Por: Erick Simpson Aguilera
¿Cómo se explica que un país como Panamá que es el segundo con mayor precipitación de América, y el quinto del planeta, según el Banco Mundial de Las Naciones Unidas, esté sufriendo escasez de agua?
¿Cómo se explica que un país como el nuestro cuyos recursos hídricos son de los mayores del mundo, padezca una crisis por falta de agua?
No hay que ser un genio para responder a las preguntas previas. La repuesta es sencilla, a saber: sufrimos una crisis de agua debido a la mala gestión de todos los gobiernos que han administrado nuestro país, incluido el actual, los cuales no destacan como estadistas que aprovechan al máximo los recursos de que dispone la nación, pero sí por su mediocridad, populismo, clientelismo, corrupción y demás malas hierbas por el estilo.
Así las cosas, es preciso destacar que, Según Global Water Partnership “Panamá es uno de los países con mayor recurso hídrico en el mundo, con más de 50.000 m3 per cápita, del cual se utiliza para diferentes usos menos de un 1,1%”. Además, de acuerdo al informe presentado por el Comité Técnico Asesor para Centroamérica de la Asociación Mundial del Agua (CATHALAC) titulado “Situación de los recursos hídricos en los países del istmo centroamericano“, “Panamá es una de las naciones más ricas en recursos hídricos del planeta con unos 52.437 metros cúbicos per cápita”.
Es menester señalar que, de acuerdo al Altas Ambiental realizado por la ANAM, “Panamá cuenta con 52 cuencas hidrográficas, de las cuales 34 desembocan en la vertiente del Pacífico y el resto en la vertiente del Atlántico (18). El país posee alrededor de 500 ríos de corto recorrido, cuyos cursos están usualmente orientados en dirección normal a las costas. La vertiente del Pacífico abarca el 70% del territorio nacional. En ella desembocan unos 350 ríos, con una longitud media de 106 km. Dicha vertiente agrupa 34 cuencas, siendo dos de ellas de tipo internacional; la del río Coto, entre Panamá y Costa Rica y la del río Juradó, entre Panamá y Colombia. Por su parte, la vertiente del Caribe ocupa el 30% de territorio nacional. Hacia ella descargan 150 ríos, con una longitud media de 56 km y comprende 18 cuencas hidrográficas”.
En cuanto a las aguas subterráneas, no se cuenta con estadísticas de las mismas (que yo sepa), pero es sabido que debido a la mala gestión y el desorden rampante típico de los países tercermundistas como el nuestro, se ha permitido la contaminación de parte de dichas fuentes subterráneas por el abuso de agroquímicos, lixiviados (minería), pésima disposición de aguas residuales, etcétera. Razón por la cual, es preciso cuantificar con exactitud nuestras aguas subterráneas y determinar su estado para sanearlas y aprovecharlas de manera sustentable y sostenible.
Dicho esto, es preciso preguntarnos qué estamos haciendo tan mal hasta el punto de tener al IDAAN al borde del colapso, sin capacidad de lograr una cobertura de agua potable 24/7 para cada panameño, y al agro y la ganadería pasando las de Caín por la falta de agua.
Sí, ya sé que no faltan los demagogos politiqueros que de una vez apuntan a los consumidores como los culpables y los acusan de desperdiciar el producto por sus malos hábitos, y consideran que amenazar y multar a los supuestos culpables, léase, a los consumidores, solucionará la crisis por arte de magia. Sin embargo, los demagogos en cuestión no mencionan a la sobreexplotación de hidroeléctricas que están acabando con los ríos por el desorden en las concesiones para lucro privado, ni a la tala indiscriminada, ni a la mala gestión de que hacen gala ellos mismos como adminsitradores del recurso.
De modo que, permítanme señores políticos, funcionarios y demás burócratas indicarles que, si bien es cierto el abuso de los consumidores es parte del problema, el tema de raíz es mucho más profundo y serio que dicho abuso, y se llama reitero, mala gestión y mediocridad de todos los gobiernos que han descuidado malintencionadamente éste tema para lucrar con una posible privatización del agua cuando el asunto haga crisis.
Es hora que como panameños cuidemos entre todos nuestros ríos, que no contaminemos el medioambiente, que reforestemos, que no desperdiciemos el agua, y que exijamos a nuestras autoridades un inventario de todos nuestros recursos hídricos, aguas subterráneas y demás, así como un plan que solucione la crisis no solo temporalmente, pero también a largo plazo, comoquiera que el canal requiere de agua para su funcionamiento y cada día aumenta la demanda ciudadana por el agua potable; demanda ésta que al sol de hoy no ha sido satisfecha a cabalidad de frontera a frontera.
