Las redes sociales llegaron para quedarse y nos han cambiado la forma de comunicarnos, al punto que, en nuestro folklórico y alegórico país, donde la realidad supera la ficción, se han constituido en la herramienta preferida del Presidente Ricardo Martinelli, para comunicarse con los ciudadanos.
Por tal razón, la cuenta del presidente es una de las que soy un fiel seguidor, toda vez que, dicho seguimiento me ayuda a estar “informado” acerca de las iniciativas gubernamentales para con los ciudadanos.
Por lo tanto, invito al pueblo panameño, a darle el respectivo follow al Presidente Ricardo Martinelli, pero, hago la salvedad que, para seguir dicha cuenta se debe tener la mayoría de edad, no vaya a ser que, algún panameño sin criterio formado, se encuentre con mentadas de madre a los ciudadanos, insultos y burlas a las mujeres, y otros twits de alto calibre salidos de la cuenta del presidente.
El Twitter es una herramienta tan versátil que, la citada cuenta del presidente, ha servido para destituir al ex canciller, quien además es el vicepresidente de la república, al igual que a la ex directora de Migración, quien fue nombrada en el BHN, y en tiempo record el presidente la desnombró vía Twiter.
De manera que, seguir la cuenta presidencial en Twitter no tiene desperdicio, y recomiendo a los extranjeros que no pierdan de vista dicha cuenta, como quiera que, pueden tener la fortuna de ser naturalizados panameños desde la cuenta presidencial de Twitter, y si no me creen, pregúntenle a Manny Pacquiao, quien recibió la ciudadanía panameña, vía Twitter, jajaja.
Hablando en serio ahora; Señor Presidente de la Republica Ricardo Martinelli, aplique los correctivos necesarios en el uso de su cuenta personal de Twitter, en caso de que no sea usted quien la administre, en virtud que, dicha cuenta representa a todo un país, no solo a su persona, como quiera que, usted es la máxima autoridad del país, y no puede ser que los panameños nos sintamos avergonzados por la clase y nivel de los twits salidos de su cuenta, los cuales van desde mentadas de madre a ciudadanos, insultos y burlas a las mujeres, incoherencias como la naturalización de Manny Pacquiao como panameño, etcétera.
En fin, mi opinión como ciudadano panameño con derecho a opinar, es que la cuenta de Twitter del Presidente de la Republica, es un verdadero relajo, y nunca se sabe qué incoherencia se twiteara desde dicha cuenta.
Recomiendo al Presidente Ricardo Martinelli, reforzar su seguridad informática, si acaso se trata de un caso de hackeo, de manera que, la imagen del país no sea vulnerada, convirtiéndonos en el hazmerreír internacional, como está sucediendo en la actualidad con el desordenado e incoherente manejo de dicha cuenta presidencial.
A continuación, algunos de los twits más celebres, salidos de la cuenta del presidente Ricardo Martinelli:
«Visión sin acción no es más que sueños; acción sin visión termina siendo una pesadilla.» Proverbio japonés
Analizando los resultados del Censo nacional de 2010, encontré algunas variables interesantes que nos sirven de base para trazar un plan de desarrollo nacional, a saber:
La población nacional dividida en grupo de edades; variable que demuestra que la mayoría de nuestra población es joven.
La distribución geográfica de dicha población, la cual dicho sea de paso, vive en su gran mayoría en la provincia de Panamá que aglomera una densidad de habitantes por km2 de 151.7; por lejos la mayor densidad demográfica del país.
Cuando analizo dichas variables y otras más, reflejadas por el censo de 2010, se despierta mi imaginación, y surgen en mi mente una serie de preguntas como son las siguientes:
De los 3,405,813 panameños que componen la población nacional según el censo de 2010, ¿cuántos científicos, ingenieros en informática y otras disciplinas, profesionales y técnicos altamente calificados en diversas ramas, maestros y profesores de alto perfil de acuerdo a los estándares del primer mundo, podemos formar?; y en base a ¿cuál plan estratégico de desarrollo nacional?, para no quedarnos como dice el proverbio japonés previamente citado, en visión y sueños sin acción, sino más bien, accionando al cuestionarnos el cómo lograrlo, de manera que dicha información se convierta en poder como titula el presente artículo.
