Por: Erick Simpson Aguilera
Propongo cambiar el nombre de la administración de gobierno actual, de La “Alianza” por el Cambio, a El Gobierno del NO. Toda vez que, esta denominación me resulta más realista, dados los pobres logros del gobierno de turno.
Antes de sustentar el porqué de mi propuesta, es menester aclarar para no violar el derecho de autor que, el gobierno actual fue el primero en utilizar esta original denominación, pero en su caso, para aplicársela a un medio de comunicación escrita, al que le han adjudicado el mote de: “El Diario Del No”. De modo que, como son los padres de la criatura, me imagino que no les ha de incomodar, que se les dispense el mismo trato y terminología por ellos creada y utilizada.
Dicho lo cual, procedo a listar las razones por las cuales creo que la denominación de El Gobierno del NO, le viene como anillo al dedo a la actual administración gubernamental:
1- Este gobierno NO ha logrado bajar la canasta básica como prometió en campaña que lo haría por medio de la cadena de frio y otras iniciativas. Por el contrario, el costo de vida se ha disparado, y no hay visos de que esta tendencia cambie, como quiera que, después del aumento del pan, ahora se habla de un posible aumento del arroz. “Vamos Bien” (esa frase no tiene nada de original, ya Fidel Castro la utilizó en Cuba en 2006).
2- La administración actual NO ha logrado controlar el clima de inseguridad que campea en todo el país y que tiene sumidos a los panameños en un sentimiento de temor que los mantiene prisioneros en sus hogares por miedo a ser víctimas del crimen convirtiéndose en parte de las estadísticas que continúan in crescendo, aunque el gobierno diga lo contrario, ocultando las estadísticas de crímenes y maquillándolas.
3- El gobierno de turno NO ha logrado enrumbar al sistema educativo por derroteros que nos lleven al pleno desarrollo como nación, todo lo contrario, seguimos estancados, graduando a estudiantes mediocres, destinándolos a fracasar en la vida laboral, y no graduamos recurso humano altamente calificado de acuerdo a lo requerido en la actualidad por el mercado laboral. Los pobres indicadores de Panamá que nos ubican como uno de los peores países del mundo en materia educativa, no me dejan mentir.
Sé que algunos dirán que no podemos achacarle al gobierno actual la situación caótica y penosa que sufre la educación panameña, lo cual es cierto, y también argumentarán que al menos han tratado de implantar la transformación curricular, sin embargo, también es cierto que, siguen las escuelas desprovistas de bibliotecas modernas, instalaciones deportivas adecuadas, equipo informático de última generación, siguen con infraestructuras destruidas, sin condiciones higiénicas, siguen las escuelas ranchos, etcétera; y también es cierto que, no se han visto resultados positivos de la panacea esa a la que llaman “Transformación Curricular”, sino más bien, conflictos con los gremios educativos que mantienen estancada a la educación panameña.
4- El gobierno actual NO ha logrado brindarle un sistema de salud digno al pueblo panameño, como quiera que, en Bocas del Toro y en las comarcas indígenas, mueren infantes y sus madres, por problemas de salud propios de países africanos y de Haití. En cuanto a la crisis sanitaria desatada por la proliferación de bacterias KPC en el CHM, no es necesario entrar en detalles, solo acotar que, hasta ahora, 50 panameños que fueron en busca de salud a la CSS, terminaron encontrando en cambio la muerte.
5- El Gobierno del NO, no ha fortalecido las instituciones ni combatido la corrupción, toda vez que, no existe separación de poderes, sino más bien concentración de poderes, los tránsfugas están de baratillo y a la orden del día (bonito ejemplo el de los padrastros de la patria), y el órgano judicial no le aplica la justicia a los funcionarios implicados en casos de corrupción, más bien se hacen de la vista gorda (Panamá es el país donde ningún funcionario paga sus hazañas contra la administración pública, ni sus asaltos a las arcas del estado; deberían aprender de Brasil que está dando pasos positivos en el combate de la corrupción gubernamental).
Bueno, no vamos muy lejos, para muestra un botón, el escándalo de la semana (recuerden que aquí en Panamá, un día sí y otro también, somos testigos de escándalos en la administración pública) relacionado con la adjudicación indebida de una hectárea estatal destinada a la construcción de un parque en Punta Paitilla, a unos supuestos especuladores inmobiliarios, me atrevo a apostar que terminará como siempre, es decir, en el olvido y sin culpables algunos (tal parece que ese otro eslogan de que pueden meter las patas pero no las manos, era pura demagogia electorera).
6- El Gobierno del NO, no ha respetado la libertad de expresión, en virtud que, pareciera ser que los periodistas son los culpables de todos los males que sufre el país, léase, del incremento de los crímenes porque presentan las estadísticas reales, de la crisis sanitaria porque crean pánico y alarma, de los accidentes aéreos porque son irresponsables en el manejo de la información, etcétera. El tema es que, se percibe una presión y satanización contra los medios de comunicación, con la finalidad de coartarlos y limitar la información que requiere y exige la ciudadanía.
