Por: Erick Simpson Aguilera
Muy buen día, estimados lectores.
Debido al interés del gobierno de cambiar la estructura del Idaan de una Institución estatal como es actualmente a una S.A estilo ETESA S.A, que para los efectos, al menos para su servidor, constituye una privatización disfrazada, resulta oportuno analizar el tema en cuestión, con el propósito de evitar que un derecho humano fundamental como lo es el agua potable, se convierta en una mercancía de especuladores que cual mercaderes pretenden lucrar con un servicio público esencial e indispensable cuya satisfacción es responsabilidad del Estado.
Sobre dicho particular, las Naciones Unidas, señala lo siguiente:
«El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.»
De manera que, el acceso al agua potable a precios asequibles para toda la población, es un derecho humano consagrado mundialmente, el cual al privatizarlo es violado toda vez que, al cambiarse el enfoque social por el de lucro, quienes no puedan pagar los nuevos precios con márgenes de ganancia más amplios, se verán privados del sagrado recurso (agua) lo cual constituye un atentado contra las vidas de la población más vulnerable.
Si, ya sé que, quienes defienden esta iniciativa de transformar al IDAAN en una S.A. alegan que no es una privatización y que esta es la única forma de librar a la institución en mención de la debacle financiera y costear las inversiones necesarias. Sin embargo, en lo que a mí concierne, dicho modelo sí es una privatización y pone en peligro el acceso al agua de los más vulnerables quienes hoy por hoy, tampoco es que gocen del servicio las 24 horas, ni que la cobertura a nivel nacional sea de gran alcance, pero, sufrirán mucho más aún si se privatiza el servicio disparándose los precios.
Es oportuno mencionar que, el agua potable es un recurso clave y escaso en el mundo, el cual es anhelado con ansias por especuladores que quieren hacerse con todas las fuentes y suministros de agua del planeta, y Panamá es uno de los países con mayor recurso hídrico del orbe por lo que somos objeto de la codicia de muchos especuladores nacionales y allende nuestras fronteras.
De acuerdo al inventario de recursos hídricos, Panamá es uno de los países con mayor potencial hídrico del mundo, a saber: 500 ríos, de los cuales, 350 están en la vertiente del Atlántico y 150 en el Pacífico. Según Global Water Partnership “Panamá es uno de los países del mundo con mayor recurso hídrico, con más de 50.000 m3 per cápita, del cual se utiliza para diferentes usos menos de un 1,1%”. Según el informe presentado por el Comité Técnico Asesor para Centroamérica de la Asociación Mundial del Agua (CATHALAC) titulado “Situación de los recursos hídricos en los países del istmo centroamericano“, “Panamá es una de las naciones más ricas en recursos hídricos del mundo con unos 52.437 metros cúbicos per cápita”.
A propósito, sólo el 0,08% de toda el agua del planeta es apta para consumo humano:
En fin, reconozco que la actual administración heredó una institución que agoniza (el IDAAN) debido al abandono premeditado de pasados gobiernos (para destruirla y justificar la privatización), cuya falta de recursos, tecnologías, infraestructura, etcétera, sumado a una cartera morosa impagable, la hacen un proyecto destinado al fracaso, insostenible e inviable. Sin embargo, considero que la privatización no es la solución, y que precisamos de mayor creatividad para evitar caer en el camino fácil de traspasarle la responsabilidad social a terceros cuyo norte riñe con el servicio público de carácter social por basarse en el lucro y ganancias desmedidas.
Sí, yo sé que, el reto es grande y nada fácil, pero, de eso se trata la administración pública, de ser estadistas con capacidad de solucionar los grandes problemas que afronta la nación. Es hora de demostrar capacidad, creatividad y resultados. Que lastima y pesar causa saber que con los miles de millones de dólares lesionados al patrimonio estatal, este y muchos problemas más, hubieran sido resueltos. Ahora toca recuperar esos fondos atracados para destinarlos al IDAAN y otros proyectos sociales.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
«Constituyente soberana ya».