Por: Erick Simpson Aguilera
Panamá es uno de los países con mejor desempeño económico en la región latinoamericana desde hace prácticamente una década. El auge económico que experimenta Panamá es innegable y salta a la vista; razón por la cual nos hemos convertido en un destino turístico y laboral para muchos extranjeros que no encuentran en sus países las oportunidades de empleo que abundan en Panamá.
Sin embargo, detrás de ese boom económico, se esconde una triste realidad que muchos prefieren ignorar, otros la niegan, y algunos desconocen; a saber: grandes desigualdades sociales que sufre un número importante de panameños a quienes el desarrollo los ha pasado por alto.
Según la CEPAL, Panamá es el sexto país más desigual de Latam. En cuanto a los índices de pobreza general y extrema, 900, 530 panameños (25.3% de la población total) sufren de pobreza, mientras 441,367 (12.4%) padecen de pobreza extrema, es decir, no tienen qué comer. Es preciso destacar que, de acuerdo a la Contraloría, un panameño muere de hambre cada cuatro días.
Sí, ya sé que, semejante cuadro tan dantesco les resulta difícil de creer a más de cuatro que han sido víctimas del lavado de cerebro de la publicidad estatal, y creen a pie juntillas el cuento aquel de que somos un país desarrollado, el Dubái de las Américas, y demás ridiculeces por el estilo que no se corresponden con la realidad.
Reconozco que la pobreza y desigualdad no fueron inventadas por el gobierno de turno, y que las mismas nacieron con la patria y subsisten hasta la actualidad. No obstante, la política de esconder a los pobres, de invisibilizarlos, o maquillar su pobreza a base de subsidios que no erradican las causas de la misma, pero si perpetúan las asimetrías sociales al aliviar en parte estos flagelos, mientras se mantiene cautiva, dependiente, y esclava del clientelismo, a la población más vulnerable, no es el camino hacia la erradicación de la pobreza, y la desigualdad.
De hecho, el actual gobierno suspendió la encuesta de niveles de vida, la cual medía los avances o disminuciones, de los índices de pobreza que sufre la población. Esa es una forma de invisibilizar a los pobres, para mantenerlos en la precariedad.
Entiendo que a muchos políticos que jamás han padecido limitaciones en su vida, les cuesta dimensionar estas problemáticas sociales, es decir, no sienten empatía, ni compromiso con la erradicación de la pobreza y la desigualdad. Razón por la cual apuestan por la política de subsidios y migajas que perpetúan estos males.
Así las cosas, la educación de nivel necesaria para alcanzar el desarrollo humano es vista como un gasto, como un despilfarro, como un privilegio de unos pocos, y se opta por embrutecer aún más a la población. A propósito, el actual gobierno optó por sacar a Panamá del sistema PISA, el cual evalúa el nivel educativo de los países. Esa es una forma de ocultar el pobre nivel del sistema educativo panameño, y de perpetuar la ignorancia con las secuelas de pobreza y desigualdad que la misma produce.
Sé que muchos son de la opinión de que en Panamá las oportunidades de trabajo abundan, que la economía es robusta, los índices de desempleo bajos, el salario mínimo el más alto de la región, y que quienes padecen de pobreza es por voluntad propia y por vagos. Sin embargo, semejante análisis tan superficial pasa por alto que, las oportunidades de trabajo precisan de mano de obra altamente calificada, ergo, son aprovechadas por extranjeros mejor capacitados que los panameños que son víctimas de uno de los peores sistemas educativos del mundo.
De manera que, estamos en una suerte de círculo vicioso en el cual una población no educada tiene que sobrevivir en el sector informal que aglutina al 37% de la fuerza laboral (futuros beneficiarios de 120 a los 70), siendo condenados a depender perennemente del asistencialismo del estado, y del clientelismo político. Mientras que los considerados como clase media, también viven con la soga al cuello por el alto costo de la vida, y la canasta básica que esta por las nubes, gracias a un gobierno importador que promueve la especulación en detrimento de la producción nacional, acabando con las necesarias soberanía y seguridad alimentarias.
A propósito, el gobierno de turno desde septiembre de 2013 no publica los informes mensuales del costo de la canasta básica. Esa es una forma de ocultar el fracaso mayúsculo en ese particular, de una administración que apeló al tema de la canasta básica como punta de lanza de su campaña política.
Dicho lo cual señalo que, ningún país puede sobrevivir con un populista modelo de “desarrollo” basado en subsidios y dadivas clientelistas, ni dependiendo del extranjero en el tema alimenticio. Semejante modelo no es sostenible a futuro ni productivo. De modo que, es necesario educar y capacitar a los panameños para insertarlos al desarrollo nacional, y también es preciso que alcancemos la soberanía y seguridad alimentarias.
