El Dilema de un País Rico con mentalidad pobre
Por: Erick Simpson Aguilera
Para nadie resulta un secreto las bendiciones abundantes de que goza Panamá, país pequeño en extensión (75.517 Km2) y habitantes (3,405,813), el cual no obstante dicha particularidad, hace honor a su nombre por la abundancia no solo de peces y mariposas que posee, más también por la abundancia de una serie de rubros entre los que destacan: una rica historia pre-colonial, colonial y post-colonial, un crisol de razas que conviven en paz y hermandad, flora y fauna abundantes, diversas y de gran belleza, y principalmente, una envidiable posición geográfica, que constituye el “principal” activo panameño, el cual nos ha establecido como un hub de bienes y servicios de primer orden mundial, como lo son el canal, la zona libre, el centro bancario, los puertos en ambos océanos, el ferrocarril transístmico, el hub aeroportuario de Tocumen, el abanderamientos de naves, etc.
Ahora bien, ¿Cómo se explica entonces que, un país que posee una de las principales rutas marítimas para el comercio mundial (el canal de Panamá), la segunda zona libre del mundo solo superada por Hong Kong, uno de los principales centros bancarios mundiales después de Suiza, terminales portuarias en ambos océanos cuyos movimientos de TEUs encabezan las listas de Latinoamérica, etc., se encuentre rezagado y sumido en el subdesarrollo, no obstante, la abundancia de recursos que posee y la baja tasa poblacional cuyas necesidades satisfacer?
Dicho de manera más sencilla y directa, ¿Cómo y por qué en un país tan rico como el nuestro, existen tantos pobres?
En mi opinión, dicha pregunta es todo un dilema con una suerte de aristas de las más diversas índoles variopintas, cuya respuesta es difícil de ofrecer a la ligera, toda vez que, dicho ejercicio analítico exige remontarnos a periodos mas allá de la colonia, es decir, desde la conquista española, pasando por la colonia, independencia de España, separación de Colombia, y hasta la salida del ejército estadounidense del territorio nacional, sin embargo, existen factores obvios que saltan a la vista, los cuales han contribuido con el subdesarrollo que sufrimos hoy día como nación, a saber: la falta de institucionalidad, la corrupción gubernamental, la ausencia de una identidad nacional, la pobreza cultural, una “educación” paupérrima y anclada en el siglo pasado, etc.
No obstante los factores previamente citados, acerca de los cuales cabe destacar que, cada uno requiere un análisis profundo per se, soy de la opinión que, el principal factor que mantiene a nuestro rico país en el atraso y subdesarrollo, es, la pobreza mental y ausencia de visión de que hacen gala nuestros gobernantes, es decir, dicho subdesarrollo obedece a la miopía de todos los gobiernos que han tenido la oportunidad de cambiar el estatus quo, el cual está basado en la pobreza mental, el premio a la mediocridad, la marginación del talento, los intereses creados, clientelismo político, y la falta de una agenda estratégica a largo plazo, y simplemente no lo han hecho, porque de acuerdo a su atrasado esquema mental, les conviene más para sus intereses mezquinos, mantener a las masas incultas, ignorantes, tontas y manipulables, con la finalidad de postrarlas en la dependencia estatal y así utilizar el clientelismo político como arma para controlarlas, perpetuarse en el poder, y saquear las riquezas del país, mientras entretienen a los ciudadanos con pan y circo.
Si, ya sé que los burócratas y sátrapas se rasgan las vestiduras diciendo, de qué subdesarrollo hablas, de qué país hablas, si Panamá está lleno de rascacielos e infraestructuras de primer mundo, si Panamá es el país cuyo crecimiento del PIB lidera Latinoamérica en los últimos años, si el IDH panameño solo es superado en Latinoamérica por Chile, Argentina y Uruguay, si tenemos grado de inversión, y una lista de etcéteras por el estilo.
