Por: Mariangela Pittí J.
19/11/2014 – “Caiga quien caiga, fue la condición que José Ugaz exigió en el año 2000 para aceptar la Procuraduría ad-hoc para los casos de corrupción del gobierno de Fujimori y Montesinos”. (Cita de Roberto Dañino, expresidente del Consejo de Ministros del Perú).
Tres procuradores, 20 abogados, 7 asistentes profesionales, 3 asistentes administrativos y un líder con “pantalones”, como decimos en buen panameño: independiente, preparado, con trayectoria y con un gran sentido de justicia para adecentar su país; fue clave el equipo de recursos humanos para capturar a dos altos políticos sinvergüenzas, abrir más de 200 casos judiciales contra más de mil 500 miembros de la red de Fujimori y finalmente, repatriar cientos de millones de dólares robados por esta organización criminal. (Datos extraídos de Corrupción Globalizada: El caso Montesinos, 2003)
¿Y a nosotros en Panamá qué nos detiene? Una subcultura de juega vivo priva a la población de verdaderas oportunidades. Debemos exigir que se tomen medidas eficaces contra la corrupción. La democracia es frágil y la corrupción acaba con ella, pues impide el desarrollo sostenible de nuestros países; y afecta la credibilidad y confianza en la representatividad. Somos cómplices de un sistema corrupto cuando optamos por una actitud de “aquí no pasa ni pasará nada”, “todos los gobiernos han sido corruptos, ni modo”, “la política es así”. No hay duda, los cambios verdaderos y profundos requieren de la participación ciudadana: toca salirse de una zona de comodidad y no tenerle miedo a actuar en busca de esa profunda transformación que necesitamos. Nuestra voluntad política requiere que sea un esfuerzo colectivo y constante, hay que analizar y evaluar el trasfondo de nuestro entorno.
Es importante que pensemos en Panamá como un proyecto a largo plazo, pensar en gratificaciones egoístas e instantáneas son el abono perfecto para que sigamos cosechando más de lo mismo.
Tenemos la gran responsabilidad de velar por nuestro patrimonio, exigir justicia, y combatir la impunidad.
Para ver resultados hay que estar consciente del problema y actuar proactivamente para gestionar estrategias que hagan la diferencia. La expectativa de un mejor país debe estar acompañada por un gran compromiso a denunciar la corrupción, a exigir que se hagan las investigaciones pertinentes, procesar, y que se aplique la certeza del castigo.
Para muchos en nuestros países latinoamericanos, José Ugaz representa el sentido de justicia que muchos ciudadanos aspiramos a implementar en nuestro sistema; héroe de una nación en la investigación penal más importante en la historia de su tierra natal Perú.
Tenemos el poder en nuestras manos de poner el estándar de lo que queremos sea la política en nuestro país.
“Debemos ser el cambio que queremos ver en nuestra República de Panamá”.
#CaigaQuienCaigaPanama
Fuente: La Prensa.
Un pensamiento en “Panamá: ¿Quién se atreve a ser nuestro José Ugaz?”
Alan Ledezma Osorio
No solo es un claro síntoma de cultura de juega vivo, es un claro deterioro de valores y principios éticos de las q adelecemos algunos panameñoa , ya no nos extraña en lo absoluto que los capos políticos hagan siempre lo mismo, esperemos que los tiempos cambien
Saludos a.todos