Por: Erick Simpson Aguilera
Sinceramente no creo que el partido Cambio Democrático sea el primero en hacer uso del padrón electoral para fines electoreros, ni el primero en presionar a los funcionarios públicos para que voten a favor del candidato oficialista de turno.
Sin embargo, lo que sí ha demostrado el partido CD, es ser muy audaz a la hora de capitalizar a su favor las malas artes de la política criolla, por ejemplo, si antes existían casos aislados de transfuguismo, pues ahora con la actual administración se han rotó todos los records al punto de que la gran mayoría de la bancada oficialista está conformada por tránsfugas.
Así las cosas, por insólito que parezca, el CD se ha atrevido a llevar el tema del padrón electoral a otro nivel sumamente peligroso, como quiera que, el formato piramidal que utilizan (alimentar la base de datos del candidato oficialista con 10 votantes que a su vez deben sumar cada uno a 10 más, y así sucesivamente), y que ya fue denunciado por el propio Tribunal Electoral por haberse vulnerado en su opinión la base de datos de la institución, raya en la invasión a la privacidad y en el control del voto ciudadano, como si de un “Gran Hermano” que vigila cada uno de nuestros pasos se tratara.
El control sobre los ciudadanos que desde la base de datos del candidato oficialista José Domingo Arias se ejerce es tal que, permite conocer la afiliación política de los ciudadanos, quienes de ellos laboran en el sector público, su fecha de nacimiento, el árbol genealógico de los votantes con sus respectivas fotos de cédula (padres, hijos, y hermanos), y si son beneficiarios de algunos de los programas sociales del Estado, a saber: de 120 a los 70, Ángel guardián, red de oportunidades, etcétera.
Si a eso no se le llama coacción para infundir temor e inclinar los votos a favor del oficialismo, e intromisión en la vida privada de los ciudadanos -privacidad esta que está consagrada como un derecho humano universal– no sé entonces cómo llamarle, pero para nada lo trivializaría como el presidente Martinelli que lo considera una babosada. Los derechos humanos no son babosadas Señor presidente; son normas que garantizan el derecho de los ciudadanos a vivir digna y civilizadamente sin que se pisoteen sus libertades.
Dicho lo cual, considero que las próximas elecciones están viciadas, dados los abusos en publicidad estatal de corte electorero, el clientelismo político sin parangón estilo El Bebedero pero a nivel nacional, y el terrorismo de Estado que se ejerce contra los votantes con estas bases de datos ilegales que invaden nuestra privacidad y siembran el temor en los ciudadanos.
No obstante lo particular de esta elección, y lo que nos jugamos los panameños, los partidos de oposición insisten en engañarse a sí mismos pensando que estamos en una contienda electoral limpia, transparente, y normal en la cual ganarán en buena lid aunque vayan divididos. Ojalá sea así, pero tamaño riesgo de que repita el oficialismo y consolide de una vez por todas su régimen antidemocrático por varias décadas, me resulta extremadamente preocupante y peligroso.
En fin, después de este tema de las bases de datos piramidales para controlar a las masas e influenciar sus votos, no sé qué sigue en la agenda del partido CD, el cual cada día corre un poco más las fronteras de la institucionalidad democrática hasta orillarnos a los panameños hacia un terreno resbaloso y movedizo, léase, hacia un régimen totalitario, autocrático y dictatorial que no respeta la constitución, las leyes, ni los derechos humanos.
Dios nos libre de una reelección del oficialismo.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.