Por: Erick Simpson Aguilera
Ver: Más deuda en 5 años que en 50
De acuerdo al último informe emitido por la Dirección de Crédito Público del MEF correspondiente al 31 de octubre del presente año, la deuda publica panameña es del orden de B/. 15,952.4 millones; incrementándose en B/. 5,150.3 (48%) millones durante la administración Martinelli. Por tanto, la deuda per cápita –entiéndase la que debe cada panameño– asciende a B/.4,481.76.
Sin embargo, dicho saldo que es de por sí bastante preocupante (B/. 15,952.4 millones), no incluye el total de la deuda pública, como quiera que, mediante piruetas contables el gobierno de turno ha maquillado la contabilidad gubernamental, excluyendo del Sector Público No Financiero (SPNF), la deuda correspondiente a las empresas ETESA, ENA, y Tocumen S.A. Además, es preciso incluir en el saldo total de la deuda pública, las obligaciones diferidas mediante la modalidad llave en mano.
Ahora bien, ¿A cuánto ascienden los saldos a la fecha de la deuda no reflejada en la contabilidad gubernamental por conceptos de proyectos llave en mano, más las empresas excluidas del SPNF?
La respuesta a dicha pregunta es un verdadero misterio, toda vez que, el gobierno no publica -que yo sepa- un informe mensual pormenorizado de los saldos de las mencionadas deudas (proyectos llave en mano, y empresas ENA, ETESA, y Tocumen S.A.), como si lo hace mensualmente con la deuda publica per sé.
De manera que, ante la falta de transparencia del gobierno de cara a los ciudadanos, que somos quienes asumiremos estos pasivos públicos –entiéndase, quienes pagaremos esta deuda–, me veo en la necesidad de recurrir a las cifras publicadas en los medios de comunicación escritos.
Así las cosas, se dice que la deuda correspondiente a las empresas excluidas del SPNF es del orden de B/. 1,500.0 millones; y los saldos de obligaciones diferidas mediante la modalidad llave en mano rondan los 2,500.0 millones. Además, como los compromisos correspondientes a la ampliación del canal, no serán pagados por los extraterrestres, sino por los panameños, me permito, incluir los B/. 2,300.0 millones que dicen los medios están pendientes de pago a la fecha.
Dicho esto tenemos que, el verdadero saldo de la deuda pública pudiera ser –hasta que el gobierno lo desmienta publicando los saldos con transparencia- del orden de B/. 22,252.4 millones. De modo que, cada panameño adeuda un monto de B/. 6,251.71.
Sí estimados lectores, así es, el despilfarrador gobierno de turno nos ha endeudado más en 4 años que en 40, no obstante ser el gobierno que mayores ingresos ha recibido por conceptos de peajes del canal y por cobro de impuestos. De hecho, desde la administración Endara hasta el gobierno de Torrijos (20 años), la deuda pública se incrementó en B/. 4,461.0 millones, mientras que en solo 4.5 años de gobierno CD, el incremento de la deuda es del orden de B/. 5,150.3 millones.
Veamos dicho incremento gráficamente utilizando los dos escenarios, a saber, la deuda que reconoce el gobierno, y la deuda real incluyendo todos los rubros que al gobierno le gusta esconder pero igual tendremos que pagar los panameños.

Incluidos los saldos de deuda de las empresas excluidas del SPNF, los proyectos llave en mano, y la ampliación del canal.
No obstante tamaño endeudamiento sin parangón, un panameño muere de hambre cada 4 días según La Contraloría; la desigualdad y la pobreza siguen latentes (Panamá es el país 16 más desigual del planeta según el coeficiente de inequidad de GINI; el 25.3% de la población, léase, 926,073 panameños son pobres y el 12.4% de la población, léase, 453,886 panameños, son pobres extremos, entiéndase indigentes que no tienen qué comer); el sistema educativo sigue cojeando; muchos panameños no disponen de agua potable; el costo de la canasta básica continua in crescendo hasta las nubes; el alto costo de la vida agobia a los panameños; el sistema de recolección de basura colapsó ( en realidad nunca funcionó) y la inmundicia inunda el país provocando pestes y enfermedades; el 37% de la fuerza laboral trabaja en el sector informal y serán los futuros clientes de subsidios tipo 100 a los 70 por no gozar de cobertura social para jubilarse, etcétera.
De modo que, no veo dónde está el impacto social, ni el desarrollo humano, logrados por este endeudamiento perverso con que se ha hipotecado al país mientras la calidad de vida de los panameños se deteriora cada día más al ser tratados como ganado a la hora de requerir del transporte público, y cuando forman largas filas bajo el sol y la lluvia en las jumbo ferias. Lo que sí ha crecido a la par de la deuda es el clientelismo político, el trasfuguismo, la concentración de poderes, y la propaganda estatal (que parece más electorera que otra cosa) pagada con los recursos del pueblo panameño.
En fin, temas pendientes como son la rendición de cuentas de hasta el último real administrado por el gobierno de turno al cual se le señala de haber incurrido en supuestos sobrecostos abismales en las obras que realiza, la generación de ingresos para hacerle frente a tamaña deuda que heredaremos de este nefasto gobierno, y un análisis del costo-beneficio del endeudamiento mayúsculo en que ha incurrido la irresponsable y nada transparente administración de turno comprometiendo la solvencia económica de administraciones futuras, son asuntos en los que deberían hacer énfasis los candidatos de oposición. Ergo, sería bueno saber si los candidatos opositores se comprometen a realizar auditorías forenses de ser electos, y a rescatar de bolsillos indebidos el patrimonio estatal que se comprobaré lesionado; además precisamos que expliquen ¿cómo se supone que harán frente a semejante deuda que sin duda comprometerá su capacidad de atender temas sociales y de ejecutar sus planes de gobierno que prometen el Edén en la tierra?
Ser opositor no consiste solamente en prometer el cielo, la luna y las estrellas en campañas electorales; también conlleva la gran responsabilidad de hacerle contrapeso al oficialismo para evitar abusos en el manejo de la cosa pública, y de exigirle al mismo (al oficialismo) de manera enérgica, contundente y reiterativa, transparencia y rendición de cuentas en la administración de las finanzas públicas que son patrimonio de todos los panameños.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Ver: Más deuda en 5 años que en 50
Adjunto cuadros y gráficos anuales de los saldos de la deuda pública panameña.