Otra pregunta que surge en mi mente al analizar estas variables es, si acaso algunos de nuestros gobernantes de otrora y actuales, se han tomado en serio sus funciones como líderes de la nación, en el sentido de plantearse un desarrollo nacional estratégico como lo haría un buen estadista, o si por el contrario, sus acciones sin visión como destaca el citado proverbio japonés, son una pesadilla para el país.
¿Qué piensan ustedes estimados lectores, sobre dicho particular?
Bien, en lo que a mi concierne, creo que nuestros gobernantes pasados y presentes, si de alguna manera utilizan la información como poder, es para sus mezquinos intereses familiares, y el de sus allegados políticos, y económicos, es decir, para poder enriquecerse ilícitamente.
No me los imagino a ninguno de ellos, planteándose preguntas serias acerca de cómo segmentar los grupos de edades de la población nacional, con la finalidad de establecer una estrategia que nos posicione en materia educativa a la cabeza de la región latinoamericana, ni tampoco los veo analizando cómo insertar a la fuerza laboral panameña, en la economía nacional como una fuerza altamente calificada, productiva y bien remunerada.
Los indicadores socioeconómicos de Panamá, me dan la razón y demuestran que, nuestros gobernantes de otrora y actuales, no son estadistas, sino politiqueros cuya visión para con el país, consiste en privatizarlo completamente para beneficio de sus propias empresas (Ley 349 – APP), apoderarse de las mejores tierras nacionales (caso Juan Hombrón), saquear las arcas del estado por medio del abultamiento de precios entre otras estratagemas (radares con un sobrecosto del 60%, pagando Panamá 89 millones de más, que lo pagado por Turquía y Yemen por los mismos radares), y una serie de etcéteras por el estilo.
Las inequidades sociales que sufre Panamá que es uno de los países más desiguales del mundo, y sus nefastas secuelas como son la pobreza general, y pobreza extrema, deserción escolar, analfabetismo, desnutrición infantil, embarazos precoces, sistemas educativos y de salud tercermundistas, el narcotráfico, la delincuencia común, robos, crímenes, violencia, pandillerismo, prostitución, tumbes de droga, sicariato, alcoholismo, consumo y adicción a las drogas, indigencia, etcétera, son el resultado de la mentalidad politiquera de nuestros políticos, que nunca han visto al capital humano nacional, como el principal activo con que cuenta Panamá.
De manera que, en mi opinión que no tiene por qué ser la única, en virtud que no tengo el patrimonio de la verdad, ergo, se admiten otras tesis, la pobre visión y acciones deleznables de nuestros politiqueros criollos para con la población nacional compuesta en su mayoría por gente joven, consiste en perpetuar las desigualdades sociales para manipular y controlar a una masa de habitantes aborregados por la mala alimentación, pésima educación, e ineficiente salud; es decir, mantener a la población cautiva y dependiente por la pobreza que facilita el corrupto sistema clientelista por medio del cual, transan subsidios populistas y otros paliativos por el estilo (migajas y huesos que le tiran al pueblo), a cambio de votos que les permitan perpetuarse el en poder y seguir saqueando a Panamá hasta que no haya más que robar y mandarse a cambiar al extranjero a “disfrutar” de sus fortunas mal habidas.
Bien vaticinaba la famosa revista inglesa The Economist, que si Panamá no erradica la corrupción gubernamental, no va camino a ser el Singapur de América como vociferan nuestros políticos, sino el nuevo México de Latinoamérica; la inseguridad y crímenes crueles que campean por todo el país, y continúan in crescendo, parecen confirmar dicha tesis. Y es que no hay que ser muy inteligente para entender que, si sembramos inequidades y marginación social, no podemos pretender cosechar una sociedad ejemplar y desarrollada.
Sí, ya sé que no faltará quien me acuse de mal panameño y pesimista por llamarle a las cosas por su nombre, sin embargo, les respondería a los tales con el siguiente dicho de Antonio Mingote: “Un pesimista es un optimista bien informado”.
Ergo, estar bien informado significa saber que, 968,929– 1 de cada 3 panameños (el 28% de la población nacional) son pobres (viven con menos de B/.3.00 diarios), 384,111 panameños (11,1%) sobreviven en la indigencia según la CEPAL, es decir, “viven” en pobreza extrema con menos de B/.1.80 por día, el 85% de los panameños gana menos de $600 al mes (Martes Financiero del Diario La Prensa Edicion N° 684 del 21 de junio de 2011), que el vociferado por nuestros politiqueros gobernantes -cual si de un trofeo logrado se tratara- pleno-empleo de que “goza” Panamá, es solo un mito, como quiera que, 612,901 trabajadores en Panamá son informales, lo que equivale al 52% del total de la fuerza laboral conformada por 1,178,656 trabajadores, entiéndase que, ese gran segmento de la fuerza laboral que esta fuera de la cobertura de la seguridad social, léase, que no se jubilaran, serán los futuros beneficiarios de subsidios como 100 a los 70, etcétera.
