Por: Erick Simpson Aguilera
Leer: Canasta Básica a abril de 2014.
De febrero de 2010 a febrero de 2014 que es la fecha del último informe publicado por el MEF, el costo de la canasta básica de alimentos se ha incrementado en $66.40. Es decir, a febrero de 2010 el costo de la canasta básica sin incluir el tanque de gas ascendía a $267.02, mientras que a febrero de 2014 se sitúa en $333.42.
Para un gobierno que se jactaba de conocer la fórmula para bajar el costo de la canasta básica, dicho incremento representa un rotundo fracaso que golpea a los hogares de los panameños.
Como muestran la tabla y gráfico anteriores, del grupo de 10 rubros que agrupan los 50 productos que conforman la canasta básica, todos sufrieron aumentos en el período comprendido de febrero de 2010, a febrero de 2014, totalizando en un incremento de $66.40.
Dicho incremento no sorprende como quiera que, la política de este gobierno consiste en bajar aranceles para incentivar la importación de productos alimenticios de baja calidad con la excusa de que dicha política reduciría los precios de los alimentos, lo cual no ha sucedido, por el contrario, se han disparado los precios, mientras se ha afectado a los productores nacionales que continúan reduciendo la producción de hectáreas sembradas y cosechadas de melón, café, hortalizas, arroz (en el ciclo agrícola 2012/2013, 98 mil 380 hectáreas de arroz fueron cultivadas en Panamá, lo que representa 11 mil 190 hectáreas menos que en el período previo), etcétera.
Así las cosas, Panamá ha dejado de ser autosuficiente en materia alimenticia, y se ha constituido en el segundo mayor importador de productos alimenticios en LATAM, solo superado por Venezuela. Rubros como el arroz, maíz, tomate, papa, lechuga, cebolla, etcétera, son los que más se importan, al punto de que hoy por hoy, el 50% de los productos alimenticios que consumimos los panameños, son extranjeros. A eso le llamo una política agropecuaria perversa que no ha significado ahorro para los consumidores panameños, pero si un incesante aumento del costo de los alimentos, y cuyo objetivo consiste en sacar de circulación al productor nacional para beneficiar a los especuladores locales que lucran desmedidamente en un tema tan sensible como es la comida, acabando en consecuencia con nuestra soberanía y seguridad alimentaria.
De hecho el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) que en teoría debe velar por los intereses de los productores nacionales y de los consumidores, importa 58 de 65 productos que vende en las Jumbo Ferias, es decir, solo 7 productos de esa lista de 65 los compra a los productores nacionales que siguen en fuga abandonando el sector agropecuario, mientras el gobierno nacional subsidia a productores internacionales.
Con semejante política agropecuaria de abandono gubernamental, no sorprende que cada día más productores abandonen la actividad para dedicarse a negocios más rentables, productivos y sostenibles, o que la juventud no vea al sector como una buena opción de negocios, como demostró el Censo Agropecuario de 2011, según el cual el 84.4% de los productores agropecuarios tienen 35 años o más, lo que refleja la falta de relevo generacional dentro del sector agro.
A ese ritmo de abandono gubernamental del sector, baja productividad, migración de productores en masa hacia otras actividades económicas, y con la falta de tecnologías, equipos, asistencia técnica, investigación científica de los ciclos de lluvias y temporadas secas para con mayor tino programar las siembras, servicios básicos, infraestructura, y preparación para hacerle frente a los TLC que firmamos a diestra y siniestra con países que subsidian a sus productores, que son productivos, y nos llevan años luz en rubros en los que nosotros cojeamos, nos convertiremos en unos años es un país completamente dependiente en el tema alimentario, lo que equivale a caminar en una cuerda floja, y a consumir productos transgénicos dañinos para la salud, provenientes allende nuestras fronteras, los cuales inundarán nuestros mercados. De modo que, es preciso elevar el tema de la soberanía y seguridad alimentaria a asunto de Estado.
En fin, no obstante este panorama desalentador, el gobierno de turno que ha fracasado en el tema alimenticio y tiene al pueblo panameño penando por el alto costo de la canasta básica, ahora nos pide a los votantes una segunda oportunidad, y que le demos un voto de confianza al candidato oficialista José Domingo Arias, quien propone para solventar este tema tan delicado, la nada novedosa iniciativa de poner una Jumbo Tienda en cada esquina y parada de buses, es decir, la gran solución para bajar el costo de la canasta básica y rescatar a nuestro agonizante sector agropecuario que propone el oficialismo es, más filas largas bajo el sol y la lluvia al estilo cubano y venezolano, para comprar latas de tuna y demás productos subsidiados e importados de baja calidad.
De usted depende estimado lector, si decide creer en la estafa de quienes en cinco años de gobierno les ha importado poco bajar el alto costo de la canasta básica, han abandonado al sector agropecuario a su suerte, y han privilegiado las importaciones para beneficiar a especuladores nacionales, y a productores internacionales, en detrimento de los consumidores panameños, y los productores nacionales, pero después no se queje de que la comida está muy cara cuando el candidato Arias siga con la misma agenda de abandono al agro, importación de productos, y canasta básica cara.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
2 pensamientos en “Costo de la canasta básica a febrero de 2014”
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