Por: Erick Simpson Aguilera
Veintidós años después de su forzada salida, regresó Manuel Antonio Noriega a suelo patrio, y dejó en evidencia a mucha gente, no obstante no haber abierto la boca, todavía…
Veamos a quiénes puso de relieve de manera negativa el retorno del tristemente célebre Tony Noriega alias el MAN:
1- En primer lugar, al Presidente Ricardo Martinelli, quien despejó toda duda de las sospechas de gran parte de la ciudadanía que temía pretendiera sacar ventaja política del retorno del ex dictador, toda vez que, ni siquiera había arribado al país el sujeto en cuestión, y ya el Presidente de la República, ignorando la investidura y majestad de su cargo, se daba a la baja tarea de abrir heridas del ayer vía Twitter (para variar), y le echaba leña al fuego de una manera muy irresponsable como si fuera un ciudadano más del común del pueblo que puede twitear cualquier incoherencia, invocando solapadamente una cacería de brujas contra el partido opositor PRD por su otrora vinculación al norieguismo.
Sé que algunos pensarán que exagero y que debo respetar al presidente, sin embargo, pienso que estoy en lo correcto y respeto al presidente y a su cargo más de lo que él mismo se respeta. Para muestra un botón, sus tweets publicados ayer con ocasión del retorno de Noriega, dejaron mucho que desear, y tenían por fin enrarecer el ambiente político, lo cual demuestra la poca estima del presidente por el cargo que ocupa. En realidad, no me imagino a ningún presidente serio del mundo que respete su cargo, calificando un asunto tan sensible y delicado como lo fue la dictadura militar con su secuela de muertos y desaparecidos -tema que despierta muchas pasiones, y abre heridas muy profundas- como un asunto de risa, ni cizañando políticamente contra la oposición para sacar ventaja política de semejante tema tan delicado.
Que alguien me explique si puede, de qué otra forma podemos calificar, semejante nivel de tweet:
“No les da risa escuchar ahora a todos los furibundos prds ex norieguistas renegándolo y hablando como si aquí nada hubiera pasado”. Ricardo Martinelli
“Civilista visto civilista muerto me acuerdo como sï fuera ayer. Igual cuando se compraba el supermercado con fondos municipales. Y Baules”. Ricardo Martinelli
Es decir que, mientras las victimas dolientes de la dictadura sufrían porque el retorno del MAN les abría heridas profundas, el presidente Ricardo Martinelli, en lugar de llamar a la paz, el perdón, y la reconciliación nacional, dando el ejemplo de un estadista que quiere el mejor clima de convivencia en el país que administra, estaba muerto de la risa y con el dedo acusador apuntando al partido opositor PRD, para polarizar a la población, invocar una cacería de brujas, politizar electoreramente, y capitalizar a su favor, un tema muy doloroso y serio. “Only in Panamá”.
Si miembros del opositor partido PRD, tienen cuentas pendientes con la justicia por supuesta complicidad en los crímenes endilgados a Noriega, ya les tocará a las autoridades competentes deslindar responsabilidades, y no es el presidente vía Twitter, quien deba realizar juicios de valores, ni condenar sin pruebas. Así como dicen ellos (el gobierno) cuando se les acusa de corruptos, si tienen pruebas que las lleven a las instancias judiciales competentes, procedan con las denuncias correspondientes, y dejen el pan y circo político electorero que mucho daño le hace al país, y habla muy mal del bajo y pobre nivel de nuestros políticos que no conocen de límites, frenos morales, ni escrúpulos a la hora de sacar ventaja política del dolor ajeno.
Hay temas sagrados con los que no se juegan, y la dictadura militar con su secuela de muertos, desaparecidos y víctimas, es uno de ellos Sr. Presidente Ricardo Martinelli. Mi primo Juan Arza Aguilera fue fusilado en la masacre de Albrook con el grupo de Giroldi, y no acepto que se pretenda sacar ventaja políticamente con la memoria de nuestros familiares caídos.
2- En segundo lugar, el retorno de Noriega dejó mal parado al manejo gubernamental en general, como quiera que, aun los medios noticieros internacionales se hicieron eco de la improvisación con que se maneja el gobierno de turno. Desde el arribo al aeropuerto de Tocumen, hasta su ingreso al penal del Renacer, la operación de traslado de Noriega estuvo repleta de imprecisiones y fallas que llevaron a los medios a cuestionarse si en realidad Noriega estaba preso o lo habían trasladado a otro sitio.
