Por: Erick Simpson Aguilera
«Cuando trates con el agua consulta primero la práctica, y luego la teoría.» Leonardo da Vinci
El título del presente artículo obedece a un doble propósito, a saber, en primera instancia resaltar la actitud indolente de un gobierno que espera hasta que los temas cruciales hagan crisis, para entonces actuar, cual si de bomberos apaga fuegos e improvisadores se tratara, en vez de prevenir los incendios, y en segundo lugar, destacar la errada creencia del gobierno actual que cree que con bombas de carros cisternas, puede contentar a un pueblo sediento de muchas cosas, como si Panamá -que según el presidente es el Dubái de las Américas- fuera Haití.
Estos tres días sin agua que sufrimos los ciudadanos de la ciudad capital el último fin de semana, rememoraron en la mente de muchos panameños, cual si de un déjà vu se tratara, la traumática crisis del agua, de finales de 2010 y comienzos de 2011, cuando debido a la turbiedad del lago Alajuela, fuimos privados del vital líquido, tres largos y frustrantes meses.
Situación que desató el malestar de la ciudadanía capitalina, del cual se hicieron eco los medios de comunicación convencionales y virtuales (redes sociales), ocasionando dicha molestia colectiva, la pronta intervención del Presidente Ricardo Martinelli, quien es esta ocasión a diferencia de la crisis previa, aplicó ciertos correctivos, se pronunció en los medios, y asumió parte de la culpa, por lo cual, le damos el enhorabuena.
Ahora bien, es preciso analizar las medidas aplicadas, el tema de la responsabilidad del colapso de la planta potabilizadora, y la forma como el gobierno maneja temas tan sensibles como el del agua, el cual es en extremo delicado, como quiera que, resulta obvia la importancia del vital líquido para todas las actividades de la vida, léase, actividades de índole higiénica, salubres, alimenticias, y económicas.
En ese sentido, quisiera hacer las siguientes acotaciones:
1- El mea culpa del presidente:
El presidente Ricardo Martinelli señaló en TVN-2 que, a él lo culpan de todo lo malo que acontece en el país, ergo, él asume la culpa de la crisis del agua. Lo cual constituye una suerte de aceptación forzada y a regañadientes de su responsabilidad en la crisis. Bueno, al menos aceptó parte de la culpa, algo es algo, jaja.
Es preciso señalar que, el presidente en primera instancia había atribuido el problema de turbiedad en la potabilizadora, a celos profesionales entre los funcionarios del IDAAN y la ACP, y también sugirió la posibilidad de un sabotaje a la planta.
Dos excusas por demás superficiales y huecas que no contribuyen en nada a la solución del problema; razón por la cual, su última versión en la que acepta cierto grado de responsabilidad, me resulta más elegante, y la saludamos, como quiera que, a casi un año de la crisis que nos privó del agua por tres meses, los problemas que ocasionaron el colapso, debieron ser resueltos, y el presidente como máxima autoridad del país, debió aplicar los correctivos que garantizaran el suministro de agua sin cortes a causa de turbiedad.
Cuando hablo de que el presidente debió tomar los correctivos tan pronto se dio el colapso previo, no me refiero a que él fungiera como plomero, ingeniero, funcionario del IDAAN, ni nada por el estilo, pero sí, a que fungiera como el gerente de la nación, y nombrara gente idónea, garantizara los flujos de dinero necesarios para mejorar la infraestructura, y exigiera informes mensuales para monitorear la efectividad de los correctivos aplicados, de manera que, estuviéramos preparados para los meses críticos en cuanto a lluvias se refiere.
De modo que, el presidente Ricardo Martinelli, sí tiene mucha responsabilidad en la situación actual, la cual no ha sido resuelta después de un año, porque el pueblo votó por él para que administrara el país, no por el director del IDAAN, y si el mismo no funcionaba después de un margen de tiempo perentorio, debió ser reemplazado en el acto, y no después que la potabilizadora volvió a colapsar haciendo crisis.
2- Medidas y correctivos aplicados:
Respecto a si los improvisados y tardíos correctivos del tipo bombero apaga fuegos, aplicados por el gobierno, a saber, trasladar el control de la planta potabilizadora a la ACP, desaparecer el IDAAN, y crear una Secretaría del Agua, son los correctos, ya el tiempo lo dirá.
