Por: Erick Simpson Aguilera
Debatiendo ayer con una tuitera, según la cual Panamá se ha desarrollado en estos 4.5 años de gobierno CD, confirmé que muchos de mis paisanos confunden por ignorancia, conceptos como son: crecimiento económico, y desarrollo humano. Lo cual no me sorprende dada la desinformación oficial que, satura a la población con propaganda falsa que, vende una imagen distorsionada del país, como si Panamá fuera una nación desarrollada, el Dubái de las Américas, y demás yerbas aromáticas por el estilo.
Según el PNUD, la definición de desarrollo humano, es la siguiente:
“El desarrollo humano es mucho más que el crecimiento o caída de los ingresos de una nación. Busca garantizar el ambiente necesario para que las personas y los grupos humanos puedan desarrollar sus potencialidades y así llevar una vida creativa y productiva conforme con sus necesidades e intereses. Así el desarrollo es mucho más que el crecimiento económico, este es solo un medio – uno de los más importantes – para expandir las opciones de la gente.
Para ampliar estas opciones es fundamental construir capacidades humanas. Las capacidades más básicas para el desarrollo humano son: llevar una vida larga y saludable, tener acceso a los recursos que permitan a las personas vivir dignamente y tener la posibilidad de participar en las decisiones que afectan a su comunidad. Sin estas capacidades muchas de las opciones simplemente no existen y muchas oportunidades son inaccesibles.”
Dicho esto, queda claro que, desarrollo humano no es tener una ciudad bonita y llena de rascacielos, pero, al resto del país, entiéndase a la gente que habita en las comarcas indígenas, las provincias, zonas rurales, y aún en las zonas periféricas y afueras de Ciudad Panamá, sufriendo de múltiples carencias de carácter social, a saber:
1- Desigualdad: Panamá es el país 16 más desigual del planeta según el coeficiente de inequidad de GINI.
2- Pobreza general y pobreza extrema: El 12.4% de la población (441,367 panameños) sufre de pobreza extrema (no tienen qué comer), y el 25.3% de los panameños (900,530 personas), padecen de pobreza general. Según cifras de La Contraloría, un panameño muere de hambre cada 4 días.
3- Trabajo informal: El 37% de la fuerza laboral (561,290 panameños), laboran en el sector informal, entiéndase, no cuentan con cobertura de seguridad social, y en consecuencia serán los nuevos clientes de 120 a los 70, cuando les llegue la edad de jubilarse.
4- Educación deficiente: No es ningún secreto que, el sistema educativo panameño, es uno de los peores del mundo en cuanto a calidad se refiere. De hecho, el gobierno actual optó por no participar más de las pruebas PISA, para no quedar en evidencia al ocupar los últimos lugares, como aconteció en la última medición de la que participó Panamá. Pretender que un país con una educación deficiente, está cerca del desarrollo, no solo es publicidad engañosa, pero, también es una ridiculez mayúscula.
5- Populismo y clientelismo político: Hasta un comentarista que se auto-proclama “el periodista más objetivo de Panamá”, tiene la falsa idea que, la población panameña participa del desarrollo nacional a través de los muchos subsidios estatales que reciben. Ese modelo de «desarrollo» no es sostenible, y está destinado al fracaso. La verdadera ruta hacia el desarrollo humano es la educación; no el paternalismo de un Estado que destina en subsidios anuales –para aliviar, pero no para erradicar, garantizando con el paternalismo la existencia de una población cautiva, dependiente y clientelar– una cifra superior a los aportes del canal, a saber: B/. 1,251 millones en subsidios anuales. Por otro lado, el clientelismo vil y descarado de que hace gala este gobierno, superando a todos los anteriores en este particular, repartiendo línea blanca, muebles, casas, jamones, pavos, bicicletas, materiales de construcción, etcétera, tampoco constituye una señal de desarrollo humano, más bien, es un síntoma de un tercermundismo profundo.
6- Sector Público mediocre: Según el Índice de Competitividad Global 2013-2014 del Foro Económico Mundial, Panamá deja mucho que desear en los siguientes indicadores que detienen el desarrollo nacional y nos restan competitividad: institucionalidad débil, pobre lucha contra la corrupción y el crimen, falta de confianza en los políticos, e independencia judicial frágil.