Cabe destacar que, el agua apta para utilizarse en el consumo humano es un recurso escaso en el mundo, y será motivo de guerras futuras, razón por la cual no podemos dejar éste tema en manos de politiqueros indolentes, sin involucrarnos como ciudadanos responsables y exigir una buena gestión del mismo.
En fin, Panamá es un país con abundante agua, pero no nos comparamos en buena gestión con países desérticos como Israel cuyos estadistas han hecho florecer aun el desierto, mientras nosotros corremos el riesgo de padecer de sed no obstante nuestra abundante agua. Es triste cuando un país carece de científicos, estadistas, patriotas, y gente seria que atienda los temas de Estado con la relevancia y visión a largo plazo que ameritan, pero abunda en politiqueros cortoplacistas y mediocres apaga fuegos que lidian erráticamente con los efectos de las malas decisiones sin erradicar las causas, y cuando dichas consecuencias nos sorprenden, ellos demagógicamente culpan al fenómeno del niño y a los consumidores de nuestros males y crisis, cuando la realidad es que no tomaron las previsiones y precauciones para cosechar agua de lluvia y aprovechar al máximo nuestros grandes recursos hídricos y aguas subterráneas de manera que pudiéramos hacerle frente a los malos ciclos climáticos como el que afrontamos hoy día.
Finalizo posteando a continuación, a manera de docencia y para estremecer nuestras conciencias adormecidas, las estadísticas de precipitaciones anuales a nivel de América y del mundo, con datos extraídos del Banco Mundial, las cuales demuestran que el problema no es de escasez (somos de los primeros países del planeta en precipitaciones), pero sí de mala gestión, y posteando íntegramente un artículo sobre el particular que nos ocupa, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, para ver si nuestros gobernantes aprenden de una vez por todas cómo es que se gestiona el tema del agua.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Nota: «Precipitación media es el promedio a largo plazo en profundidad (sobre espacio y tiempo) de precipitación anual en el país. La precipitación se define como cualquier tipo de agua que cae de las nubes en forma líquida o sólida». Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, archivos electrónicos y sitio web.
Licencia: Abierta. Fuentes Indicadores del desarrollo mundial.
Israel en foco- Desarrollo de recursos hidricos limitados
Por Dr. Dov Sitton
Instituto para la Investigación Aplicada, Universidad Ben-Gurión del Néguev
Trasfondo Historico
«… el páramo será un estanque, lo reseco un manantial» (Isaías 35:7) La escasez de agua ha sido siempre el factor dominante en la agricultura de la mayor parte del árido Medio Oriente, y su población ha debido basarse en las pocas y erráticas lluvias de temporada o en los ríos para su abastecimiento de agua. En Egipto, por ejemplo, el Nilo es la única fuente de agua estable en lo que de otro modo sería un paisaje desértico. En los tiempos antiguos la agricultura se limitaba a estrechas franjas de tierra a ambas riberas del río. Incluso hoy, la agricultura en Egipto se concentra principalmente a lo largo de las márgenes del Nilo. El clima del Israel actual está fuertemente afectado por la proximidad del desierto al sur y al este. La mayor parte del territorio del país se clasifica como árido (60%) o semiárido. La precipitación pluvial se limita al invierno y se produce principalmente entre noviembre y marzo. La precipitación anual promedio oscila entre los 400 y 800 mm. en las partes norte y oeste del país, y disminuye notoriamente hacia el sur y el este. Una temporada seca, en la que prácticamente no hay lluvias, se extiende desde comienzos de abril hasta finales de octubre. Hasta comienzos del siglo XX, la agricultura en el país se basaba prácticamente en su totalidad en la lluvia y por lo tanto se limitaba al norte del país y a la zona costera. En algunas localidades en el norte, donde había manantiales, los campos eran irrigados. El agua era conducida por la fuerza de gravedad desde su fuente a los campos por sucios canales abiertos. Cada granjero supuestamente debía recibir su porción de agua por varias horas una vez cada tantos días o semanas. No obstante, debido a la seria pérdida de agua a lo largo de la ruta de transporte resultado de su rápida filtración en el suelo el agua era distribuida en forma desigual y los campesinos más alejados del manantial recibían poca agua. A lo largo de la costa, las aguas subterráneas eran extraídas de pozos con la ayuda de norias empujadas por un burro o un buey. El agua se juntaba en un estanque y de ahí se derivaba por la fuerza de gravedad a las plantaciones cercanas (principalmente naranjales). Esos pozos eran excavados a mano y su rendimiento era bajo. La noción de que la agricultura requiere de un abastecimiento de agua seguro empezó a ser comprendida a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Este revolucionario cambio en la actitud fue introducido en el área principalmente por los asentados judíos, que estaban dispuestos a adoptar tecnologías y metodologías avanzadas. Dichas tecnologías fueron introducidas por inmigrantes con un adiestramiento especializado y capacitación profesional entre ellos personas experimentadas en avanzados métodos de perforación a través de duras capas y en el bombeo de grandes cantidades de agua de pozos profundos. El papel de la irrigacion en una agricultura avanzada El uso de la irrigación en la agricultura tradicional se ve obstaculizado por varias limitaciones:
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Desde 1939 en adelante, fueron preparados varios planes para el transporte de agua hacia el Néguev, principalmente por Simja Blass. Un estudio comprehensivo titulado «Recursos Hídricos en la Tierra de Israel: Perspectivas de Irrigación y Desarrollo Hidroeléctrico» fue preparado por la Compañía de Agua Mekorot en 1944, y aproximadamente al mismo tiempo, expertos de EE.UU. en agua y conservación de la tierra llevaron a cabo estudios y presentaron esquemas de proyectos hídricos. W. K. Lowdermilk, un renombrado experto estadounidense en conservación de suelos e hidrología, publicó, también en 1944, un libro («Palestina Tierra de Promisión») sobre las posibilidades de desarrollar proyectos hídricos en Palestina. En el mismo año, J. B. Hays, un experto estadounidense en represas y conservación de agua, visitó el país para examinar las posibilidades de planificar un proyecto hídrico. Su libro, «Autoridad del Valle de Tennessee del Jordán», fue publicado un par de años más tarde. Hays continuó sus estudios después del establecimiento del Estado de Israel (1948) y presentó varias versiones de un plan maestro para el desarrollo de energía hidroeléctrica y de la irrigación. Posteriormente se le unió su colega, J. S. Cotton, quien presentó un plan maestro en 1955, que fue eventualmente adoptado por el gobierno y sirvió como anteproyecto para el Acueducto Nacional.
Construccion Como parte de un movimiento destinado al asentamiento del Néguev, la región árida sur del país, en 1943 se establecieron allí tres asentamientos experimentales. El objetivo principal era estudiar las condiciones del suelo, la disposición del agua (incluyendo datos sobre la precipitación anual) y el tipo de cultivos que podrían ser obtenidos en las condiciones existentes. Once asentamientos adicionales se establecieron en el Néguev en 1946 y otros cinco en 1947, equipados y financiados como antes por las instituciones nacionales judías. Desde el comienzo mismo quedó en claro que en el Néguev el principal factor limitante para la agricultura era la escasez del agua. El reconocimiento de que una agricultura moderna y exitosa dependía del riego, lo que a su vez exigía un abastecimiento seguro del agua, llevó al inicio de una serie de estudios. Estos incluyeron investigaciones meteorológicas, geológicas e hidrológicas. Se intentó perforar pozos y bombear las aguas subterráneas cerca de los asentamientos; no obstante, las cantidades obtenidas fueron bastante pobres y la salobridad del agua era por lo general demasiado alta para el uso agrícola. Los intentos de construcción de represas y depósitos para juntar el agua de las crecidas de estación fallaron debido a las grandes fluctuaciones de un año a otro en la cantidad e intensidad de las crecidas y por dificultades técnicas. Eventualmente se llegó a la conclusión de que el único modo de garantizar un abastecimiento de agua seguro y suficiente para la agricultura en el Néguev era transportar el agua desde las fuentes del norte por medio de tuberías. El primer «Acueducto del Néguev», que comenzó a operar en 1947, aseguró una cantidad de agua confiable, si bien limitada, a la mayoría de los asentamientos del Néguev (aunque algunos de ellos aún debían basarse en pozos locales). Esta modesta tubería transportaba agua de pozos en el noroeste del Néguev, una zona relativamente rica en aguas subterráneas. La primera etapa, instalada y en funcionamiento en 1947, consistía de 190 km. de tubos de 6 pulgadas de diámetro que abastecían un millón de metros cúbicos al año. Posteriormente esta tubería fue cambiada por tubos de 20 pulgadas de diámetro que proveían 30 millones de metros cúbicos al año. La importancia de esta tubería pionera fue que el concepto de transportar agua del norte lejano para regar