En fin, ojalá que alguno de los candidatos presidenciales se tome en serio la tarea de lograr el desarrollo humano de toda la población panameña.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
7 pensamientos en “Panamá: Pobreza y desigualdad, tareas pendientes”
fernanbzn
Hay que combatir la pobreza. Desigualdad.. no
Paises con bajisima desigualdad : Grecia, Ukrania, Venezuela.
Cuando los paises se les va la mano redistribuyendo para acabar con la pobreza terminan en quiebra.
erick507
No estoy de acuerdo con tu comentario. Se deben combatir ambas, y Grecia y Venezuela han fracasado por otros factores, no por combatir la desigualdad, toda vez que, combatir la desigualdad no es sinónimo de expropiar empresas, ni de acabar con la iniciativa privada, en el caso de Venezuela, ni de tener un manejo fiscal irresponsable en el caso de Grecia. Nosotros no necesitamos imitar a nadie a la hora de cerrar la brecha entre ricos y pobres, podemos hacerlo apostando a la educación, y aplicando otras medidas que potencien a los marginados sin atentar contra nuestro sector privado. Saludos.
fernanbzn
La unica medida que veo es abrir el mercado o resdistribuir riquezas, pero solo redistribuir se le puede llamar combatir desigualdad, ya que si se abren los mercados, y oportunidades, se mejora la educación, los ricos tambien seguiran ganando mas. Grecia y Venezuela tienen gastos enormes en estado de bienestar y fue factor en su declive.
Un escenario: Panama se vuelve prospero y todos los trabajadores ganan $10,000 al mes. Warren Buffet decide mudarse a Panama… se dispara el indice GINI. Que hacemos, lo echamos para que se reduzca el indice de desigualdad ? le quitamos su dinero para repartirlo ? es malo ?
erick507
¿Y por qué tenemos que imitar los modelos de equidad de Venezuela y Grecia, y no nos fijamos en los modelos de países mejor calificados en el índice de GINI?
Entre los 15 países menos desiguales del mundo están: Suecia, Dinamarca, Austria, Finlandia, Alemania, Islandia, y Bélgica. Todos ellos rankeados dentro de los 15 países con menos inequidad del planeta, pero sesgada y demagógicamente escoges como ejemplos de igualdad a Venezuela y Grecia que no están ni cerca de esos 15. Si hemos de tomar ejemplos que sean de los mejores, no de los mediocres.
Saludos.
fernanbzn
Correcto, hay paises mediocres con excelente GINI, el GINI no influye en la prosperidad de un pais. Tambien se puede hacer lo opuesto y ver paises prosperos con GINI alto. Austria Alemania estarian bien aunque tuvieran GINI alto. La idea de que el GINI es factor en una economia saludable no se de donde viene pero no tiene base cientifica, solo falta ver los casos que mencione.
erick507
Eso de que el GINI es un indicador de una economía saludable acabas de traerlo tú al debate, jamás he escrito tal cosa, en virtud de que un solo indicador no puede darte la radiografía de todo un país; para esto debes tener buenas calificaciones en la mayoría de indicadores socioeconómicos. El tema del que hablamos es de la desigualdad, y de tu comentario de que no debemos combatirla para no terminar como Venezuela y Grecia como si esos fueran los únicos casos de combate a la desigualdad cuando hay casos de países que la han combatido de la manera correcta y tienen mejor calificación dentro del ranking GINI de los 15 mejores (menos desiguales) del mundo; ranking en el que no están ni cerca los países que escoges como ejemplo; de eso es que estamos hablando, de que se puede combatir la desigualdad de forma correcta como lo han hecho los países nórdicos y germanos. Combatir las asimetrías sociales, cerrar la brecha entre ricos y pobres, disminuir la desigualdad rampante que sufre Panamá, no riñe con el crecimiento económico, por más que algunos prefieran mantener el estatus quo con una elite minúscula controlando toda la riqueza del país, mientras las grandes mayorías siguen marginadas.
Saludos.
alfonsoch
Mejor cobertura de educacion, mejor calidad de la misma, control de precios a los productos de la canasta familiar, educacion social, mejor calidad en servicios de salud y en servicios publicoas, formar para desempenar un trabajo de calidad, educar para erradicar el conformismo y mediocridad, el estado debe procurar mejorar la distribucion del ingreso via mejor calidad de vida en la seguridad social y en educacion, asi como en fomentar la educacion tecnica y tecnologica. No se es pobre por que toco, sino por que se piensa como pobre y se es conforme.