Bien, pues ahí están las cifras, indicadores y estadísticas, para los que nos venden una realidad distorsionada, pero, como bien reza el dicho, “La información es poder” ( knowledge is power -Scientia potentia est), de modo que, hasta donde me sea posible, seguiré quitándoles las vendas de los ojos a mi amado pueblo panameño, para que no permitan que los encantadores de serpientes que nos gobiernan, los domen con sus cuentos, ni sean embobados por más cantos de sirenas de politiqueros que no tienen una pizca de estadistas, ergo, no están por la labor de desarrollar el país de frontera a frontera como corresponde.
Al finalizar el presente artículo, les facilitare información clave acerca de la población y territorio nacional, con la finalidad que podamos como sociedad civil dimensionar la conformación de nuestros dos principales activos nacionales, a saber, nuestro recurso humano y el bendecido territorio nacional, con la finalidad que utilicemos dicha información como base para trazar un plan de desarrollo nacional coherente, razonable y realizable.
Una iniciativa que se me ocurre en materia educativa, por mencionar un ejemplo, es la siguiente:
Realizar una alianza estratégica como país, con las empresas líderes mundiales del sector informático, (por mencionar un sector), léase Microsoft, Cisco, Apple, Intel, y las de software libre, para crear una academia o universidad informática (desarrollo de software, expertos en redes y telecomunicaciones, etc.), que forme profesionales de un alto perfil competitivo, a la medida de las necesidades del mercado, y de acuerdo a los más altos estándares de la industria informática (como el caso de la India), para constituir a Panamá en el Silicon Valley Latinoamericano.
El profesional del siglo 21, no se puede dar el lujo de dominar un solo idioma, y mucho menos, como sucede en nuestro país, darse el lujo de no dominar ningún idioma, toda vez que, muchos “profesionales” graduados de nuestras universidades, ni siquiera el castellano dominan. De modo que, un profesional graduado de las escuelas de excelencia que propongo establecer en Panamá, además de la formación técnica y profesional de acuerdo a las realidades del mercado mundial establecidas en alianza con las empresas líderes del sector informático, dominaría de manera oral y escrita el castellano, el inglés, y el mandarín, y serían formados en servicio al cliente, relaciones humanas, urbanidad, manejo de las finanzas, inteligencia emocional, política y comercio internacional, cívica, ética y cultura, con la finalidad de formar líderes que posicionen a Panamá a la cabeza de los países de la región.
Sé que suena difícil esto de dominar el inglés y el mandarían (cuyo alfabeto es distinto al nuestro) para un país que ni siquiera su lengua materna domina con propiedad, sin embargo, imposible no es, toda vez que, si su servidor con 44 años que tengo, hablo inglés y estoy aprendiendo hebreo (cuyo alfabeto también es distinto al nuestro), por qué gente más joven que yo, no podrá hacer lo mismo.
En fin, de nosotros dependerá si usamos la información como un poder que nos sirva para desarrollar nuestro país de frontera a frontera para beneficio de todos sus ciudadanos, o si preferimos seguir soñando sin accionar.
No basta solo con quejarnos de los gobiernos corruptos; tenemos que preguntarnos con relación a las carreras académicas, cuántos de nuestros jóvenes queremos que sean grandes científicos, ingenieros, profesionales y técnicos claves en el desarrollo nacional, que sean grandes escritores, médicos, profesores e intelectuales que impacten dentro y fuera del país con sus logros, y en cuanto al deporte, cuántos queremos que sean los próximos Roberto Duran, Dely Valdez, Rommel Fernández, Mariano Rivera, Laffit Pincay, etcétera, y planificar con la información pertinente, en consecuencia.
La otra opción sería la profecía de The Economist – convertirnos en el nuevo México-, en otras palabras, aquella visión nefasta de los corruptos politiqueros criollos, cuyos planes para con nuestra juventud y la población en general, consisten en perpetuar las desigualdades sociales, para mantener cautiva a una población vulnerable y clientelista de las dadivas y huesos que ellos les tiran a cambio de votos y así perpetuarse ellos en el poder, convirtiendo al país en una fábrica de pobres y marginados sociales, léase, delincuentes, narcotraficantes, sicarios, prostitutas, ladrones, asaltantes, drogadictos, secuestradores, tumbadores, indigentes, etcétera.