la árida sección sur del país quedó firmemente establecido. Esta empresa pionera fue seguida por dos proyectos en gran escala para el abastecimiento de agua al Néguev. El primero fue el «Acueducto Yarkón Néguev», construido poco después del establecimiento del Estado de Israel. Esta tubería de 66 pulgadas de diámetro transportaba anualmente 100 millones de metros cúbicos de agua del río Yarkón al Néguev a lo largo de una distancia de 130 km. Aunque éste fue un proyecto ambicioso en términos de los recursos disponibles en esa época, muy pronto quedó en claro que se requería un sistema más grande y comprehensivo, que culminó en un segundo proyecto en gran escala, el ambicioso Acueducto Nacional. La principal función del Acueducto Nacional es transportar el agua a la región sur del país desde el Mar de Galilea (en hebreo, Yam Kinéret, Lago Kinéret) en el norte. Originalmente, se debía extraer el agua del Jordán antes de su entrada al Mar de Galilea. Las primeras etapas del trabajo en el terreno comenzaron en 1953. Sin embargo, en vista de la oposición siria y de una resolución de las Naciones Unidas, Israel se vio obligado a suspender los trabajos y modificar el plan original. Los planes finalmente fueron aprobados en 1956 y el Acueducto Nacional se completó y comenzó a funcionar en 1964. El acueducto es una combinación de tuberías subterráneas, canales abiertos, depósitos intermedios y túneles que proveen alrededor de 400 millones de metros cúbicos de agua al año del Mar de Galilea, que se encuentra a unos 200 metros bajo el nivel del mar. El agua es bombeada hasta una elevación de alrededor de 152 m. sobre el nivel del mar y fluye por gravedad a la región costera, desde donde es bombeada al Néguev. Además del Mar de Galilea, dos grandes acuíferos, el Acuífero de la Montaña y el Acuífero Costero, contribuyen anualmente al acueducto con unos 350 millones de metros cúbicos y 250 millones de metros cúbicos respectivamente. El Acueducto Nacional funciona no solamente como el principal abastecedor de agua, sino también como desagüe para los excedentes de agua del norte en invierno y a comienzos de primavera, y como fuente para el recambio de los acuíferos subterráneos en la región costera. La mayor parte de los sistemas hídricos regionales están incorporados al Acueducto Nacional para formar una red equilibrada en la que el agua pueda ser transportada de una línea a otra de acuerdo con las condiciones y necesidades del momento.
Abastecimiento y demanda administracion de recursos hidricos limitados Los recursos de agua dulce de Israel, que alcanzan un promedio de 2.000 millones de metros cúbicos al año, están siendo explotados en la actualidad hasta casi el límite. Sin embargo, la población del país crece constantemente, al igual que la demanda de agua. Deben ser adoptadas medidas urgentes para el abastecimiento de cantidades adicionales de agua. Una importante fuente potencial son las aguas marginales, una categoría que comprende efluentes, agua salobre y agua de mar. El tratamiento adecuado purificación en el caso de las aguas servidas y desalación en el de aguas salobres o agua de mar puede proveer de la muy necesitada agua. Aguas servidas Cantidades cada vez mayores de aguas servidas han encontrado su camino hacia el medio ambiente, haciendo peligrar los acuíferos subterráneos y otras fuentes de agua dulce. La apremiante necesidad de encontrar fuentes alternativas para el abastecimiento de agua, junto con la crítica condición del ambiente, llevaron al Comisionado de Aguas a establecer la planta Shafdán, operada por Mekorot, un proyecto en gran escala para el procesamiento de las aguas servidas y la producción de agua purificada. Este procedimiento tiene como resultados dos beneficios: a) Un acuífero en las cercanías sirve como depósito subterráneo para el agua transferida, impidiendo su pérdida por evaporación. El agua es bombeada cuando se la necesita, por lo general en verano. b) La filtración del agua a través de las capas del suelo proporciona una fase adicional de purificación. Alrededor de 110 millones de metros cúbicos de esta agua purificada se transportan anualmente por medio de una tubería separada llamada el «Tercer Acueducto del Néguev» al Néguev Occidental para riego. Debido al alto grado de pureza del agua tratada, puede ser empleada para todo tipo de cultivos sin riesgos para la salud. Plantas adicionales para el procesamiento de las aguas servidas están en construcción o en planificación. Se prevé que la mayor parte de la asignación de agua para la agricultura provenga eventualmente de efluentes purificados, de modo que el agua dulce de calidad pueda ser derivada de los usos