Por: Erick Simpson Aguilera
Si el acceso al buzón de correo electrónico de Valter Lavitola es legal o ilegal, es un tema de las autoridades competentes que no me compete, no obstante, el contenido de los emails divulgados si son materia del interés ciudadano, toda vez que, de ser verídica la correspondencia electrónica publicada, muchos temas sensibles, comprometedores, serios, y delicados que rayan en la ilegalidad, como lo es por ejemplo, la intervención de un extranjero prófugo de la justicia italiana en la escogencia del reemplazo de Alberto Alemán Zubieta en la principal empresa Nacional, a saber, el Canal de Panamá, deberán ser esclarecidos.
El sentido común me indica que, si el Presidente Ricardo Martinelli se tomó la molestia de explicar el significado de la palabra Capo, que en su opinión significa jefe o presidente, lo cual no es del todo cierto, como quiera que, presidente se dice igual en ambas lenguas romances (italiano y castellano), es porque implícitamente estaba reconociendo la veracidad de la correspondencia cruzada con Valter Lavitola; sino no perdería su tiempo tratando de justificar por qué Lavitola le llama a él, El Capo.
Bien, si es así, alguien en el gobierno debe explicarle al país entero qué interés o competencia tiene el Sr. Lavitola en la administración de la ACP.
En mi opinión, hay mucho que explicar en este caso respecto al supuesto sobreprecio millonario, a la comisión extraña e injustificada del 10% pagada a un intermediario que no pinta nada en este tema entre dos estados, y acerca del trato preferencial y nada protocolar dispensando a Valter Lavitola, a quien en lugar de prestársele un trato protocolar como correspondía por representar a un país que negociaba un contrato equis con Panamá, se le trataba como a un amigo del presidente -a quien dicho sea de paso, Lavitola llama El Capo- al punto que disponía de escolta del SPI, avión y helicóptero del estado, etc.
Si todos esos temas son de por sí sumamente graves y deben deslindarse legalmente, que un extranjero que además es un prófugo de la justicia italiana, intervenga en la escogencia del administrador del canal, raya en el intervencionismo extremo, y el Presidente Ricardo Martinelli tiene que explicarle al país, qué se supone que significa esta correspondencia cruzada entre Valter Lavitola y Adolfo De Obarrio, secretario privado del presidente:
“Tras un año que le falta al administrador del canal, sería bueno que empezáramos a pensar quién podría ser un buen candidato para este cargo y recomendárselo al Capo a ver quién le gusta más”.
¿Será que Lavitola estaba en Panamá como asesor de Silvio Berlusconi en el tema puntual del contrato de los radares, helicópteros y cartografía, o más bien fungía como asesor del Presidente Ricardo Martinelli? toda vez que, discutir sobre a quién recomendarán al Capo para dirigir la ACP, implica demasiado, no tiene nombre, es ilegal, intervencionismo extranjero en los asuntos nacionales, atenta contra la seguridad del canal, y alguien tiene que explicarle al país qué significa eso.
¿Será que las autoridades de turno no temen que por andar jugando con el país, los gringos se apoderen de Panamá otra vez, después de tantas luchas, sangre y muertos que nos costó la soberanía en todo el territorio nacional incluyendo la antigua zona del canal?
No sé, yo no soy abogado, pero, se me ocurre que, si los tratados contemplan la posibilidad de intervención de los norteamericanos ante una amenaza del canal, y las autoridades panameñas discuten con un supuesto extorsionador prófugo de la justicia italiana, quién será el próximo administrador de la vía interoceánica, bien pudieran los norteamericanos invocar dicha cláusula y cobrarnos bien caro esos jueguitos con prófugos internaciones que pretenden inmiscuirse en un canal que es clave para el comercio mundial y la geopolítica gringa; canal que construyeron los norteamericanos; quienes nunca le perdonaron a Carter ni a Torrijos el tratado que lo revirtió a manos panameñas, y que ganas no les faltan de recobrarlo a la primera oportunidad que les demos de inventarse una intervención como suelen hacer sin justificación y más si les ponemos las cosas así de fáciles.
¿Qué justificación tiene brindarle refugio a un extranjero acusado de extorsionar al ex presidente de su nación, que además está envuelto en un escándalo por su vinculación a Finmeccanica, empresa que dispone de un fondo negro para pagar coimas con el objetivo de agilizar contratos y licitaciones alrededor del mundo? Aunado al hecho de que uno de esos países del mundo con los que negoció semejante empresa, es Panamá, donde también se sospecha hubo un sobreprecio millonario en la contratación. Ningún gobierno serio y cuerdo en el mundo, se le ocurriría importar semejante caja de pandora a su tierra, como quiera que, un individuo con el perfil de Valter Lavitola, lo único que aporta es estrés, zozobra, desasosiego, y despierta muchas suspicacias y sospechas de que, su presencia en Panamá pudiera obedecer a favores debidos a él por un socio o cómplice de sus fechorías con el suficiente poder para esconderlo en Panamá.
Que daño le está causando el gobierno de turno a la imagen del país.
Como ciudadanos panameños exigimos, se explique si el Sr. Valter Lavitola está refugiado en Panamá, y si es así, bajo qué estatus y justificación. Suficientes problemas tenemos en Panamá como para añadir los escándalos italianos; por ende exigimos de ser positiva la presencia del citado prófugo en suelo patrio, que el mismo sea expulsado de la nación, y además, que se publiquen todos los contratos de Panamá con Finmeccanica, incluyendo las especificaciones técnicas del equipo adquirido.
Señor Presidente Ricardo Martinelli, con todo el respeto que usted me merece, manejar un país es un tema muy serio, y los panameños que confiaron en usted para que administrara Panamá de acuerdo a las leyes, y los que no votaron por usted, esperamos su pronunciamiento y acciones sobre este sensible y delicado particular. No puede ser que se hable con un extranjero prófugo acusado de extorsionador, coimero y corrupto, del canal como si este fuera una finca privada y se exponga al país irresponsablemente, a una intervención norteamericana.
Muy preocupados estamos por el rumbo que está tomando la administración de gobierno, y esperamos que este tema de supuesta corrupción de ribetes internacionales, que no podrá ocultarse más, porque desde Italia llegará toda la información pertinente, sea aclarado prontamente por el bienestar de todo el país que zozobra por la estadía, intervención sin parangón, y negocios oscuros, del prófugo de la justicia italiana, Valter Lavitola en Panamá.
Amanecerá y veremos.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
«La verdad es lo que es, y sigue siendo aunque se piense al revés» Antonio Machado
CASO LAVITOLA: