Por: Erick Simpson Aguilera
Respecto al Pacto Ético Electoral promovido por la iglesia católica panameña, considero que, el mismo debe ser suscrito por todos los sectores involucrados directa o indirectamente, en la campaña electoral para las elecciones de 2014; léase, por los partidos políticos oficialistas y de oposición; la sociedad civil organizada; y los medios de comunicación; con la finalidad de salvaguardar el clima político que de por si será bastante caldeado; ergo, debemos evitar que el mismo se enrarezca al punto de desembocar en actos violentos que nadie quiere ni necesitamos.
Temas como son: el respeto a la dignidad de los candidatos y de sus familiares; la prohibición de las campañas sucias; evitar el uso de bienes y recursos estatales para hacer proselitismo político; establecer topes a los gastos de campaña, para que no se desnaturalice el torneo electoral, evitándose así que, sea la plata la que compre los puestos en contienda; la transparencia y divulgación de las listas de donantes para detectar el dinero sucio y las inversiones inescrupulosas disfrazadas de donaciones; y la promoción de debates de altura para conocer las propuestas, planes y capacidades de los candidatos, son puntos claves que en mi opinión, deben ser incluidos en el pacto es cuestión.
Ahora bien, es preciso que definamos las fronteras, para que no sacrifiquemos en nombre del Pacto Ético Electoral, libertades ciudadanas como son: el derecho a exigir rendición de cuentas a los funcionarios por sus manejos del patrimonio del Estado, y la libertad de expresión.
Pretender condicionar la firma del Pacto Ético Electoral, a la limitación de la función informativa de los medios de comunicación social, cercenándose a tal punto la libertad de expresión que, el desempeño honrado o deshonesto como funcionarios públicos de algunos candidatos, lo convirtamos en tema tabú, y nadie pueda exigirles cuentas por escándalos que surjan o hayan surgido en las carteras que gestionan, cuando precisamente el desempeño público de los candidatos, constituye el mejor o peor testimonio a favor o en contra de sus aspiraciones políticas, habla muy mal del partido gobernante, y demuestra la poca vocación democrática del mismo; como quiera que, quienes ostentan el poder político, debieran ser los primeros en dar el ejemplo, velando por un clima de sosiego, y evitando que la campaña electoral se convierta en un lodazal que ensucie al país entero, y desemboque en actos violentos que nos pasen facturas a todos.
Entiendo que, la línea que divide la campaña negativa, de la sucia, es bastante borrosa. Ergo, todos debemos hacer el máximo esfuerzo para definir una frontera que evite los excesos. El respeto a la presunción de inocencia, debe ser el norte a la hora que se trate algún supuesto caso de corrupción; de manera que, no se lesione la dignidad de los funcionarios implicados.
Dicho lo cual, finalizo reiterando que, el Pacto Ético Electoral debe ser suscrito por todos los sectores de la vida nacional; que las libertades ciudadanas como son: la libertad de expresión, el derecho a exigir rendición de cuentas por el manejo del erario público, la presunción de inocencia, y la dignidad de los candidatos y de sus familiares, son temas no negociables, por tanto, deben formar parte integral del pacto en cuestión.
Estimados votantes, a los partidos políticos y candidatos que se resistan a elevar el debate, y a sanear el torneo electoral, negándose a firmar el Pacto Ético Electoral, por medio del cual pudiéramos tener una fiesta, y no un duelo electoral, descártalos como opción, toda vez que, por sus hechos mezquinos y agendas particulares demuestran, cuan poco les importan, el bienestar y la paz social del país.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera
2 pensamientos en “Acerca del Pacto Ético Electoral”
Elena
La mayoría de los panameños deseamos paz y tranquilidad mental durante todo este proceso pre-electoral. No solo los partidos políticos deben cumplir el pacto ético con el fin de evitar la violencia. Los medios de comunicación panameños están en la obligación que filtrar las cuñas políticas. No estoy de acuerdo con las cuñas negativa ni mucho menos la sucia. Es mucho más productivo ver debates y propuestas que sean reales. Ya basta de insultos y mentiras. Saludos Erick.
erick507
Saludos cordiales Elena.