7- El gobierno de turno NO ha erradicado la politiquería y el nepotismo en el sector público, toda vez que, en lugar de resolver los serios problemas que sufre el país, se la pasan preocupados por perpetuarse en el poder, y le dan prioridad a temas como la segunda vuelta y los presidenciables, no obstante faltar 3 años más de administración. En cuanto al nepotismo, esta baja practica persiste en el sector público, pero, debemos aceptarla en virtud que, el gobierno del NO, prometió en campaña que trabajaría con los “mejores” panameños, y estos son sus propios familiares, el resto de los panameños que no tenemos la suerte de pertenecer a ese “linaje real”, somos los “peores” y no tenemos derecho a trabajar en el sector público; ¡si señores!, así como lo leen estimados lectores.
8- La actual administración NO ha logrado reducir la brecha entre ricos y pobres, como quiera que, según el coeficiente de desigualdad e inequidad de GINI, Panamá se codea con los países del África y Latinoamérica, como los peores países del mundo en ese nefasto ranking, toda vez que, entre los 20 peores países, marcamos como el 17 más malo del mundo, y en la tabla general marcamos como el país 17 con más desigualdad en el mundo, de un total de 133 países.
Bueno, ya decía unos años atrás, la ex embajadora de USA en Panamá, Linda Watt, que el 50% del PIB nacional, es controlado por 80 familias emparentadas entres si, y esta situación no creo que haya variado mucho, si acaso ha variado debe ser a favor de la clase adinerada, es decir, de pronto ya no controlan el 50% del PIB, sino el 60% o de pronto el 70%, ¿quién sabe?
En cuanto al restante 50% del PIB nacional, no debe entenderse que el mismo es repartido entre el resto de los panameños que no pertenecen a la clase adinerada, léase, entre la clase media, pobres, y pobres extremos; no necesariamente es así, como quiera que, el resto es utilizado en los rubros que permiten a la maquinaria (figuradamente hablando) del estado andar. De lo que si no hay duda es que, solo una pírrica parte del PIB nacional, permea a las grandes mayorías, en virtud que, sus ingresos provienen de salarios de hambre como reconoció la propia Contraloria, según la cual el 85% (2,865,530 millones) de la población nacional percibe ingresos inferiores a los B/.600.00 mensuales.
Aunado a los 384,111 panameños que según la CEPAL sobreviven en extrema pobreza (11%), totalizamos el 96% (3,249,641 millones de panameños) del total de la población, que están pasando las de Caín, ahogados por las deudas y asfixiados por el peso de una vida dura, a la que no pueden hacerle frente dignamente, por vivir en uno de los países más desiguales del mundo. “Vamos Bien”, al menos los 121,571 panameños restantes.
Si, ya sé que esas estadísticas suenan demasiado espeluznantes e increíbles, pero bueno, no me echen la culpa a mí, es la Contraloria la que dice que el 85% de los panameños ganan menos de B/.600.00 mensuales (deben ser magos para sobrevivir con semejantes ingresos), y es la CEPAL quien dice que el 11% de la población panameña sobrevive en la extrema pobreza.
Claro, me imagino que los miembros del gobierno del NO, invocarán como mejoría en la calidad de vida de los panameños, los 100 a los 70, las becas universales, y otros paliativos populistas por el estilo (por favor, seamos serios, que no estamos para cuentos), los cuales si bien es cierto, alivian levemente la pobreza sufrida por ciertos sectores de la población, no la erradican, ni implican mejoría en la calidad de vida para los otros sectores del país.
Bien, recapitulando tenemos que, El Gobierno del NO, no ha logrado mejorar la calidad de vida de los panameños, toda vez que, en materia de canasta básica, seguridad, educación, salud, desigualdad, salarios, pobreza, corrupción, nepotismo, politiquería, libertad de expresión, e institucionalidad, NO han logrado nada de lo que prometieron en campaña, y más bien, han deteriorado la calidad de vida del pueblo panameño.
De manera que, a la luz de la cruda realidad que sufrimos cada día en nuestro amado país, con el incremento de los crímenes, el deterioro de la educación y la salud que van rumbo al despeñadero (nos estamos convirtiendo en un país menos culto y más insalubre), con el costo de la canasta básica disparado, con las desigualdades in crescendo, con las instituciones debilitadas, con la libertad de expresión en peligro, con la politiquería y nepotismo practicados a ultranza, con la corrupción gubernamental galopante, y la impunidad paseándose triunfante, ¿no les parece que tiene sentido mi propuesta de catalogar a la administración actual, como El Gobierno del NO?
Bueno, que cada uno saque sus propias conclusiones, ya conocen la mía.
Saludos Cordiales.
Erick Simpson Aguilera
2 pensamientos en “El Gobierno del NO”
#LimpiemosPanama (@anamari_28)
Erick lo único que veo que va bien es la «verdad» que se plasma en tus escritos. Bendiciones!
erick507
Gracias AnaMari, saludos.