agrícolas a los domésticos. Plantas en menor escala en el Néguev proporcionan aguas tratadas para el riego de los campos ubicados a una distancia no muy grande de la fuente del efluente. El tratamiento es mínimo y el uso de esta agua se restringe a cultivos como el algodón. Estos pequeños proyectos han demostrado ser muy efectivos. Agua salobre y agua de mar Hay dos categorías de agua disponible para la desalación, agua salobre y agua de mar. La desalación del agua de mar es costosa debido a las altas concentraciones de sales. Por lo tanto, los esfuerzos para el desarrollo de un proceso más barato se centran actualmente en el agua salobre. A largo plazo, sin embargo, el agua de mar también deberá ser usada como fuente de agua potable. Varios métodos de desalación de agua salobre han sido estudiados en Israel desde comienzos de los años sesenta. Entre ellos, la osmosis reversiva ha resultado ser eficiente y relativamente barata; hoy en día cuesta aproximadamente un 25% más producir agua potable por osmosis reversiva que por purificación de aguas servidas. El principal proyecto de desalación se encuentra cerca de Eilat, una ciudad ubicada en la costa del Mar Rojo, en el extremo sur de Israel la región más seca del país, con una cantidad de precipitación inapreciable. La población de Eilat es aproximadamente 40.000 habitantes, más un influjo anual de unos 500.000 turistas. Hasta 1997, toda el agua potable de Eilat se obtenía de la desalación de aguas salobres subterráneas. El agua desalada se produce por medio de osmosis reversiva en dos plantas con una producción conjunta de alrededor de 36.000 metros cúbicos al día (unos 13 millones de metros cúbicos al año). Como resultado de la constantemente creciente demanda de un abastecimiento confiable de agua potable, se agregó una tercera unidad para la desalación de agua de mar (el agua se bombea del Mar Rojo). En la actualidad, la producción de esta unidad es de alrededor de 3,5 millones de metros cúbicos al año. La desalación de agua salobre es preferible a la desalación del agua de mar, dado que la energía necesaria para producir agua potable de agua salobre es 0,8 a 1,0 kWh por metro cúbico, y se recupera el 73% del agua, mientras que para desalar agua de mar se requiere alrededor de 3,85 kWh por metro cúbico, y se recupera solamente el 50% del agua. No obstante, el agua salobre subterránea está esparcida en áreas relativamente grandes y su existencia en la vecindad de Eilat es limitada. El abastecimiento de agua de mar, por otra parte, es infinito. Por lo tanto, la producción futura de agua potable deberá basarse principalmente en el agua de mar. Además de asegurar una fuente adicional de agua potable, el desarrollo de un método eficiente de desalación ayudará a revertir la actual y peligrosa tendencia hacia la salobridad de los acuíferos de agua dulce. En forma limitada, el agua salobre no tratada está siendo puesta en uso para la irrigación de ciertos cultivos. Se han llevado a cabo muchos estudios para investigar si el agua salobre puede ser empleada para la irrigación de cultivos. Se descubrió que algunos de ellos, como el algodón, el tomate y el melón toleran el agua salobre (hasta 7-8 dS/m de conductividad eléctrica, equivalente a una salinidad de 0,41 0,47% NaCl). Sin embargo, para minimizar la acumulación de sales alrededor de las raíces de las plantas y para facilitar la eliminación de las sales que se acumulan, es esencial: a) usar sistemas de riego por goteo y b) cultivar las plantas en suelo medio o liviano (suelo arenoso o arcilloso). En el caso de estos cultivos tolerantes, el uso de agua salobre puede lograr un ahorro de agua dulce. Avanzados metodos de regadio En Israel, el sector agrícola es el principal consumidor de agua. Por eso, con el fin de reducir el consumo total de agua, la cantidad de agua asignada a la agricultura ha sido sujeta a una serie de restricciones, especialmente desde comienzos de la década del 90. De un consumo total de 2.008 millones de metros cúbicos en 1997, 1.264 millones de m3 (63%) se empleaban en la agricultura, en comparación a la situación en 1985, cuando el consumo de agua para la agricultura era 1.389 millones de m3 de un total de 1.920 millones de m3 (72%). No cabe duda de que el uso eficiente de agua para la irrigación es de suprema prioridad. Una de las más importantes innovaciones agrotecnológicas de los tiempos modernos es probablemente el invento israelí del riego por goteo de Simja Blass y su hijo (el padre concibió la idea, el hijo desarrolló el gotero). El riego por goteo tiene muchas ventajas por sobre otros métodos de irrigación:
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