Solo acotare que, el tema del agua es vital, clave y debería ser prioritario para el gobierno, como lo es para los ciudadanos, no obstante, pareciera que las prioridades del gobierno riñen con las de la ciudadanía, en virtud que, a menudo escuchamos hablar de obras faraónicas millonarias, que no impactan de manera tan directa en la calidad de vida del panameño, como sí impacta el suministro de agua limpia ininterrumpidamente, pero nunca escuchamos al gobierno hablar de un megaproyecto de infraestructura que solucione la problemática del agua y garantice el suministro permanente de la misma a todo el país.
Es hora que el gobierno concilie sus intereses con los del pueblo que lo eligió y demuestren que están a la altura de las circunstancias, emprendiendo un megaproyecto que garantice el suministro de agua a nivel nacional. Panamá es un país bendecido con muchas fuentes de agua de gran calidad, y no hay excusas que justifiquen el caos y carencia actuales, ¿o sí?; abordemos dicho particular en el siguiente y último punto.
3- ¿Qué hay detrás del abandono del IDAAN?
Si hemos de ser justos, no podemos achacarle completamente al gobierno de turno, la situación caótica del IDAAN, toda vez que, la misma viene de arrastre, de vieja data, y todas las administraciones gubernamentales de la era democrática, han aportado su grano de indolencia, mala gestión, y abandono del IDAAN, que ha repercutido en la insostenible situación actual, que ha llevado a la planta potabilizadora al colapso.
Sin embargo, la inacción del gobierno actual, despierta suspicacias y sospechas en la ciudadanía, la cual presiente una posible privatización, aunque el gobierno lo niegue. También los hay quienes sospechan que, se está beneficiando a algunas empresas distribuidoras de agua embotellada, y los más inquisitivos creen que, lo que se quería era reemplazar al IDAAN por una secretaría creada por una ley especial, con el fin de favorecer a ciertos funcionarios de alto perfil, quienes tendrían mayores libertades en la nueva secretaría, para especular con el tema del agua.
Sea como fuere, el tema es que, la incredulidad del pueblo panameño que sospecha de todas las iniciativas, acciones e inacciones del gobierno, y no gratuitamente, como quiera que, el gobierno se ha ganado la desconfianza del pueblo a pulso, es sintomática y peligrosa, toda vez que, el hecho de que la ciudadanía sospeche que, el IDAAN fue abandonado deliberada y criminalmente por el gobierno de turno, para que colapsara, exponiendo la salud de la ciudadanía, y afectando la economía del país, con la finalidad de lucrar con el agua, es el concepto más bajo que se puede tener de un gobierno, y significa que la clase política panameña ha tocado fondo en su falta credibilidad, lo cual es muy peligroso, en virtud que, un pueblo que tiene un concepto criminal de su gobierno, es capaz de cualquier cosa para protegerse del mismo.
En lo que a mi concierne, no acuso al gobierno de nada, toda vez que, pruebas no tengo, pero de que el abandono del IDAAN hasta llevarlo al punto del colapso, me resulta muy sospechoso de obedecer a una agenda oculta, de eso si no hay dudas, y como ciudadano libre y con criterio propio que soy, tengo derecho a dudar de un gobierno que no ha sido muy transparente, ni rendidor de cuentas que digamos.
En fin, los dejo con esta última reflexión, señores políticos del gobierno de turno, piensen en el daño que le están causando al país, por su manejo indolente, corrupto, mitómano, y lucrativo de la cosa pública, y entiendan que, estamos en el siglo 21, en la era de la información, de las redes sociales, y ajústense a los nuevos tiempos que exigen mayor transparencia y rendición de cuentas; despierten de una vez por todas y realicen que, el pueblo panameño ya superó los tiempos de la patria boba, y que no pueden comportarse como unos fósiles y dinosaurios desfasados, que todavía juran que son señores feudales, que Panamá es su finca privada, y que podrán saquear el país en nuestras caras y sin rendirle cuentas a nadie, y que todo seguirá igual y nadie se los impedirá; miren como anda el mundo, la cantidad de indignados por todas partes, para que entiendan los nuevos tiempos y se ajusten a los mismos, antes que sea muy tarde, y lleven al país a la ingobernabilidad e inestabilidad, dando al traste con la bonanza económica.
Saludos cordiales
Erick Simpson Aguilera
“Uno de los problemas más alarmantes que encara el mundo de hoy es conseguir suficiente agua potable para todos los habitantes del planeta. Con demasiada frecuencia, donde hace falta agua, lo que hay son armas.” Ban Ki-moon