Por: Erick Simpson Aguilera
Un país que se dice hermano y asegura querer solucionar el tema que ellos mismos provocaron, a saber, incluirnos en una lista de paraísos fiscales, de una manera amistosa y conjunta, insiste en agredirnos, en pisotear la supuesta hermandad que invocan, y en irrespetar nuestra soberanía.
El aumento arbitrario de los aranceles a las exportaciones de Panamá desde la Zona Libre de Colón a Colombia, y ahora la inclusión de Panamá en la lista colombiana de paraísos fiscales, deben movernos a los panameños a replantearnos nuestra relación con el hermano país.
Tal parece que, esta supuesta «hermandad» es de una sola vía, comoquiera que, en Panamá recibimos un flujo masivo de inmigrantes del vecino país, les abrimos las puertas de par en par sin visa, les facilitamos su estadía para que residan, trabajen, e inviertan en suelo patrio, les reconocemos derechos en el uso del Canal de Panamá, y una serie de etcéteras, mientras del otro lado “amigo”, recibimos en pago ataques a la economía panameña, y satanización a nuestro sistema bancario.
Sobre dicho particular, la presidenta de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), María Mercedes Cuéllar, expresó esta semana lo siguiente:
“La posibilidad de que Panamá firme aún es remota, lo que significa que la inclusión de este país dentro de las jurisdicciones consideradas por Colombia como ‘paraísos fiscales’ para efectos tributarios parece inminente”.
Ahora veamos la opinión de la misma Señora María Mercedes Cuellar en 2012, a la sazón, reitero, presidenta de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), respecto al lavado de dinero en su país que hoy se atreve a ponernos en su lista negra de paraísos fiscales como si tuvieran moral para hacerlo:
“El lavado de dinero en Colombia, cuyo monto supera el 3 % del producto interno bruto, se ha ampliado más allá del narcotráfico, al sumarse la minería ilegal, la corrupción, el tráfico de armas y la financiación del terrorismo.
«Hace unos años se hablaba fundamentalmente del narcotráfico, hoy día se ha ampliado enormemente el espectro de acción hasta incluir por ejemplo delitos ambientales, corrupción administrativa y delitos en contra del presupuesto del Estado. El lavado de dinero en Colombia se estima en 20 billones de pesos (11.100 millones de dólares), lo que supondría más del 3 % del producto interno bruto (PIB)”.
Qué les parece, este es el país “hermano” que se da golpes de pecho, se rasga las vestiduras, y pretende darnos lecciones a los panameños de pulcritud y transparencia.
Con todo el respeto, un país con instituciones débiles que han sido permeadas por el narcotráfico y toda suerte de grupos irregulares de los más variopintos, no tiene la estatura moral, ni está en condiciones de exigirnos información bancaria secreta sobre los cuentahabientes de nuestro sistema bancario, poniendo en riesgo no solo los dineros, pero también las vidas de nuestros clientes que han confiado en Panamá para resguardar sus dineros, y pueden verse expuestos ante una filtración de información a grupo criminales que pudieran marcarlos como objetivos de sus fechorías.
De modo que, aplaudo la posición del gobierno panameño, expresada mediante un comunicado de los Ministerios de Economía y Finanzas, Comercio e Industrias y Relaciones Exteriores, con el propósito de dejar bien en claro, nuestra determinación de aplicar la ley de retorsión a los países que nos discriminan.
Esa es la posición que corresponde, hacernos respetar como país soberano, no dejarnos amedrentar, no permitir que país alguno pretenda que las autoridades panameñas hagan las veces de empleados fiscales de otro país, no ajustar nuestro exitoso sistema bancario a los caprichos fiscales de países ajenos, medir con la misma vara a los países que nos discriminan aplicándoles medidas similares donde más les duele, y hacerles saber que, los panameños no nos someteremos a chantajes, ni negociaremos bajo amenazas como si todavía fuéramos un Departamento de Colombia. De la misma forma como hicimos con Francia cuando nos tildó de paraíso fiscal, debemos proceder ahora, aplicándoles sin titubear la ley de retorsión.
De eso se trata ser un país soberano, de poner primero los intereses patrios, y no existir en función de intereses allende nuestras fronteras en detrimento de nuestra economía. Y si Colombia quiere negociar en igualdad de condiciones, que nos retire de su nefasta lista negra de paraísos fiscales; de lo contrario, ley de retorsión con ellos, y entonces negociemos en condiciones iguales, ellos con su lista negra, y nosotros con la nuestra, si todavía se animan.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Leer: Mitos, verdades, y medias verdades de los paraísos fiscales.
2 pensamientos en “Si Panamá es un paraíso fiscal, ¿Colombia qué es?”
luz adriana
Nos fregamos entonces los Colombianos que queremos tu pais?… Por una decisión de un presidente tontarrón como Santos, no vayas a generalizar! No todos los Colombianos estamos a favor de semejante atrocidad. SANTOS nos tiene jodidos con la entrada de la guerrilla y en búsqueda de su falsa PAZ con delincuentes! las decisiones de Santos son tan mediocres como él mismo!
erick507
No hablo de los colombianos en general; hablo a nivel de Estado; de uno amigo que le tiene la mano extendida al otro y le abre las puertas a sus nacionales que buscan una mejor vida en Panamá, y de otro Estado que insiste en apuñalar por la espalda y atenta contra la economía del buen vecino que le ha ayudado.
Saludos.