Por: Erick Simpson Aguilera
1- Agua:
De los 2.8 millones de usuarios que constituyen la población bajo la responsabilidad del IDANN, casi un millón no reciben agua potable las 24 horas del día, y 290 mil carecen del vital líquido (no tienen acceso a agua potable) según estadísticas del IDAAN. A este preocupante escenario súmele el desmejoramiento del suministro de agua potable de cuya calidad en otrora nos jactábamos y hoy en día no es del todo apta para el consumo humano, como quiera que, muchas veces el agua sale del grifo teñida por la tierra y tiene mal sabor, lo cual es causa de múltiples enfermedades gastrointestinales que se están manifestando en la población actualmente.
Sí, es cierto que, según las autoridades el agua suministrada por el IDAAN es apta para el consumo humano, con lo cual “estamos de acuerdo”, pero también estamos conscientes que, no siempre es así, y que hay que estar alertas a la hora de llenar las vasijas de agua para monitorear su color, olor y sabor, con el fin de evitar sorpresas desagradables que nos pasen factura en nuestra salud, independientemente de lo que digan las autoridades, quienes muy probablemente tampoco se fían al 100%, y se abastecen de agua embotellada.
Para qué mencionar el desbordamiento del sistema de aguas servidas en Panamá, Colón, y el interior, si a diario vemos en los medios de comunicación las protestas, quejas, y cierres de calles, por ciudadanos afectados en Juan Díaz, Colón, Santiago, etc. Mejor recordemos que, el descuido y abandono que ha sufrido el IDAAN desde siempre, ya nos ha golpeado severamente en reiteradas ocasiones durante la actual administración –la cual heredó está situación deplorable y ha hecho poco por mejorarla-, como en la crisis que nos mantuvo hasta tres meses seguidos sin el vital líquido (en Juan Díaz la escasez de agua duró más que en otras zonas de la capital).
2- Basura:
Cantidades industriales de basura regada por la capital y en el interior de la república, cual monumento a la mediocridad, insalubridad y tercermundismo, son el vergonzoso espectáculo que sorprende a los turistas que nos visitan con otras expectativas y se van impactados por la desidia de nuestras autoridades que se jactan de primermundistas, de que han convertido a Panamá en una suerte de Dubái tropical, y ni siquiera pueden organizarse para disponer de los desechos y desperdicios que produce el país. Por toda la capital prolifera la basura regada que constituye un hábitat para enfermedades, ratas, y toda clase de alimañas que en sectores como San Miguelito ya son parte del paisaje.
Así las cosas, turistas que visitan Isla Colón en Bocas del Toro, han posteado fotos en internet de la basura regada por todas partes en esta meca del turismo mundial.
Pero, tranquilos apreciados lectores, que el flamante gobierno de turno ya descubrió la fórmula mágica para solucionar el problema de la basura, y no, no se equivoquen, no lo harán recurriendo al reciclaje, utilizando los desechos como fuente de energía, ni educando a la ciudadanía, lo harán mediante más burocracia y dotando de millones de dólares a una incompetente Autoridad de Aseo que, no obstante disponer de más recursos que los manejados anteriormente por el MUPA, sigue igual o peor de inoperante que este, en cuanto a la recolección de la basura en su área de jurisdicción se refiere, léase, en la Ciudad Capital.
Este problema tan serio no se resuelve creando más burocracia, cambiando de nombre, ni llenando de millones a instituciones incompetentes que no resuelven nada mientras seguimos inundados de basura en el país entero.
3- Transporte:
Panameños durmiendo tres horas al día, y cuatro horas los más suertudos, toda vez que, deben salir de sus hogares a las tres de la madrugada, y regresar a altas horas de la noche, debido al pésimo servicio de transporte publico brindado por los denominados metro buses que se vendieron como la panacea y han resultado un fiasco que por más imposible que parezca, ha provocado nostalgia en los usuarios que ya extrañan a los nefastos diablos rojos que al menos circulaban a todas las horas, cubrían todas las rutas, y eran frecuentes en la prestación del servicio.
Millones de dólares invertidos en el proyecto en mención, para que las empresas involucradas en el mismo, no hayan sido capaces de medir la demanda de las diversas rutas, y se hayan dado a la tarea de experimentar e improvisar en un tema tan clave y sensible para la economía nacional como lo es el transporte público, causando un caos que ha trastocado la calidad de vida de muchos panameños y afectado a la economía nacional.