En fin, no es un país desarrollado, ni está cerca de serlo, aquel en el que las autoridades no pueden recoger la basura, no obstante el presupuesto millonario destinado para dicha actividad; aquel en el cual un número importante de pobladores no disponen de agua potable; aquel que carece de soberanía y seguridad alimentaria (canasta básica y costo de la vida por las nubes, gracias a un gobierno que privilegia las importaciones en detrimento de la producción nacional) y energética (esperamos no encontrarnos con otra crisis energética similar a la del verano pasado); aquel en el que no existe separación de poderes, los diputados no cumplen su rol y muchos son tránsfugas; aquel en el cual se descalifica, ningunea y sataniza a los medios de comunicación, sociedad civil, y ciudadanos comunes, cuando exigen rendición de cuentas al gobierno, y transparencia al mismo en el manejo del patrimonio de todos.
En conclusión, Panamá no es un país desarrollado ni está cerca de serlo, no obstante los muchos recursos y ventajas de que dispone, a saber: el canal, la segunda zona libre del mundo, el centro bancario, los mejores puertos de LATAM, la mayor marina mercante del orbe, un crecimiento económico sostenido , etcétera, toda vez que, todos esos activos a pesar de su gran importancia, no pesan más para efectos de llevarnos al desarrollo que, una clase política retrograda y corrupta que lastimosamente ha secuestrado a la nación sumiéndola en el tercermundismo. Politiqueros estos que, en lugar de enrumbar al país por derroteros de desarrollo integral, están empeñados en llevarnos a las épocas de las cavernas, rapiña, piratería, dictadura, mediocridad, chabacanería, y despojo, dando al traste con las posibilidades de desarrollo nacional.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
10 pensamientos en “El mito del desarrollo”
david
el panameño promedio es vago, ya lo han mal acostumbrado… son deshonrados, les falta ética, muchos se conforman de ganar el salario mínimo, trabajar las mínimas horas, con tal que la quincena les alcance para beber los fines de semana!
ahora con la ayuda del gobierno muchas familias no tienen que ni trabajar… en fin,
a pesar de quejarse mucho y de todo, son felices… no tienen ganan de superarse así mismos!
vamos por el camino de otros países desarollados… Panama crecerá de todas maneras,
si la población panameña se queda como esta, sera como una clase obrera, la clase baja. mientras que inmigrantes de otros países tomaran el control del país, y ya está pasando, pueden ver todas las residenciales, apartamentos de lujo solo lo poseen extranjeros como venezolanos, colombianos, gringos, etc y los puestos altos de grandes empresas lo tienen los extranjeros.
Ds
no lo creo asi el panameño no es deshorado, es lo poco que le queda. Sin embargo al mirar como los gatos y monos gordos se comen todo el pan valiendose de sus artimañas y su poder no le queda mas que sobrevivir. Esa es la clave de la desigualdad que por ese instinto de supervivencia se va perdiendo toda la moral hasta que el pais se viene abajo como paso en mejico, colombia, peru, etc. panama no vive en una isla y no es un paraiso. En el momento que creemos que existe una sociedad perfecta y eterna perdemos la perspectiva para seguir adelante y ver al verdadero enemigo.
J.M.
Hmmm más deshonestos son muchos de esos extranjeros, gran parte (por no decir la mayoría) de los cuales tienen ganancias mal habidas (políticos y empresarios corruptos que saquearon sus respectivos países, otros hasta lavadores de dinero y traficantes de toda clase de productos ilícitos). Si el panameño le falta ética de trabajo y educación es en gran parte culpa de las élites locales que siempre han preferido a un pueblo sumiso e ignorante. Desafortunadamente la destrucción de las estructuras familiares ha facilitado en gran medida su propósito, dándonos el resultado final que es lo que usted describe…
Diego.
No hablamos de ser deshonrado o no ,estamos hablando de superarse asi mismo como individuos y por lo tanto como sociedad,buscar la excellencies en lo que se hace y no contentarse con la mediocridad. Empezamos por la educacion ,caso UTP, nadie o pocos quieren entrar y mucho menos permanecer porque el nivel de exigencia es alto, bueno eso también es excelencia ,aprendamos a crecer cómo seres humanos y no conformarnos con lo que nos toco. Somos los artífices de nuestros destinos individuales y colectivos;!!!!!!!!! Panamá puede dar ejemplo de crecimiento inclusivo !!!!!!!! Sólo hay que proponérse crecer y desarrollarse!!!!!! Felicidades Panamá !!!!!!!