Sin embargo, dicha argumentación resulta muy debil, toda vez que, si bien es cierto que, Panamá comparado a nivel de Latinoamérica, no se puede negar que es uno de los países líderes en dinámica de crecimiento, según los indicadores y estándares de las calificadoras socioeconómicas y organismos internacionales expertos en la materia, también es cierto que, de acuerdo a nuestro potencial, a todos los recursos y riquezas abundantes que poseemos como país, Panamá no debiera compararse a nivel latinoamericano, sino mas bien, a nivel de países como Singapur, el cual nos lleva años luz en desarrollo humano, no obstante poseer Panamá algunas características similares a dicho país, pero, con una gran diferencia entre ambos, a saber:
La visión estratégica y agenda coherente de país de los líderes y gobernantes de Singapur vs la miopía estratégica y pobreza mental de los gobernantes panameños, quienes en lugar de establecer y ejecutar políticas y planes que garanticen el pleno desarrollo y bienestar de los ciudadanos, optan por el camino fácil de los mediocres que se convierten en eternos candidatos electorales, es decir, su pobre mentalidad no ve más allá de la candidatura y la reelección de su colectivo político, y dicho norte rige sus acciones los cinco años que ostentan el poder, durante los cuales su discurso de promesa electoral es perenne y nunca se traduce en acciones concretas para el beneficio de todos los panameños, postrando al país en el subdesarrollo.
Cuándo llegará el día, en que los gobernantes y políticos panameños en general, entiendan lo que significa distribución de las riquezas, y que el principal activo conque cuenta la nación no es realmente su posición geográfica, sino su recurso humano, y en base a dicha premisa, establezcan un plan de desarrollo estratégico y coherente, que apunte a utilizar al máximo las potencialidades y capacidades de todos los panameños para el beneficio del país, educándolos de acuerdo al contexto tecnológico mundial actual y a las tendencias de los grandes mercados internaciones y empresas locales, de manera que estemos a la altura de las circunstancias actuales de un mundo globalizado donde la competitividad es la clave (proyectos de investigación, coaching, desarrollo de una mentalidad analítica con capacidad de pensar y solucionar problemas, fortalecimiento de emprendimientos empresariales, desarrollo de tecnología de la información y dominio del inglés y mandarín), brindándoles buena salud, alimentación, casa y todas las condiciones necesarias para ser más productivos y competitivos, sin recurrir al camino fácil y mediocre del paternalismo o subsidio estatal (regalarles el pez), sino mas bien, insertándolos en la economía nacional por medio de herramientas y canales mas creativos y estratégicos (facilitarles la caña de pescar).
Cuando los gobernantes y políticos panameños en general entiendan que, es tiempo de renunciar a su pobreza mental y corta visión, basada en la explotación, mezquindad, negociado, mediocridad, marginación, politiquería, paternalismo, amiguismo, manipulación de las masas y clientelismo político, y la reemplacen por una visión de desarrollo integral y participativa para todos los panameños, de acuerdo a los estándares de las grandes naciones desarrolladas que han apostado por invertir en sus ciudadanos estratégicamente, captando y formando talentos, con la finalidad de lograr una tasa per cápita alta de empresarios, científicos, ingenieros, profesionales, y técnicos, bien remunerados y con una calidad de vida digna, los cuales constituyen el motor de sus economías desarrolladas y competitivas, entonces saldremos del subdesarrollo, mientras tanto, “conformémonos” con el simulacro de país desarrollado que tenemos, y con el pan y circo criollo que vivimos cada día desde antaño y que amenazan con desembocar en una crisis institucional y social.
He aquí el dilema, pobreza mental, o visión estratégica de país; ¿seguiremos siendo una fábrica de pobreza, gente inculta y delincuentes, u optaremos por captar y formar talentos que empujen al país hacia el desarrollo pleno? El camino hacia el desarrollo no puede caminarse al margen del recurso humano de la nación, quienes constituyen en definitiva, nuestro principal activo e indicador de nuestro desarrollo, toda vez que, la condición y situación socioeconómica de la gran mayoría de los ciudadanos panameños, será el verdadero reflejo de nuestro desarrollo como nación.
Erick Simpson Aguilera
erick_simpson@hotmail.com
3 pensamientos en “El Dilema de un país rico con mentalidad pobre”
Stephanie Espinosa
Excelente, me encanto la fuerza de tus palabras y me ayudó mucho para mi tarea, muchas gracias!!
erick507
Gracias a ti. Saludos.
José Sosa
Pero la pobreza mental no solo es de sus Gobernantes, la pobreza mental, la mediocridad y esa postura cómoda sin ambiciones se refleja en casi todos los Panameños.