Y el gobierno, bien gracias y usted. Perdón, corrijo, el gobierno dice sentirse “frustrado”; prometió que en diciembre todo volverá a la normalidad; y han multado a las empresas responsables del caos en el transporte, con unas multas que no hacen ni cosquillas y constituyen un insulto a la inteligencia de los panameños.
4- Energía eléctrica:
Al borde del colapso energético estuvimos hace unos días atrás, gracias a la falta de planificación y previsión de las autoridades y empresas responsables de generar energía eléctrica para un país en plena expansión y crecimiento económico que no se puede dar el lujo de estar coqueteando con la orilla del abismo que pudiera dar al traste con nuestra pujante economía.
En conclusión, solo me resta decir que, los servicios públicos en Panamá se encuentran en franco deterioro y al borde del colapso (incluido el sector de las telecomunicaciones que merece un artículo aparte por la falta de mantenimiento y soporte técnico que mantiene a los usuarios hasta un mes sin telefonía, internet, y cable tv, (como me sucedió recientemente).
No es justo que, un país como Panamá que se supone es uno de los países con mayor potencial hídrico del mundo, a saber: 500 ríos, de los cuales, 350 están en la vertiente del Atlántico y 150 en el Pacífico; que según Global Water Partnership es uno de los países del mundo con mayor recurso hídrico, con más de 50.000 m3 per cápita, del cual se utiliza para diferentes usos menos de un 1,1%”, y que según el informe presentado por el Comité Técnico Asesor para Centroamérica de la Asociación Mundial del Agua (CATHALAC) titulado “Situación de los recursos hídricos en los países del istmo centroamericano“, es una de las naciones más ricas en recursos hídricos del mundo con unos 52.437 metros cúbicos per cápita, este afrontando tamañas carencias de agua potable y problemas energéticos, gracias a la mediocridad de gobiernos que descuidan estos temas claves y se dedican a despilfarrar los recursos financieros en temas que aunque importantes algunos de ellos, no tienen un nivel de importancia superior a los temas que nos ocupan.
El gobierno de turno que se jacta de ser el mejor de los últimos 40 años y asegura haber mejorado la calidad de vida de los panameños convirtiendo al país en una suerte de Dubái tropical, como ningún otro ha contado con innumerables ingresos provenientes del canal, recaudación fiscal y endeudamiento que dispara la deuda pública a niveles no vistos que comprometerán aun a futuras vigencias fiscales y administraciones gubernamentales, y no obstante, seguimos sufriendo crisis en el agua, basura, transporte y energía.
Sin embargo, el gobierno actual con los mantras repetidos hasta la saciedad en su intoxicante e hipnótica publicidad engañosa, tipo, “Vamos Bien”, “Very Happy” y demás yerbas aromáticas por el estilo, pretende lavarle el cerebro al pueblo panameño que sufre cada una de estas crisis y carencias, a las cuales debemos sumarles el alto costo de la vida, la canasta básica disparada, la crisis institucional causada por la concentración de poderes y el transfuguismo, los escándalos por supuestos actos de corrupción, el paupérrimo sistema educativo, la falta de soberanía y seguridad alimentaria por el abandono del agro, la inseguridad, la desigualdad que reconoce el propio ministro del MEF, y la pobreza general, y extrema que se traducen en la muerte por hambre de un panameño cada cuatro días.
De manera que, si a usted estimado lector, le gusta vivir sin agua, inundado de basura, pasando penurias con el transporte, sin luz eléctrica, y se conforma cual cliente con migajas y prebendas electoreras, a saber: con jamones, materiales de construcción, bicicletas, línea blanca, etcétera, entonces vote por aquellos que no han podido solucionar los principales problemas que aquejan a nuestro país y han hecho añicos la calidad de vida del panameño.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
Un pensamiento en “El colapso de los servicios públicos”
Alejandro Arias
Es inconcebible que Martinelli se llene la boca de haber hecho muchos mega proyectos, pero lo APREMIANTE como la canasta bàsica, el transporte pùblico, el agua potable, no ha hecho NADA…