Maria
Cada quien opina de acuerdo a su realidad , opino exactamente igual que la persona que hace este articulo tan bien definido de lo que se vive a diario en aquellos lugares desconocidos por muchos donde no tienen que comer , donde no hay planes ni seguimiento del verdadero desarrollo , el pais esta totamlemte sectorizado la clase alta cada vez mas alta la media casi ni existe , y mas bien lo que a hecho el gobierno de RM que a tenido muy buenas obras pero tambien ha creado una conciencia de vagancia en los lugares de barrios bajos donde ahora reciben dinero de gratis solo por votos y las diferentes propuestas que solo le hacen entender a la gente que no tienen q moverse de sus lugares a trabajar si todo lo tieneen facil, solo vayan al tucuecito de penonome no hayq comer hay niños con enfermedades q solo se ven en natgeo o algo asi , y nadie se preocupa por eso , nadie tiene un plan de desarrollo para estos niños y esta gente que si necesita una ayuda.
sl
«Panamá no es un país desarrollado ni está cerca de serlo»… tanto pesimismo junto…
Panamá ha hecho muchos esfuerzos para lograr que su población tenga una mejor calidad de vida. No es cosa fácil, lograr que la pobreza se reduzca a cero de la noche a la mañana es algo útopico…nadie tiene una varita mágica, pero ello no priva de seguir realizando esfuerzos conjuntos para reducirla tanto desde el plano local como internacional…sin embargo es algo que se reducirá paulatinamente con políticas estructuradas a corto, mediano y largo plazo.
Los problemas de la sociedad panameña que enumera, no se han creado de la noche a la mañana sino que ha sido el resultado de políticas sin estudio y orientación.
Mito de la palabra desarrollo y tercermundo…qué país es desarrollado plenamente? Sería interesante que investigues sobre el cuarto mundo.
Saludos,
erick507
Si usted se toma la molestia de leer cuidadosa y objetivamente el artículo, se percatará de que en ninguna parte del mismo, se sugiere que lograr el desarrollo es fácil, que se alcanza el mismo de la noche a la mañana, ni que el gobierno de turno sea el responsable único del tercermundismo que sufrimos. Esas conclusiones suyas surgen sabrá Dios, de qué fuente, pero, sin duda, no de este artículo.
De lo que argumento en mi escrito es, del cuento esparcido por el gobierno mediante mil cuñas por minutos en todos los medios de comunicación habidos y por haber, en las cuales aseguran que Panamá es un país desarrollado, o está cerca de serlo, gracias a los 4.5 años de gobierno CD; a ese mito es al que hace referencia el articulo para desmentirlo en base a indicadores sociales y estándares del PNUD que realiza el Índice de Desarrollo Humano.
Ahora bien, si usted dispone de otras cifras e indicadores de desigualdad (GINI), pobreza extrema y general, institucionalidad democrática, educación, etcétera, que demuestren que Panamá es un país desarrollado o está a punto de serlo, le agradezco citarlas para que argumente en base a indicadores serios y objetivos, y no en base a percepciones subjetivas, mitos, cuñas fantasiosas, y demás cuentos.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Aida Batista
Excelente análisis de la realidad nacional, que aclara con precisión la diferencia entre Crecimiento y Desarrollo Humano. Definitivamente estamos lejos de ser un país con desarrollo humano. Gracias por su aporte que nos ayuda a tomar mejores decisiones electorales.
erick507
A la orden Aida.
Saludos.
Josefa
Insisto, si los que defienden el cuento del desarrollo, pueden comer cemento, entonces les acepto lo de la bonanza. Lo peor es que les roban al que trabaja para regalarle al que nunca ha sido productivo. Jamás les ofrecí a los políticos del patio mi segunda partida del Décimo y, por lo tanto, quiero todas mis partidas. Es una soberana falta de respeto, hacer lo que les dá la gana con los recursos ¡bien trabajados y sacrificados! de la clase trabajadora para ganar votos. Lo peor es que parecieran imaginar que hay trabajadores y profesionales, que tienen compromisos con ellos. ILUSOS!