que duerman; y con esos magistrados de la Corte que eh… bueno, ustedes saben. Ergo, ciudadanos panameños, en el 2016 debemos tomar nuestro destino en nuestras propias manos -sin esperar milagros de una clase política desgastada, caduca y desfasada- empoderándonos para impulsar una constituyente que enrumbe a Panamá de una vez por todas.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Un pensamiento en “Acerca del discurso presidencial”
juan
Da la impresión que en un año y medio de su gobierno, lo prometido en campaña no está dando resultados, a pesar de prometer un gobierno de diálogo y unidad nacional y de estar heredando muchas denuncias de corrupción del gobierno anterior…el saneamiento de estos actos, en que quedaron?..la situación de pobreza, se redujo?…