Sé que suena duro, pero como reza el dicho, “La verdad duele”, y los resultados y efectos de las inequidades sociales que estamos sufriendo, no me dejan mentir y respaldan mi tesis; vivimos en un país inculto, tercermundista, desigual, y violento, donde la población vive presa del miedo, los delincuentes no respetan la vida humana y se tornan cada día más crueles e insensibles.
Dicho lo cual, concluyo con mi análisis recordándoles que al final del articulo les facilito la información estadística del país, presentada en formato de tablas y gráficos.
“La gente que dice que no se puede hacer, no debería de interrumpir a quienes lo están haciendo”. Thomas Alva Edison
«A la república solo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia lo porvenir». José Ortega y Gasset
Capital Humano:
La población nacional según el censo de 2010, asciende a 3,405,813 panameños, divididos en, 1,712,584 hombres y 1,693,229 mujeres. Los cuales están distribuidos en la geografía nacional de la siguiente manera:
Población Nacional dividida por grupo de edades: Panamá es un país conformado en su gran mayoría por gente joven (el rango de la población en edades de 0 a 39 años, representa el 69% de la población total, y si ampliamos el rango hasta los 49 años el % sería del 81%), ergo, tenemos un futuro prometedor si hacemos las cosas bien y actuamos como verdaderos estadistas.
Densidad de habitantes por km²: La provincia de Panamá es la más densamente poblada (151.7), lo cual es un reflejo del centralismo que sufre nuestro país, donde las oportunidades de negocio y trabajo, se dan en la capital, mientras las provincias del interior y comarcas indígenas son víctimas del abandono y excluidas del desarrollo nacional y por lo tanto, sus habitantes se ven obligados a migrar a la Ciudad de Panamá, donde muchos de ellos vienen a incrementar los cordones de pobreza y son marginados en los guetos de Panamá.
Tabla consolidada:
Territorio Nacional:
Panamá es un país pequeño en extensión territorial, pero lleno de riquezas en tan reducido territorio. Sin embargo, debido a ciertos factores que sería muy largo enumerar, los panameños nos hemos concentrado en la franja canalera, pasando por alto las grandes riquezas por explotar de manera sostenible a lo largo y ancho del territorio nacional.
En ese sentido, es preciso desarrollar e implantar un plan de ordenamiento territorial que sea ley de la Republica, con la finalidad de establecer el uso de suelo a nivel nacional, e impedir que continuen el desarrollo urbanístico desordenado, depredación del ecosistema, y la especulación con nuestras islas y playas (les suenan el caso ANATI, lease, Paitilla, Juan Hombrón, y demás hierbas aromáticas por el estilo).
Como sucede en todos los países desarrollados, es preciso que definamos cuáles tierras de la geografía nacional, serán para cultivos y ganadería, cuáles para turismo de aventura, playa y ecológico, cuáles serán para explotación industrial y comercial, cuáles residenciales, etcétera.
No puede ser que sigamos con el desorden actual, donde de pronto te montan una fábrica toxica al lado de una zona residencial, o que pretendan explotar minería comprometiendo ecosistemas frágiles, o que en una zona turística un inversionista desarrolle un resort, y de pronto se le ocurre al gobierno, aprobar a otros inversionistas el establecimiento de una refinería al lado del resort, afectando la inversión primera y violando la seguridad jurídica; en fin, evitar con una ley de ordenamiento territorial, el desorden y caos que reinan en la actualidad.
Estadísticas territoriales:
La Republica de Panamá, tiene una extensión territorial según el censo de 2010 de 74,177.3 km² (según la CIA, Panamá tiene una extensión territorial de 74,340 Km2 terrestres y 1,080 Km2 de agua), divididos políticamente de la siguiente manera:
Finalizo con un gráfico que refleja el número de viviendas a nivel nacional y el cuadro del censo completo:
“A la manera que el río hace sus propias riberas, así toda idea legítima hace sus propios caminos y conductos”. Ralfh W. Emerson
Respirando aire puro, sol y brisa veranera. Cómo da vueltas la vida. Quién diría que respirar aire puro sin bozal,… twitter.com/i/web/status/1…3 days ago