Por: Erick Simpson Aguilera
Qué se supone que pretende el candidato oficialista José Domingo Arias con ese proyecto electorero que busca subsidiar a los ninis panameños con $100 mensuales sufragados con los impuestos que pagan los ciudadanos decentes que sí se zurran trabajando, como si a los jóvenes ociosos que a pesar de estar en plena edad productiva ni estudian ni trabajan, hubiera que premiarlos por su vagancia.
Será que, como a una gran población joven que es víctima por voluntad propia del desempleo (porque aún los extranjeros trabajan en Panamá) y del pésimo sistema educativo panameño que los ha expulsado a su suerte, y hoy por hoy no se dedican a nada productivo, les toca votar, el CD los ve como un factor importante para inclinar la elección a su favor, y busca enamorarlos a base de promesas de futuras dadivas y regalos en dinero mensual contante y sonante sufragado del patrimonio de todos los panameños.
Verdaderamente que con este gobierno que pretende reelegirse hemos tocado fondo en lo concerniente a populismo, clientelismo, y politiquería. Subsidiar a jóvenes que no producen no es la mejor manera de motivarlos a superarse, ni de insertarlos al desarrollo nacional. Dicha medida desalentará a los jóvenes que sí quieren superarse a punta se sacrificio, mientras ven a otros que no mueven un dedo generar ingresos que a ellos les cuesta adquirir.
Invertir los valores, promover la ley del esfuerzo mínimo, premiar la vagancia, y mantener con nuestros impuestos a borregos que no piensan, ni quieren pensar, y son fáciles de manipular, parece ser la agenda del CD para embrutecer y controlar a las nuevas generaciones, a las cuales más bien debiéramos educarlas y capacitarlas para que sean el motor que impulse el desarrollo nacional.
Pero, para qué fortalecer la educación, y promover los valores, el sacrificio, y el trabajo, cuando es mejor producir borregos que se sometan al sistema sin cuestionarlo, y se conformen con las migajas que les tiran. Ese modelo perverso parece que les resulta más efectivo a estos politiqueros para perpetuarse en el monopolio del poder, y ni siquiera lo disimulan.
Hay miles de formas más sanas de rescatar a nuestra juventud, y no hay que ser unos genios si en verdad quisiéramos insertarlos productivamente al quehacer nacional. Pero, no existe la voluntad de hacerlo, y solo se busca la manera de mantener cautivos del clientelismo político a nuestros jóvenes para que nunca rompan las cadenas, ni ocupen los espacios que les corresponden como ciudadanos de esta patria. Es mejor para algunos formar borregos, antes que seres pensantes que se levanten contra su sistema de opresión y rapiña.
De ti depende panameño, no dejarte embaucar con estas medidas populistas que te tocará subvencionar con tu esfuerzo en forma de impuestos que pagarás. Si quieres patrocinar con el sudor de tu frente, la vagancia, politiquería, y sinvergüenzura de los ilusionistas vendedores de cuentos que nos desgobiernan, y de los ninis con los que buscan congraciarse a cambio de sus votos, allá tú, pero después no te quejes.
Finalizo proponiéndole al candidato José Domingo Arias y a sus patrocinadores que, si de veras les parece tan estupendo el subvencionar a los ninis, que lo hagan con sus propios recursos privados, y no con el patrimonio patrio que debe ser administrado con seriedad y responsabilidad, no como si fuera una piñata para comprar conciencias y votos a base de engañosas medidas populistas que, nos tocará a todos pagar si llegaran a cristalizarse.
Dios mío, líbranos de la reelección del oficialismo que ha perdido el norte y trastoca los cimientos de nuestra sociedad promoviendo antivalores al regalar “pescado” a los ciudadanos en lugar de enseñarles a “pescar”, y dale luz a los candidatos opositores para que desprendidamente encuentren una fórmula ganadora conjunta que nos ayude a librarnos de esta pesadilla de gobierno populista.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.