Por: Erick Simpson Aguilera
Que tal apreciados lectores.
Quisiera compartir con ustedes mis conclusiones respecto al último debate presidencial organizado por la Cámara de Comercio.
En primera instancia reconozco que el formato de debate resultó mucho más dinámico y autentico que los de formato foro previamente utilizados. De hecho, el formato debate resultó tan dinámico que algunos candidatos se pasaron de auténticos y los desbordaron sus emociones (demasiado drama y sentimentalismo), demostrando una falta de templanza y una fragilidad de carácter (a algunos solo les faltó llorar cuando los cuestionaban) que dejan mucho que desear en quienes aspiran a un cargo de tanta presión como lo es el de Presidente de la Republica.
En cuanto al contenido del debate, destaco que, les faltó preparación a todos los candidatos, a excepción del Profesor Juan Jované quien demostró ser una persona versada y documentada en la mayoría de los temas.
Por ejemplo, cuando el candidato José Domingo Arias insistía en que las Jumbo Ferias y Jumbo Tiendas son una maravilla, una panacea que bajará el costo de la canasta básica al eliminar del proceso de mercadeo según él, a los intermediarios, me hubiera gustado que algún candidato le hubiera recordado con cifras que, dicho modelo no tiene nada de novedoso porque es el utilizado actualmente por el gobierno de turno y que no ha resuelto el alza inclemente y constante de la canasta básica que ha aumentado $65.22 durante la actual administración, y que de hecho el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) que se supone debe velar por los intereses de los productores nacionales y de los consumidores, se ha vuelto una competencia desleal al importar 58 de 65 productos que vende en las Jumbo Ferias, es decir, solo 7 productos de esa lista de 65 los compra a productores nacionales, mientras subsidia a productores internacionales.
Era tan fácil demostrarle con cifras al candidato Arias que el CD ha fracasado en el tema de la canasta básica al privilegiar las importaciones en detrimento de la producción nacional, destruyendo en consecuencia a nuestro sector agropecuario, lo cual constituye un atentado contra la soberanía y seguridad alimentaria del país. Sin embargo, no hubo quién bajara al candidato oficialista de esa Jumbo Nube.
Con relación a la perversa deuda pública que ronda los 22 mil millones de dólares, cuando el candidato Arias refutó a sus contendores argumentando que la Relación Deuda/PIB favorece al gobierno y es una prueba de buen manejo fiscal, me hubiera gustado que algún candidato le recordará con cifras que, gran parte de la deuda publica panameña está escondida en contratos llave en mano, y por las empresas que fueron excluidas del SPNF en una maniobra gubernamental para hacer los saldos de deuda más sexys. No obstante, nadie demostró un dominio profundo y documentado de estos temas tan fundamentales del quehacer nacional con la finalidad de dejar en evidencia al candidato de un gobierno que ha endeudado al país más en 5 años que en 50.
Respecto a la institucionalidad democrática, que bueno hubiera sido que algún candidato le preguntara al oficialista José Domingo Arias, qué opina del transfuguismo, si está de acuerdo con dicha práctica malsana que ha distorsionado el equilibrio de las fuerzas en la Asamblea Nacional, acabando con la separación de poderes y constituyendo al Órgano Legislativo no en un órgano independiente como debiera de ser por ley, sino en un apéndice del ejecutivo lleno de serviles. Sería interesante ver cómo el candidato Arias contesta a tamaña pregunta, como quiera que, el transfuguismo en este quinquenio ha sido evidente, y si lo aprueba demuestra carecer de valores democráticos, y si lo desaprueba como corresponde, entonces cómo explicaría que la mayoría de tránsfugas de su partido buscan la reelección, es decir, estaría sugiriendo a los ciudadanos no votar por la formula política legislativa de su campaña. Empero, nadie se atrevió a ponerlo contra la espada y la pared con el tema de los tránsfugas.
En fin, digamos que este primer debate fue solo un calentamiento y que si se realizan al menos unos dos más, los candidatos vendrán más preparados y técnicos, menos sentimentales, menos frágiles de carácter, menos dramáticos, menos evasivos de las preguntas que les plantean, y más agresivos en sus argumentaciones que no es lo mismo que rambuleros, chabacanos, cizañosos, ni infantiles.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.