31/01/2014 – El 50% de los alimentos que se consumen en Panamá proviene del extranjero, según estadísticas de organismos locales. De acuerdo con analistas, esta práctica obedece al “desempeño errático y cambiante de las políticas agropecuarias”.
Importar alimentos trae sus riesgos
La entrada de productos extranjeros no ha garantizado una baja en el alto costo de la canasta básica.
AET ELISA TEJERA C.

31/01/2014 – Panamá es el segundo país de América Latina que más importa alimentos después de Venezuela.
Arroz, maíz, cebolla, papa, lechuga y tomate son algunos de los productos del exterior que acapararon las despensas del comercio local en 2013.
En los primeros nueve meses de ese año el ingreso de cebolla, papa, lechuga y tomate se incrementó en 12.9% en comparación con 2012.
Entre las causas del aumento se menciona el desempeño errático y cambiante de las políticas sectoriales agropecuarias, destaca un informe de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de Panamá (Fudespa).
El organismo, en el documento Políticas Públicas: Diagnósticos y Propuestas sobre temas de Estado, advierte de que la carencia de infraestructuras y de tecnología, la ausencia de servicios básicos y de asistencia técnica se concretan en baja productividad y rendimientos en la actividad agropecuaria.
“El sector primario está perdiendo dinamismo, capacidad productiva, mano de obra y apoyo gubernamental, lo que se traduce en una mayor migración de las personas dependientes del agro hacia la ciudad capital”, manifestó Guillermo Salazar, integrante de la mesa de Políticas Agropecuarias y Seguridad Alimentaria de Fudespa.
Según Salazar, la importación de alimentos desplaza la producción local sin que esta ayude a reducir los altos costos de la canasta básica de alimentos.
La disminución en la producción no es un problema de capacidad sino de falta de equipos e infraestructura agropecuaria, comentó Salazar.
La producción de arroz en el país, según Salazar, registra un rendimiento promedio de 105 quintales por hectárea, que se hubiera duplicado mediante una mayor inversión en sistemas de riego.
Úrsula Kiener, presidenta de la comisión de Agricultura de la Asociación de Ejecutivos de Empresa, asegura que una posible solución a la distorsión en la cadena de comercialización radica en identificar la demanda en los mercados antes de sembrar.
Además, se debe impulsar la comercialización de productos agropecuarios y agroindustriales a través de bolsas agropecuarias. Este mecanismo le permitirá al productor acceder a fuentes de financiamiento más seguras, comentó Kiener.
Según Fudespa, urge definir políticas de Estado para promover el desarrollo de las actividades agropecuarias y pesqueras que sean transparentes para todos los actores. También se debe facilitar el acceso a fuentes de financiamiento para pequeños y medianos productores, porque este grupo concentra la mayor cantidad de mano de obra del sector.
AGRICULTURA EN CIFRAS
273,553
Empleos genera la actividad agropecuaria en el país.
25%
Aumento de las importaciones de alimentos en los últimos cinco años.
35 mil
Hectáreas se han dejado de cultivar en el último quinquenio.
Fuente: La Prensa.