En cuanto a las medidas de seguridad, no las critico y las entiendo, en virtud que, debido al perfil del detenido era menester evitar cualquier intento de atentado en su contra; posibilidad muy real, dado el historial de Noriega quien tiene muchas deudas pendientes. Sin embargo, pienso que una vez llegara al penal Renacer, debieron como es lógico mantener un perímetro razonable que impidiera la ejecución de un atentado, sin que esto implicara marginar a la prensa gráfica.
Es decir, pudieron acreditarse a un grupo de periodistas previamente seleccionados (al menos 2 por medio), para que sacarán fotos mas no entrevistaran al detenido, para no acosarlo, de manera que, no hubiera sombra de duda alguna como sucedió a nivel mundial, cuando los medios catalogaban de insólito y poco transparente el manejo dado por las autoridades panameñas al tema en cuestión.
En un momento el caos y confusión eran tal que, la Ministra Roxana Mendez no sabía por dónde iba tabla el asunto, el Presidente Ricardo Martinelli se contradecía a si mismo por Twitter señalando que pidió a la ministra sacarle fotos y videos a Noriega ahora que estaba en la cárcel, y al rato volvía a twitear que eso era ilegal, y el Ministro José Raúl Mulino por otra parte, también emitía sus versiones en los medios, mientras el Director del Penal, prometía sacar al detenido para que lo vieran y fotografiarán, para después retractarse; vamos, un desorden total típico del gobierno actual.
El tema es que, el gobierno con su desempeño errático e improvisado, daba muestras a nivel mundial de su incapacidad y mediocridad en el manejo de temas que implican planificación previa, coordinación y organización. Algunos medios del exterior como CNN, catalogaron de telenovela todo lo que sucedía respecto al particular que nos ocupa.
En resumidas cuentas, el gobierno se enredó en las patas de los caballos, como se dice en buen panameño, e hizo gala a nivel mundial de un infantilismo organizativo de cuidado; imagínense que, las primeras fotos que presentaron de Noriega, en lugar de ser fotos oficiales con su respectiva placa de detenido como correspondía, fueron fotos tomadas con celulares. Que falta de profesionalismo de las autoridades locales.
3- Por último, otra que salió mal librada con el retorno del MAN, fue la cuestionada institucionalidad democrática, toda vez que, el Presidente Ricardo Martinelli, haciendo uso de esa herramienta tecnológica que le encanta y lo ha metido en más de 4 problemas por usarla irresponsablemente, denominada Twitter, intervenía en la labor del Ministerio Publico, instancia que no «está bajo su jurisdicción» (en teoría y entre comillas).
De manera que, si alguien tenía dudas de la intervención del ejecutivo en el Ministerio Público, ayer fueron despejadas por el siguiente tweet:
“El procurador Ayu Prado dará declaraciones sobre este caso. No podemos cometer errores que lamentaremos después”. Ricardo Martinelli
Lo que vaya a hacer o dejar de hacer el Ministerio Público en el ejercicio de sus funciones, no es competencia del órgano ejecutivo, ni es función del Presidente Ricardo Martinelli, hacer las veces de vocero del MP vía Twitter, ni por ningún otro medio.
En fin, lo que si no podemos negar es que, a sus 77 años de edad, la figura del General Manuel Antonio Noriega, todavía tiene la capacidad de desestabilizar a más de 4 (me dio la impresión que hasta se dio el lujo de regañar, repelar y ordenar con autoridad a varios funcionarios que le obedecieron sin titubear), y eso que aún no ha abierto la boca para señalar a los que comían de su mesa y hoy están en gobierno y oposición. De modo que, el gobierno y su manejo político, electorero, improvisado, y errático, de los que fueron testigo el mundo entero gracias a los medios de comunicación y las redes sociales, han sido la primera víctima del retorno del MAN, y si no manejamos este tema con madurez e inteligencia, puede salírsenos de las manos y crear más desasosiego del que merece 22 años después de haber sido derrocado el sujeto en cuestión.
El Panamá de hoy es otro escenario, de manera que, no permitamos que la figura de Noriega nos retrotraiga a épocas ya superadas, ni a rencores de antaño separando a la familia panameña como pretende el gobierno de turno al echarle leña al fuego, ni le demos más vigencia y protagonismo del que merece; permitamos que la maltrecha y cuestionada justicia panameña, desempeñe sus funciones sobre este particular, y no nos distraigamos con este pan y circo mediático olvidándonos de los grandes problemas que afronta el país, en materia de seguridad, agua, pobreza, desigualdad, educación, salud, corrupción, transparencia, y rendición de cuentas. Que no sea el MAN, quien nos haga olvidarnos de Paitilla, Juan Hombrón, los radares con sobreprecios, Lavitola, y una serie de etcéteras que merecen una explicación y rendición de cuentas.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.